domingo, 19 de diciembre de 2010

Madrid, mayo del 68 Capítulos XIX y XX

Capítulo XIX


Sandra y su madre entran en el portal cargadas con bolsas, saludan al portero y este les abre el ascensor. La hora de la comida se aproxima pero ninguna de las dos tiene ganas de comida de restaurante y de camino a casa han parado en un supermercado y como siempre pasa cuando se tiene hambre, han comprado quizás más de la cuenta pero no importa, Sandra debe comer por dos y Amanda no hace ascos a la comida, no tiene que preocuparse por la nueva moda de cuidar la línea, puede comer lo que quiera que no engorda; madre e hija se proponen hacer unos espaguetis riquísimos y un postre de peras dulces para chuparse los dedos.
Sandra se sorprende de su cambio de humor, hacen unas horas estaba muy enfadada con su madre y ahora las dos entran riéndose en la casa y van derechas a la cocina, vacían las bolsas y sacan de la nevera unos refrescos mientras van preparando los ingredientes que han comprado para la salsa, la carne picada, el bacon, la ensalada y la fruta.

.- Hacía tiempo que no estábamos las dos juntas en la cocina, no sabes la ilusión que me hace Sandra, muchas gracias.
.- Tienes razón yo también echo de menos estos ratos desde que me he casado.
.- ¿Te arrepientes de la vida que estás llevando?- pregunta su madre mientras pone la carne en la sartén a fuego lento.
.- ¡NO! En absoluto mamá, me encanta viajar con Ramón e ir dando a conocer lo que está pasando en el mundo por horrible que sea y por lejos que la noticia nos lleve de España. ¿Sabes?, casi siempre nos encontramos con los mismos periodistas y fotógrafos, formamos una familia, una familia muy internacional y aprendemos costumbres de otras culturas que enriquecen la nuestra y que han hecho que me diera cuenta de lo que tenía, de lo que tengo y ahora valoro mucho más las cosas que antes me parecían normales, sin embargo el calor de un hogar se extraña, los momentos íntimos, caseros, con los seres queridos como por ejemplo ahora, se echan de menos pero me siento  muy afortunada por poder compartir tanto con Ramón.
.- Te entiendo muy bien y estamos muy orgullosos de ti, eso no lo olvides nunca, te encuentres donde te encuentres pero ¿has pensado ya lo que vas a hacer cuando nazca el crío?
.- ¡Claro que sí!, de momento y mientras todo siga bien voy a seguir trabajando unos meses más. Tranquila, que intentaré nadar y guardar la ropa y si no es posible me retiraré a tiempo. Ramón y yo hemos pensado buscar un piso y quedarme yo en casa durante el primer año y después ya veremos....aunque también comentamos el dejar de cubrir noticias de guerra y colaborar con proyectos de Cáritas...de momento estamos aquí, en tú cocina , tú con esa salsa que tiene una pinta fantástica y yo con el postre..¿dónde tienes el vino dulce? lo necesito para las peras.
.- En el salón, en el mueble bar.

Sandra va al salón en busca de la botella de vino y nada más entrar se fija en las fotos de su madre con Carlos. El otro día ni tan siquiera se había dado cuenta y ahora se acerca,toma la foto en la que se les ve a los dos y sale a la terraza con ella en la mano y piensa:

<< Se miran como si nada existiera en este mundo, sólo ellos dos y Carlos acaricia a mamá como si fuese lo más preciado que jamás hubiese tenido. Creo que aqui ya sabía que tenía que decir adiós....>>
,- ¡Sandra! ¿No lo encuentras?- Pregunta su madre entrando en el salón, sacando a Sandra de sus pensamientos y al ver la terraza abierta se acerca a ella.
.-¡AH! Perdona mamá, no lo he podido evitar....nunca había visto estas fotos, nunca las habías enseñado y el otro día no me fijé.
.- No pasa nada Sandra..podemos estar aqui unos minutos- dice Amanda un tanto nervisosa al ver a Sandra con la foto en la mano- la carne ya está retirada y la salsa preparada, falta poner los espaguetis en el agua, la ensalada y el postre.
.- Te lo agradezco, he sentido una sensación muy rara al ver la foto aunque lo que ahora se me viene a la mente es otra cosa.. ¿a qué no sabes lo que hicimos en París?
.- No, no lo sé si no me lo cuentas – dice Amanda toda intrigada.
.- Paseamos por la rue de Hanovre y vimos la casa
.-¿Cómo?, ¿Te acordabas del nombre? Me parece increíble y no dejas de sorprenderme.
.- No me digas que el comprarte este ático con esta vista al arco no tiene nada que ver con tus infancia en París.
.- Tiene todo que ver, en efecto, nunca te lo he dicho pero es verdad. Cuando me enteré que estaba libre sentí que tenía que ser mío. ..sobre todo cuando me encerraba aquí las luces y la vista del Arco me transportaban a París cuando todo me parecía posible y al alcance de la mano.
.- Lo sabía, se lo dije a Ramón en París. Desde nuestro hotel, cerca de la plaza de l’Étoile, podíamos ver el Arco y me acordé de esta vista, aunque no se puedan comparar, claro está. Al día siguiente preguntámos en recepción dónde quedaba la calle en la que habías vivido con los abuelos y nos dijeron que por detrás de Opera.., cerca de la Comcorde asi que empezamos a caminar por la avenida Campos Eliseos hasta la Comcorde y de allí a la Opera y voilá la rue de Hanovre estaba frente a nosotros.... buscamos la casa y pudimos hablar con algunos vecinos, uno que debía de tener tu edad incluso os recordaba y nos contó lo difícil que fue para todos y no obstante a ti siempre te vio feliz, contenta y llena de vida.
.- Sí, fui muy feliz allí y mis padres aunque no podían olvidar Madrid y cómo lo habían dejado todo en vez de lamentar su suerte se pusieron a trabajar inmediatamente ayudando a otros exiliados que estaban peor que nosotros y a pesar de la guerra crearon un verdadero hogar para mí.
.- Igual que papá y tú hicisteis conmigo a pesar de las circunstancias, gracias- dice dándole un beso a su madre y a renglón seguido pregunta - ¿Seguimos con la comida?

Sandra deja la foto encima del secreter y ambas regresan a la cocina y mientras Amanda lava la lechuga Sandra prepara el postre.

..- Mamá- dice Sandra con la botella del vino dulce en la mano- ¿Cómo puedes seguir amando a Carlos cuando él te abandonó? ¿Qué hubiera pasado si papá no hubiese estado enamorado de ti?,¿Cómo puede pensar alguien que está tan enamorado, como en esa foto se puede ver, que decir adiós es lo mejor?
.- Calma Sandra y no eches tanto vino que te puede sentar mal en tu estado.-dice su madre sonriendo y continúa- Primero, Carlos no me abandonó porque quiso sino porque  no podía quedarse más tiempo en Madrid, la secreta le buscaba a él y a otros, el plan que tenían salió mal y no pudieron encontrar al topo...Segundo, sabía que papá me cuidaría y que daría su vida por mi si era necesario y aunque le doliese me dejó en sus brazos, como tu dices...y tercero jamás me hubiera abandonado a mi suerte.
.- Y eso ¿lo sabías desde el principio o lo has descubierto en los últimos días?
.- Lo supe desde el principio pero no lo quise admitir, estaba decepcionada y quería creer, necesitaba creer que volvería a buscarme  aunque no me lo prometió e insistió en que me casara con Agustín y asi lo hice, porque Carlos me lo pidió y cuando nos llegó la noticia de que le habían fusilado desperté del sueño y entré en una pesadilla. Hace poco pude hablar con él, mejor dicho, de echarle un poco en cara lo que pasó y su silencio de estos años. Me ayudó mucho el poder contarle lo que sentía y hacerle las preguntas pendientes...Sandra, tú también puedes hablar con él cuando quieras.
.- Eso mismo me ha dicho papá, que le haga a él las preguntas y que le dé una oportunidad. ¿Vas a volver con él?
.- ¿Con Carlos? No cariño, es mejor así, una vez no pudo ser y ahora tampoco sería posible...sus sentimientos personales siempre estarán condicionados a las exigencias del partido y es mejor dejar las cosas como están.
.- ¿Y con papá? El no pierde las esperanzas.
.- Ni yo tampoco Sandra..quizá un día pueda corresponderle como el quiere y podamos vivir el presente, de momento  podemos empezar a conocernos de nuevo...sin sombras y sin obligaciones de por medio..... libremente.


Sandra pone la mesa mientras Amanda echa los espaguetis en el agua y en menos de 10 minutos ya están cocidos.Cuando se sientan a la mesa las dos disfrutan de la comida y del resto de la tarde. Amanda siente que su hija está con ella en todos los sentidos y cuando se marcha llama a Agustín para darle las gracias.


Capítulo XX


A las 7 de la tarde Carlos sale de la reunión con Patricia, no sólo la detención del militante en Madrid sino también la de otro en Valencia y la entrada de la organización vasca en el área nacional matando al agente de la guardia civil enredan los planes. Las noticias de París tampoco son buenas, hay problemas dentro del partido y quizá tenga que abandonar Madrid antes de los previsto.
Carlos se siente cansado y Patricia le vuelve a preguntar:
.- ¿Me vas a contar lo que te pasa?
.- ¿No puedo tener un día malo como todo el mundo, Patricia? –responde Carlos un poco irritado.
.- Sí, pero tú no eres como todo el mundo. Lo siento Carlos, te has creado una reputación que no permite días malos y si tienes asuntos personales, sabes que puedes contar conmigo. Los compañeros te han notado lejos y eso es peligroso. Cuéntamelo, quizá pueda ayudarte.
.- Quizá, pero no tengo ganas de hablar de ello. Perdóname pero prefiero estar solo, voy a volver a la pensión y no te preocupes mañana seré el Carlos de siempre.
.- ¿ A estas horas? Van a pensar que estás enfermo.
.- A lo mejor es verdad... mañana te llamo.

Carlos se despide de Patricia y echa a andar..en realidad no sabe a dónde ir, la pensión le deprime y a dónde le gustaría ir sabe que aún no es bienvenido. Está enfadado consigo mismo porque ha bajado la guardia y Patricia le ha notado su estado de ánimo, después de dar vueltas a lo tonto decide ir a la pensión y una vez allí se encierra en su habitación.
Recuerda la imagen de Amanda y Sandra en la facultad y la emoción que le embargó al verlas juntas y por primera vez duda de si hizo bien, si mereció la pena sacrificar su vida privada por una causa...si no hubiera habido otras formas de actuar sin involucrarse tanto; piensa en como hubiera sido su reacción de haber sabido que Amanda estaba embarazada ...quizá se hubiese arriesgado aún más y se la hubiera llevado, en el partido había más gente con familia y cumplían con su misión ..¿Por qué no se arriesgó él? ¿Acaso sus compañeros no querían a sus familias?..¿Por qué tendría que haber salido mal?.Carlos cierra los ojos y siente que las sienes le van a estallar, al final va a resultar que se está poniendo enfermo de verdad, la garganta le molesta un poco y aunque no quería beber recurre a su copa de coñac...y justo en ese momento le avisan de que tiene una llamada.
Carlos abre la puerta sin muchas ganas y maldice no haber dicho que tomaran el recado pero ya es tarde, se dirige al pasillo de la pensión donde esta el teléfono de pared y dice con voz un poco tomada:

.-¿ Dígame?
.-¡Carlos que bien que te pillo en casa!, soy Amanda..¿te encuentras bien?
.- ¿La verdad?, no,  no me encuentro bien creo que tengo faringistis pero cuéntame...!no sabes cuanto me alegro escuchar tu voz!
.- A lo mejor te puedo alegrar más. Escucha, Sandra se acaba de ir y tengo la impresión que muy pronto va a llamarte. No le ha hecho gracia verte en la facultad, es cierto, pero ha conseguido de Pedro un ejemplar de tu revista y luego en casa hemos tenido una muy grata conversación. Me temo que tenemos que dar las gracias a Agustín porque él ha sido el primero en aconsejar que te llame. Te advierto que está llena de preguntas y quizá no sea fácil pero la he visto abierta al diálogo.
.-  ¡Ojalá llame pronto!. Al verla contigo he sentido una gran pena por no formar parte de esa escena, por haberme perdido tanto y miedo de que no quiera saber nada de mí. Sí, tengo que agradecer a Agustín- Carlos tose levemente y continúa- el buen trabajo que ha hecho pero en este momento , confieso avergonzado que le tengo envidia.
.- Carlos, toma un taxi y ven a mi casa. Tú no estás bien y no debes estar sólo..¿vas a hacerlo? o ¿ Quieres que yo vaya?
.- No Amanda, gracias, tengo que estar solo, ahora más que nunca tengo que contestarme a las preguntas que me estaba haciendo. Gracias por el ofrecimiento pero lo declino de seguro.
.- Como quieras..pero llama mañana por favor y acude al médico para que te vea la garganta.
.- Lo haré Amanda. Buenas noches.

Carlos regresa a su habitación, deja la copa de coñac sin probarla y se toma una aspirina y se mete en la cama...necesita soñar con estar con su hija aunque apenas sea por unas horas.....las respuestas tendrán que esperar por hoy.


A la misma hora en casa de Montse están cenando y su tío comenta con su abuela  la repercusión del primer atentado de eta perpetrado ese mismo días. En el Cuerpo reina una gran indignación por el asesinato de uno de sus hombres y según las últimas informaciones esa gente es sanguinaria.Por primera vez Montse no tiene argumentos para esgrimir ante su tío. En la universidad no lo han comentado mucho y es la primera vez que oye hablar de la banda, a ella si le ha impresionado la acción de la eta y tiene muchas dudas, no sabe si tienen derecho en sus reindivicaciones pues la prensa no ha informado abiertamente y de la opinión de su tío tampoco se fía pues él es ante todo un guardia civil que apoya el regimen; para su tío Franco es la única solución para España. Montse se disculpa alegando que tiene que estudiar y abandona el salón, en su cuarto comienza a escribir una carta a su amiga en Bruselas, quiere saber qué se dice en el extranjero y cómo se ve desde el exilio.


Ana Perea está con su hija Carmen merendando y le pide permiso para leer lo último que Beatriz ha escrito..cuando termina recuerda a su madre Teresa y a su padre Héctor y como el padre de Mario les mantenían informados de los cambios en España y la reacción de la comunidad vasca en la Barcelona caribeña ante el primer atentado de la banda que aún hoy en día sigue en pie, mira a su nieta Teresita que está jugando con sus amiguitas y piensa : ¡Ojalá tu llegues a conocer un mundo sin violencia y más justo!

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