domingo, 7 de agosto de 2011

Vuelta al presente, capítulos 9 y 10


Capítulo 9


Acompañando a Serafín en Madrid.


Al poco rato de revivir mi pesadilla me encontré en Alcalá de Henares junto a Serafín . Había quedado con un viejo colega para hablar de tiempos pasados y en el momento de mi salto, Serafín recordaba algunas de las conversaciones que mantuvo con su madre  sobre la revista Suceso.
Aún guardaba el viejo álbum de recortes de su madre, un álbum de páginas ya amarillentas con  fotos hechas por su tío Fermín,  fotos que ilustraban los reportajes de Marcos de la Cruz, un álbum que hablaba de otros tiempos y que su madre jamás olvidó, a juzgar por las anotaciones que había hecho.

 No era el único álbum que conservaba como si fuera una joya, tenía otro, el que abriera Juan para guardar todos los reportajes que su mujer compartiera con Camilo Espinosa.

Sole le había contado a Serafín muchas cosas de Camilo y de Marcos. De este último estuvo un poco enamorada, (recuerda Serafín que su madre le dijo); también le contó lo de su novela, novela que descubriera mientras Marcos estaba en la cárcel y de como ella la pasó a máquina.. Camilo también escribió una pero acabó en la papelera, una verdadera lástima decía su madre pues tenía talento.


Su madre colaboró con Camilo durante un tiempo y luego vino el viaje a Alemania. Sole cerró la tienda de fotos y la familia se fue a Berlín en busca de un remedio para la enfermedad de Juan. Cuando regresaron Camilo ya no vivía en Madrid, ni trabajaba en la revista; en su lugar entró un primo suyo llamado Luis Espinosa.


Pasados los años Serafín comenzaría a trabajar como fotógrafo en una agencia en la que coincidiría con él.  Por aquel entonces Luis tenía 34 años y ahora, a sus 77 y con la mente aún bien lúcida, pasa sus días en una residencia del Henares dónde recibe visitas de cinco a ocho de vez en cuando.

Serafín aparcó sus recuerdos junto con su coche en la puerta de la residencia. Luis le estaba esperando y tras saludarse efusivamente pasaron al jardín dónde  hablaron  sobre el siguiente caso:

- La revista realizó una entrevista a la viuda del “judío ahorcado”, Joaquín Levi, como se le conocía en España, pero las autoridades se encargaron de retirar la revista de los puntos de venta  y fue una gran equivocación – le dijo Luis nada más empezar a hablar del tema.

-¿Por qué ? – le preguntó Serafín

-En la redacción se decía que la orden sólo podía venir de arriba, de muy arriba, de alguien muy amigo de los oficiales nazis y que no quería que le relacionasen como el benefactor de Johan Lemper. Una cosa era permitir reseñar una noticia de la prensa americana y otra que la prensa nacional investigase esa noticia y se hablara de ella durante mucho tiempo.

-Lo que no entiendo es por qué permitieron el resumen de lo que apareció en la prensa americana.

- En aquel tiempo se estaba tratando de lavar la cara a España y al regimen le vino bien publicar una parte, de esa forma demostraba que ellos no sabían nada oficialmente y que no les importaba devolverle si se lo pedían.. Nadie creyó la teoría del suicidio pero la policía no lo investigó más asi que la muerte de Lemper les vino de perlas. No tenían que extraditarle y no había cuidado de que se fuese de la lengua.

-¿Había teorías sobre quien pudo ahorcarle si no era un suicidio?

-Varias, por orden del mandamás que le ayudó o de los peces pequeños que le ayudaron a mantener la identidad de Joaquín Levi y le buscaron esposa; también podía haber sido camaradas de Lemper porque le consideraban un peligro o bien en el ámbito doméstico donde las cosas no parecían ir muy bien. Su esposa no tenía ni idea de su identidad pero siempre notó algo raro en su marido y desde el primer día le cogió antipatía, declararía a un compañero aunque eso no se mencionó en la entrevista prohibida.

-¿Por qué se casó con él entonces? – se interesa Serafín

-Creo que tenía fama de rojilla en el mundo del espectáculo, tenía una hija muy pequeña, una hermana a su cargo y su incipiente academia de baile no funcionaba como ella quería. Había mucha hambre y muy pocas ganas de bailar. La cosa cambió después pero al principio no conseguían alumnos. Se dice que algún conocido de la guerra, algún nacional con influencia le propuso el pacto: matrimonio a cambio de dinero y sin preguntas.

-Entiendo ¿se tenía alguna idea de quien podía ser ese nacional amigo de la viuda?

-Había rumores pero también había mucho miedo y no se atrevían a decirlo en voz alta aunque el de un tal Salvatierra tenía todas las papeletas.

- En las investigaciones que se hicieron y que nunca se publicaran, lógicamente, ¿oísteis hablar de alguna vecina del barrio que hubiera podido ser una víctima del tal Lemper?

-Algo se decía pero nuestro colega, Sancho López, amigo del periodista americano, se apresuró a desmentirlo y no se pudo probar nada.

Serafín se despidió de Luis Espinosa y al llegar a casa anotó el nombre del periodista americano: Steven Dayton. El reloj de su ordenador le recordó que en Venezuela debía ser medio día y llamó a Mario y yo volví a Venezuela..


Capítulo 10


De nuevo en Barcelona. Venezuela.


Al día siguiente, según mi mente,  era mi cumpleaños y Mario me propuso celebrarlo por la tarde con algunas amigas pero yo no tenía ganas;  a las 1o llegaría el comprandor con su mujer para ver la casa y en silencio esperaba que no les gustara y la compra no siguiera adelante pero no fue así.
La vivienda respondía a sus urgencias y su mujer se entusiasmó con la amplia cocina provista de todo tipo de electrodoméstico moderno, del tendedero con lavadora y del patio con su terraza con cocina de leña para hacer barbacoas. Quedamos en firmar el contrato al día siguiente y después ir a comer todos juntos.

Cuando la pareja se fue nos subimos al desván a recoger las cosas que queríamos rescatar. Una hora más tarde ya había conseguido hacer tres montones y poner orden en el caos: a la derecha las carpetas que me quería llevar, a la izquierda lo que iba a tirar y en el centro los juguetes y libros para la parroquia. Del montón de cuentos rescaté, El principito y la colección de los cuentos de los hermanos Grimm para Teresita.
Entre las cartas que guardaba mi padre, Mario encontró una muy interesante , era de su padre y su instinto de comisario se despertó al instante.

(Fragmento carta de Bonilla-Héctor. Asunto: J.Levi)

<<<.... Por la comisaria del centro corre el rumor de que a Beltrán le han prohibido investigar la muerte del tal Levi. Nadie se cree lo del suicidio. El cadáver presenta moratones y señales de haber estado atado,  faltan objetos según la viuda y la hermana de esta:  una maleta y un reloj que siempre llevaba encima. Todo indica que ha sido primero estrangulado y después ahorcado para simular el suicidio. Su muerte ha coincidido con un artículo en la prensa americana sobre su verdadera identidad y cargo en Alemania. Dicen que el periodista americano (muy conocido en el barrio y en el Asturiano) llamado Steven Dayton utilizaba sus reportajes costumbristas de tapadera. El americano iba en realidad tras  los pasos de un médico nazi llamado Johan Lemper.  Gobernanción ha permitido que parte del artículo se pudiese publicar pero ha dejado bien claro que su  muerte es un suicidio en toda regla y nuestro amigo Beltrán ha atacado la orden sin rechistar.....>>>

El padre de Mario continuaba contando más cosas pero ese trozo nos pareció realmente sorprendente y el asunto Lemper empezó a interesarnos, no obstante no tuve mucho tiempo para reflexionar porque ya no estaba junto a Mario sino en Holanda, en Tilburg.

En la Universidad de Tilburg. Holanda

Me uní a Jack cuando este entraba a la cafetería de la facultad y allí se encontró con Jaime. 

El día en que me encontré la agenda, Jack nos contaba que sus alumnos eran la prueba de la diversidad europea y a pesar de todo era más lo que les unía que los que les separaba. Las nacionalidades podían ser diferentes, los idiomas dispares pero las inquietudes eran las mismas y las diferencias entre norte y sur desaparecían en el campus e incluso dentro de los que compartían nacionalidad, las regionalidades pasaban allí a ser un motivo más de unión para presumir de un todo plural.

El diálogo que mantenía con Jaime en ese momento me obligó a dejar de lado mis recuerdos de esa mañana, no quería perderme lo que hablaban.

- Disculpad que interrumpa- le decía Jack- ¿Podría hacerte una pregunta, Jaime?  ¿Tus apellidos completos son Rodríguez López y los de tu madre López Hernández?

-Sí, es correcto ¿ Por qué lo quiere saber?- preguntó Jaime- ¿hay problemas con mi ficha personal?

-No, no, todo está bien, era pura curiosidad por un hecho causal, pero si tienes un momento te lo explico.

-Adelante, siéntese–le dijo Jaime a su profesor mientras sus compañeros se corrían en el banco para hacer hueco.

 -Hace unos días, unos amigos españoles, estuvieron en nuestra casa y aqui mismo se encontraron una agenda con el nombre de Almudena López y en la misma página el teléfono de esta facultad. Me lo comentaron y he pensado que a lo mejor podía ser de alguien que tu conocieras.

-Seguramente es la de mi madre aunque no me ha comentado nada. ¿Donde está ahora? ¿No la tendrá usted por casualidad?

-No, no la tengo yo y me temo que está muy lejos de aquí. Mis amigos están ahora en Venezuela pero si tu madre la necesita pueden mandársela por correo.

-No creo que la corra prisa, tiene otra pero si me da el teléfono de su amigo mi madre le podrá llamar, en enero vuelve a Madrid.

-No me parece mal la idea pero tengo que consultarlo con Mario y Ana. Nos vemos luego.

-De acuerdo.


De vuelta a Barcelona.Venezuela


Tras el diálogo regresé junto a Mario quien estaba leyendo el mensaje de  Jack y yo me apresuré a arreglarme para ir al notario.

 Antes de salir de casa tuve tiempo de retirar las fotos y los objetos personales que recordaban nuestro pasos por la casa. Miré bien en todos los cajones y me cercioré de que no me olvidaba nada. Los nuevos dueños se quedaban con la mayoría de los muebles y aunque no me gustaba mucho la idea reconocía que era lo mejor. No habría podido vaciar la casa en 24 horas.

Después de firmar el contrato nos dirigimos al restaurante como habíamos acordado.  Al entrar pasamos directamente al patio, sentado en una de las mesas se encontraba Richard Dayton, padre de Walter y profesor de historia de la Universidad de los Angeles, recién venido de una conferencia que había dado en Colombia.

Durante la comida hablamos de todo; tanto Richard como Walter eran grandes interlocutores. Animado por el buen ambiente Mario les preguntó por el apellido que tanto nos había llamado la atención:

-Perdonad mi curiosidad, ¿ el apellido Dayton es muy común en Texas?

-Hay varios Dayton pero no es un apellido muy generalizado ¿por qué?- pregunta Walter

-Es que  coincide con el de un periodista que estuvo en Madrid en los años 50 en el que estamos interesados últimamente.

- Muy interesante – comenta Richard y continua diciendo- El nombre proviene de una pequeña localidad texana en la que de siempre ha habido presencia mexicana y en cuanto al periodista me gustaría saber más, si no te importa Mario .

No me quedó más remedio que contarles mi sueño en Holanda y el descubrimiento de la carta del padre de Mario a mi padre y cuando terminé me contestó así:

- Gracias, Ana, repito que es todo muy interesante y sorprendente si se cree en las casualidades y yo creo en ellas. Es mi modo de ver la historia cuando la ciencia u otros factores no me dan una explicación más lógica y ahora estoy ante uno de esos casos históricos. Steven Dayton y mi padre Richard Dayton sr. eran hermanos, los dos estuvieron en Europa y formaron parte de los aliados que liberaron algunos de los campos de Polonia. Steven ya había estado con anterioridad en Madrid con la brigada Lincohn.

-Steven-continuó Walter- entró en Auschwitz y nunca pudo olvidar lo que allí vio. Tras el proceso de Nürenberg decidió colaborar en la persecución  de todos aquellos que consiguieron escapar y que no pudieron ser juzgados para pasar la información al estado de Israel.

-En su larga lista de nazis por encontrar, se hallaba el de Joham Lemper – intervino Richard completado la información- y sus últimas pesquisas le situaban en Madrid. Steven había encontrado la excusa perfecta para su editor: reportaje sobre el Madrid de la postguerra y su inminente ingreso en la ONU. Una de las revistas de sucesos que pertenecía a la misma editorial le dio el nombre de una tal Sole que tenía un estudio de fotos en una plaza de barrio en Madrid. La revista americana había publicado un caso cubierto por Camilo Espinosa con fotos de Soledad Gálvez.

-¿El estudio de la amiga de tu madre, Ana? – me preguntó Walter

-Sí, el estudio de foto del que hablaba mi abuela Carmen y que luego alquiló mi madre para abrir su tienda de moda pero ¿ Cómo sabéis todo con tanto detalle?

-El artículo de mi tío –dice Richard- levantó ampollas en América y casi le pasa factura a mi padre. Si los nazis eran odiados los comunistas también y mi tío lo era. Mi padre guardó todo lo publicado sobre Joham Lemper y a la muerte de mi tío se hizo cargo de su estudio. Su legado pasó a mi padre y el lo ha compartido conmigo. Entre sus cosas hay un diario y una ficha de Joham Lemper con cosas de sus familia.

-No me atrevo a preguntarlo-dijo Mario que había permanecido todo el rato callado-, no me atrevo, repito , a preguntarlo pero ¿Podríamos leer el diario y ver las fichas?

Walter y Richard se miraron y sin mediar palabra, sólo con el gesto, acordaron consentirlo con dos condiciones.

-Si prometéis que no vais a publicar nada de lo que leáis os lo puedo dejar. Nos podemos acercar a casa de mi suegro, está en una de las habitaciones con todas las cosas de la mudanza, ah! Tampoco puede salir del salón de la casa.- dice Walter.

-Prometido, palabra de comisario retirado –contestó Mario.

1 comentario:

  1. Muy bien!
    vaya manera de enlazar temporadas. A ver qué cuenta Steven en su diario.

    ResponderEliminar