Capítulo 4
Cuando el tibio sol de febrero se
filtra por las persianas a medio cerrar en el dormitorio, Asun se despierta al
calor de sus rayos y contempla a Héctor durmiendo plácidamente a su lado, le
acaricia la frente y le da unos besitos susurrándole al oído “buenos
días, mi amor”, después retira la sábana, busca la bata y las zapatillas y se
mete al baño. El mismo ritual de todos los días excepto los días festivos y
domingos, esos días gusta de quedarse más tiempo en la cama abrazada a su
marido. Durante la semana Asunción y María son las más madrugadoras
y juntas preparan el desayuno en la cocina mientras Héctor se
encarga de despertar a Daniel que es un dormilón de primera. Y hoy, como todos
los días de diario, a las ocho y media, Maria y su hermano , acabado el
desayuno, besan a sus padres y se marchan juntos a coger el autobús.
La puerta no se ha cerrado todavía cuando Héctor aprovecha para devolver el
beso de buenos días y las caricia con las que Asun le despierta todas las
mañanas.
- ¿
Comemos juntos fuera o con tus padres? – pregunta Héctor abrazando a su mujer
por la espalda besándola en el cuello antes de ponerse a secar los
tazones y platos del desayuno.
- Con
mis padres cariño, mi madre iba a hacer lentejas pero si quieres, ya sabes, las
dejas y comemos solos por ahi- contesta Asun terminando de fregar, salpicando a
su marido sin querer mojándole la camisa y disculpándose a medias con él - ¿ Ves lo que pasa si te pegas tanto a mi?
- Tranquila,
no pasa nada, prefiero mojarme y cambiarme que estar lejos de ti- responde
Héctor secando el último plato- y las lentejas de tu
madre no me las pierdo por nada – añade saliendo de la cocina para
cambiarse.
- ¿
Quieres que te lleve a Carabanchel? – le pregunta Asun siguiéndole a la
habitación, sacando otra camisa del armario cogiendo la mojada de encima de la
cama.
- Si
no te importa llegar tarde a la revista yo encantado ¿ me abrochas los botones?
- Te
abrocho si guardas tus manos en los bolsillos que te conozco – contesta Asun
riéndose – ahora no podemos empezar a jugar cariño, no quiero llegar
muy tarde a la revista.
- Tienes
razón como siempre mi amor , vámonos antes de que me arrepienta.
No muy lejos de allí pero unas
horas más tarde, el portero de la finca dónde vive Vallejo, saluda a
éste al verle bajar las escaleras rápidamente, le recuerda que se
abrigue bien, que hace mucho frío y que aún está convaleciente. Vallejo
contesta con un movimiento de cabeza al saludo y apresura el paso. Casi siempre
charla con él pero hoy no tiene tiempo. Laura le ha entretenido
bastante con sus advertencias, que ella llama consejos y que a él le
llegan como órdenes y conociendo al portero se teme oír las mismas monsergas de
Laura pero ahora en los labios del portero. La llamada de Bonilla de ayer por
la tarde la recibió como agua bendita, le proporcionó la excusa perfecta para
salir de casa al día siguiente aunque Laura, no estuviese muy de acuerdo .
Fue al cable que le echó Paloma
quien la hizo cambiar de opinión y ahora, en esta mañana
fría de febrero pero soleada, Vallejo camina a paso rápido y bien
abrigado hacia el despacho de Bonilla y Héctor . Por su cabeza rondan las
advertencias de su mujer y el consejo de Paloma que no olvida . Unos metros más
abajo de su portal se para ante el quiosco en el que suele comprar la prensa
por la mañana y saluda al vendedor con la esperanza de que este no se enrolle
mucho.
- Buenos
días comisario – responde Paco, el dueño del quiosco, que conoce a
Vallejo desde hace años, mucho antes incluso de que fuese comisario- Me alegro
de verlo ¿ Se encuentra ya bien?
- Yo
me encuentro perfectamente , ha sido una bronquitis de nada pero la
parienta lo exagera bastante , sigue diciendo que si aún toso que sin aún es
pronto para salir a la calle, vamos, lo de siempre.
- Cuando
doña Laura lo dice será por algo. Hágala caso comisario, las mujeres saben más
de estas cosas que nosotros.
- Dudo
que ella sepa mejor que yo como están mis pulmones pero mejor dejarlo, anda,
dame un paquete de chicle y el ABC.
- ¿
Paquete de chicle? – pregunta Paco sorprendido, normalmente siempre compra el
tabaco con el periódico .
- Sí
Paco, chicle o un chupachups , lo que sea para meterme en la boca cuando me
apetezca un cigarrillo. He consentido en dejar de fumar durante una semana y
Paloma me ha recomendado que mastique chicle.
- Pues
me parece muy bien hombre, a ver si lo consigue ¡Cuídese!
Domingo continua su camino
hojeando el ABC al tiempo que anda y los titulares que lee no le interesan
mucho. Los príncipes están de viaje por un emirato y camino de Filipina, el
Barcelona ha ganado al Madrid en el Bernabeu, lo cual no le hizo ninguna gracia
como buen merengue que es, problemas en Santander con las lecheras y
la página de sucesos, la que siempre lee primero no menciona ningún caso
interesante. Mientras en el despacho Bonilla y Héctor intercambian novedades
tras disculparse por llegar tarde y perderse en el encuentro con Gustavo.
- Lo
siento Bonilla, no he podido venir antes, ya sabes que hasta la tarde no tengo
el coche listo y Asun me ha llevado pero he tenido que volver en metro,
desgraciadamente ha habido un corte de luz en el metro y hemos estado más de 20
minutos parados. Nosotros hemos tenido suerte pero parece que en la estación de
Plaza Castilla han chocado dos trenes y hay heridos.
- Ya
lo he oído en la radio, mal día para ir en metro, pero díme ¿ Has conseguido
algo?
- Algo
sí. En el ayuntamiento he conseguido ver la partida de nacimiento de Miguel y
en efecto, fue reconocido por su padre. El segundo apellido de este es Chacón y
en el registro de fallecimiento he encontrado el acta de defunción del
compañero de Rosario. El padre no era de Segovia pero de Ávila, de un pueblo y
quizá allí podamos averiguar si la familia, que supongo que sabrían de la
existencia de Miguel, sabe algo del chico ¿ no crees?
- Me
parece bien – contesta Bonilla – yo por mi parte he hablado con Bruselas y Ten
Cate va a mirar en la hemeroteca si hay reseñas del accidente de Rosario y
también va a contactar con un amigo que era policía por esa época. ¿ Qué tal
con María, ayer por la tarde?
- Muy
bien pero de camino a casa tuvo un presentimiento de que algo pasaba y al
llegar a casa nos enteramos de que Tim se ha roto la clavícula jugando al rugby
y hasta que no consiguió hablar con él no había forma de calmarla. El viernes
se va a verle con Suzanne .
- ¿
Ellas dos solas? – pregunta extrañado.
- La
madre de Tim se ha ido hoy y vuelven con ella el domingo. No me he podido
negar. Cambiando de tema ¿ has hablado con Vallejo? – pregunta Héctor
- Sí,
ayer hablé con él, estará al caer.
- Volviendo
a Gustavo, cuenta ¿ qué es lo que nos ha pedido?
- Un
caso de seguimiento. Un amigo de Gustavo sospecha que su hijo está metido en
algo sucio. Falta mucho a clase , llega a altas horas de la noche a casa y dice
que ya es mayorcito y no tiene que dar explicaciones a nadie. Su madre está muy
preocupada y su padre no puede hablar con él sin discutir. Quiere que le
sigamos durante unos días para saber con quien va . Creo que Vallejo se podría
hacer cargo de este seguimiento ¿ no crees?
- Podemos
preguntárselo ya mismo , me parece que quien llama es él– contesta Héctor
levantándose para abrir la puerta, dando paso a Vallejo .
- Ya
estoy aqui – dice sentándose frente a Bonilla – y no sabes cuanto te agradezco
la llamada. Contadme que estoy deseando empezar algo.
La carpeta con los datos del hijo
del amigo de Gustavo está sobre la mesa y Vallejo, una vez que Bonilla le ha
explicado el caso, echa un vistazo al informe y comenta.
- Esto
es pan comido, en tres días como mucho damos con ello. Me apuesto a que el
joven está metido en algo de política.
- ¿Por
qué dices eso? – pregunta Bonilla
- Su
padre, por lo que leo, es un hombre del movimiento con unos principios muy
estricto y una mente muy estrecha asi que no me extrañaría que el hijo le
hubiera salido rojo.
- Puede
pero hay más posibilidades – apunta Héctor – no hay que olvidar la droga o el
juego. En el informe dice que gasta mucho dinero, su madre sospecha que fue él
quién le quito el dinero que guardaba en el bolso, además, según creen, ha
vendido algunos regalos de valor que le habían hecho, como el
reloj y unos gemelos de oro que misteriosamente dice que ha perdido.
¿ Por cierto es amigo, amigo de Gustavo o simple conocido de los Tribunales?
- Le
conoce desde la academia militar y no es que sean amigos íntimos pero siempre
se llevaron bien, asi que, por muy dura que sea la verdad cuanto antes la
sepamos mejor.
- Muy
bien, acepto el caso – dice Vallejo cerrando la carpeta – mañana mismo empiezo
y ahora contarme ese caso que os han encargado en Bruselas.
La mañana transcurre
intercambiando opiniones, haciendo conjeturas sobre los dos casos que tienen
ahora entre mano y a la hora de comer Asunción se pasa a recoger a su marido.
- ¿
A que no sabéis quien me ha llamado a la revista ? – dice Asunción tras saludar
a Vallejo y a Bonilla y darle un beso a Héctor.
- Si
no nos lo dice no lo sabemos – contesta Bonilla
- Pilar.
Me han llamado para decirme que este viernes viene a Madrid y se
trae el diario. Julio está muy entusiasmado con lo del diario.
Independientemente de la investigación cree que podríamos publicarlo.
- ¿
Como historia de amor nacida bajo las balas de los nacionales? – pregunta
Vallejo como siempre un poco sarcástico.
- Pues
sí, tendrías que leer el diario para entenderlo. Hay una parte en la que habla
del miedo que sentía de perderla cuando estaban en la resistencia . Una vez la
detuvieron los de la NBS, los agentes holandeses fascistas y estuvieron a punto
de entregarla a los alemanes. Escribe que unos días antes le había hecho
prometer que si a ella le pasaba algo, que no se olvidara de buscar a Miguel y
decirle todo el amor que sentía por él y lo que le pesaba no habérselo podido
traer- Asunción hace una pausa y continua - Pero también como
testimonio de un brigadista que se jugó la vida por el gobierno republicano y
que perdió su nacionalidad al regresar a su país además de ser juzgado y
encarcelado como traidor a su patria por haber servido a un ejercito que no era
el suyo
- Es
cierto – comenta Bonilla – la mayoría de ellos, los que pudieron regresar lo
pasaron mal. En Estados Unidos les pusieron en la lista negra como comunistas.
- Algunos
ni regresaron, se unieron a los grupos de resistencia en Europa - vuelve a
comentar Asun.
- Te
veo muy impresionada por esa historia y muy enterada de la suerte de
los brigadistas ¿ quien te ha informado tan bien? – pregunta Vallejo de nuevo
- Supongo
que Julio – contesta Héctor- y sí, yo también he leído algunos fragmentos del
diario y la verdad es que me ha impresionado bastante.
- Gracias
cariño. Sí por Julio y algunos libros editados en el extranjero que
tenemos en la revista y que he estado leyendo.
- Para
vosotros el diario si Pilar está de acuerdo, nosotros lo de Miguel – concluye
Bonilla dando como cerrado el tema, dispuesto ya a cerrar el despacho.
De camino para casa Héctor le
cuenta a Asun lo que ha averiguado en Carabanchel y le propone ir con él el
sábado al pueblo de Avila.
- Podemos
hacer como en Salamanca para no levantar sospechas.
- Entiendo,
yo soy la periodista que quiere hacer reportajes sobre pueblos pintorescos y tu
eres el fotógrafo ¿ no es eso? ¿ Y Pilar? ¿ viene con nosotros?
- Si
ella quiere sí, claro, aunque confieso que cuando lo pensé en el despacho ella
no entraba en el viaje. ¿ Dónde se va a alojar?
- En
casa de mis padres. He hablado con ellos y están de acuerdo. Tiene que
compartir dormitorio con Irene pero no creo que la importe. Las dos se han
criado sin conocer a su madre y tienen como referente a sus abuelas.
- En
el caso de Pilar también a su padre.
- E
Irene a mi padre, no lo olvides.
- No,
no lo olvido cariño, tus padres se han volcado con Irene como si fueran sus
verdaderos padres .
- Oye
, cuando antes has dicho que Pilar no entraba en el viaje ¿ qué planes tenías?
- Pues
quedarnos a dormir en un hotel de por allí y el domingo visitar Los Toros de
Guisando, pasear por los pinares y disfrutar de nosotros.
- Entiendo
cariño y creo que podremos compaginar el trabajo con el ocio y Pilar no tiene
que ser un estorbo, no va a dormir en nuestra habitación.
- No
claro, pero no sé, no es lo mismo un fin de semana solos que acompañados.
- No
te preocupes mi amor, si la zona nos gusta volvemos tu y yo en primavera-
contesta Asun aparcando el coche.
Las lentejas de Felisa saben como
siempre, riquísimas, durante la comida hablan de Pilar y Trino asegura que
estarán encantados de tenerla en su casa durante una semana. Después del postre
y de ayudar a recoger la mesa suben a su casa .
- Creo
que me voy a echar una pequeña siesta antes de ir a por el coche. He comido
demasiado y me siento un poco pesado
- ¿
Quieres que te haga una manzanilla?
- El
mejor remedio sería que te echaras conmigo – contesta Héctor
- Me
encantaría pero.....
El sonido del
teléfono impide a Asunción terminar la frase y al
colgar le dice a su marido.
- La
siesta tendrá que esperar, Glen viene para acá.
- ¡Qué
oportuno!
- Pues
sí pero a mi me viene bien porque de verdad tengo que regresar ya a la revista
y he estado a punto de sucumbir a tus encantos de nuevo – responde Asun besando
a su marido mimosamente antes de dejar el salón.
De camino a la revista Asunción
recuerda el viaje que hiciera con Héctor a Salamanca, fue la primera vez que le
ayudó en un caso, la primera vez que bebió más de la cuenta y la conversación
que tuvieron sentados en un banco, en la plaza Anaya, frente a la facultad de
Filología, cuando ella preguntó por el supuesto huerto de Calixto y Melibea.
Recordaron la muerte de Chelo y como se sintieron todos, como su padre se quedó
sin ganas de seguir adelante y como entonces no entendía a su padre pero que
ahora lo comprendía muy bien , recuerda que le dijo aguantando la mirada de
Héctor sin pestañear con sus manos entre las suyas:
“
Sí, creo que si te pasara
algo a tí yo quisiera morir contigo y que si con mi vida salvara la tuya lo
haría gustosamente”
Y la respuesta de Héctor que no
se hizo esperar, con la voz entrecortada :
“Muchas gracias amor.. pero no lo
hagas, piensa en nuestros hijos ¿qué serían de ellos?. Si me pasa algo yo
prefiero que vivas por ellos, que juntos me recordéis con cariño pero sin
poneros tristes, sin luto y sobre todo que sigáis con vuestra vida así habrá
válido la mía para algo...No, no digas nada todavía, déjame terminar..te
confieso que mi vida sin ti tampoco tendría sentido pero por nuestros hijos
seguiría adelante, ¿ Me lo prometes?”
Y ella se lo prometió, después
continuaron el paseo por Salamanca y nunca más han tocado el tema pero el caso
de Pilar, el amor tan incondicional que sentía su padre por Rosario y la
mención a Salamanca se lo han hecho recordar y es que ella, al igual que
Robert, seguiría adelante por su hijos y no guardaría luto, solo en su corazón
y sería un luto sin fecha de caducidad porque esta felicidad y
plenitud que siente con su marido a su lado, y por la que no para de dar
gracias a Dios, jamás podrá volver a encontrarla junto a nadie que no sea
Héctor.
.
-
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