domingo, 28 de noviembre de 2010

Madrid, mayo del 68 Capítulos XIII y XIV

Capítulo XIII


Amanda lleva unos días nerviosa, hoy más que ayer por la inminente llegada de Sandra. Mañana, 6 de junio, a las 3 de la tarde aterrizará su avión y ha quedado con Agustín para ir juntos a Barajas.
Como no puede estarse quieta se ha puesto a limpiar el ático aunque no le cunde mucho, lleva toda la mañana con la puerta de la terraza y las ventanas de la sala. Con cada movimiento que hace con la esponja, pensamiento que viene a la mente:  “Ya no hay marcha atrás, Carlos sabe la verdad y ahora le toca a Sandra”. “¿Cómo se lo voy a decir?´´ .
Aunque lleva unos cuantos días practicando no sabe aún como empezar y Agustín no estará a su lado, esta vez no, por primera vez no puede contar con su ayuda; no se ha opuesto a que uno y otra sepan la verdad pero él no quiere estar delante.
Sigue enjabonando la puerta y ahora recuerda la conversación que tuvieron en la terraza y la extraña sensación que se apoderó de ella, entre alivio y culpa, cuando Agustín se despidió con un beso y regresó al piso, al que había sido de los dos y que oficialmente así seguía siendo, pero que a partir de ese momento sería su piso y en el que Sandra se alojaría mientras estuviera en Madrid.
Una sonrisa aflora a sus labios al revivir palabra por palabra la larga charla y como en muchas ocasiones, durante todos estos años, se quedaría con la rabia de no poder discutir con él; siempre estaba allí: solicito, comprensivo, cariñoso y paciente. Era imposible enzarzarse con él en una pelea verbal pero el otro día....el otro día fue diferente.
Nada más entrar se dio cuenta de que algo pasaba, no era el mismo Agustín que dejó en el piso de General Mola, su mirada seguía siendo cálida pero había una luz desafiante que nunca antes había visto en él y que le gustaba.
Amanda deja la esponja y se prepara un café que se toma en la cocina y allí sentada sigue recordando parte de la conversación con Agustín.

.- Hola, Agustín, pasa. He preparado una merienda y como hace buen tiempo la tengo en la terraza, espero que no te importe ¿verdad?

.- En absoluto, hace una tarde estupenda y en tu terraza se está muy bien, es lo que tienen los áticos, unas terrazas expléndidas.

.- Tienes razón, no nos podemos quejar de la terraza en General Mola pero está es mucho más grande y tiene una vista maravillosa sobre todo de noche, cuando todas las luces iluminan el arco .. bueno, no hemos quedado para hablar de terrazas ni de vistas. ¿Cómo estás? Apenas nos hemos visto desde que me vine aquí.

.- Bien Amanda, impaciente por ver a Sandra y por saber que tienes que decirme.Yo también he pensado mucho en estos días y hoy me he dado cuenta de muchas cosas pero...habla tú primero.

.- Tienes razón, yo te he llamado y tengo cosas que comunicarte pero ahora que te veo delante de mi no se por donde empezar. A lo mejor es una imaginación mía pero te noto diferente. ¿ Ha pasado algo?

.- Ya te lo he dicho, hoy he visto las cosas muy claras y aunque me gusta estar contigo creo que deberíamos ir ya al grano.

.- Como quieras. Verás, he pensado que Sandra tiene derecho a saber la verdad y Carlos también. Para Sandra tu eres su único padre y quizá sea un golpe pero no es justo que le privemos de conocer a su padre biológico ahora que ha vuelto y que no fue su culpa el no poder ejercer de padre.

.- Yo también lo creo así Amanda. Lo entenderá si se lo cuentas sin ocultarle nada. Carlos ya no es una sombra, es una realidad y Sandra es lo suficientemente adulta como para decidir por ella misma si quiere conocerle o no.

.- ¿No quieres que se lo contemos juntos?

.- No, esta vez no.Si quieres que lo comprenda tendrás que hablarle de tus sentimientos por Carlos sin tapujo, contarle todo lo que paso sin ocultar detalle y es mejor que yo no esté delante.
Yo ya hablaré a solas con ella cuando venga a mi, porque vendrá.

.- ¿ Qué va a pasar con nosotros dos?

.- No lo sé Amanda. Antes te he dicho que lo he visto todo claro y prefiero que sigamos así, cada uno en su piso. Sabes que te amo tanto o más de lo que tu puedas haber amado o ames a Carlos y mis sentimientos por ti no van a cambiar pero ya no me conformo con ser tu mejor amigo, consejero y confidente. Ya no Amanda. Tienes el camino libre, aunque legalmente no sea posible, por mi parte puedes irte con Carlos si así lo deseas y él lo quiere.

.- No,con Carlos no.Como bien dices Carlos ya no es una sombra ni un recuerdo que idealizar.Yo también me he dado cuenta de que es mejor no compartir mi vida con él,le sigo amando, es verdad, creo que siempre lo haré pero su vida es el partido, y la mía esta aquí, en Madrid, trabajando para su partido si me acepta como abogada pero sin ser su pareja. Esto no quiere decir que no sienta nada por ti, no te amo de la forma que tu esperas pero te equivocas si piensas que solo eres o ha sido mi amigo y confidente. Siento muchas cosas por ti y te echo de menos cuando no estamos juntos y quizá, sin prometerte nada, deba empezar a conocerte de verdad, tengo delante de mi a un nuevo Agustín aún por descubrir.... si me dejas.

.- Siempre podemos intentarlo de nuevo pero sin prisas. No nos vamos a perder de vista..y hay otra cosa ¿vamos juntos a recoger a Sandra o prefieres que vaya yo solo?

.- No, vamos juntos..,,¿tienes la habitación preparada?

.- Por supuesto Amanda, me arreglo bien con las cosas de la casa y además la asistenta viene todos los días por la mañana.

Las ventanas no se limpian solas, se dice Amanda y se levanta de la mesa de la cocina y va a terminar la tarea que ha empezado y que no le gusta nada. Los churretes no desaparecen y decide secarlos con páginas del periódico de la mañana. Mientras seca no deja de pensar en el siguiente paso que dio cuando Agustín se marchó. Dejó en la pensión de Carlos un recado y al día siguiente, a la hora de comer, se vio con él en un restaurante cerca de su casa en el que ella suele comer últimamente si no lo hace en la Universidad.
El restaurante es grande y tiene bastante reservados en los que se puede comer y hablar sin necesidad de que el de la mesa de al lado siga la conversación. La comida es casera pero también se pueden pedir platos de alta cocina francesa.
Carlos dejó de lado el Coq au vin y prefirió el cocido madrileño al igual que Amanda.
A los postres ya le había puesto al corriente y Carlos no parecía sorprendido, la sorprendida fue ella cuando Carlos le confirmó que ya lo sabía, que lo supo en cuanto vio la foto de su boda publicada en Garbo.
Con el café se pusieron de acuerdo en esperar la reacción de Sandra. Carlos no movería ficha, tendría que ser Sandra quien le buscase a él.
De camino para su casa Carlos le preguntó:

.- ¿ Os vais a separar oficialmente  Agustín y tú?


.- No, oficialmente no, pero sí, nos hemos separado de mutuo acuerdo para intentar volver a encontrarnos y a ser posible como hombre y mujer. ¿te extraña?

.- Lo siento, pensé que durante estos años habíais sido felices y en parte me considero responsable de lo que os ha pasado. Me alegro de haber vuelto por Sandra pero siento que mi vuelta sea la causante de vuestra separación.

.- No lo sientas, no tiene ningún sentido. Gracias a tu vuelta quizá podamos empezar de verdad. Carlos tu siempre tuviste razón: lo nuestro no podía ser ni entonces ni ahora. Nuestro amor, al menos el mío seguirá en pie pero debemos seguir nuestro propio camino y dejad abiertas las puertas a otros amores. ¿Sabes que Patricia está bastante loquita por ti?

.- ¡Seguramente!, no digas tonterías. Patricia es muy buena amiga y nada más, No está interesada en mi amorosamente pero en lo demás tiene razón. Lo que vivimos fue corto pero hermoso y tenemos a Sandra como prueba de ello. No se si volveré a enamorarme de una mujer como lo hice contigo pero mi vida hace años que no me pertenece a mi.....¿Estás segura en lo de Patricia?

El chirriar del papel en la ventana la devuelve a la realidad. Se acabó, tiene que darse prisa en acabar con las ventanas y para evitar volver a las andadas pone la radio y canta con Cliff Richard “Congratulations” de paso que decide ir por la tarde a ver West Side Story, todos dicen que es muy buena.



Capítulo XIV


Pedro y Montse salen del cine Gran Vía, acaban de ver No somos de piedra y nos les ha gustado mucho. Hablando sobre la filmografía del director de la cinta llegan a la cafetería San Bernardo donde se sientan a tomar algo antes de irse a casa. Son casi las nueve de la noche y Montse tiene que estar a las diez en casa. El tema de la película le recuerda a Montse algo con lo que no está de acuerdo, que ya ha comentado a Pedro y que no se quita de la cabeza.


.- ¿ Crees que debo consultar a Patricia?-le pregunta a Pedro mientras éste pide una coca-cola y una caña al camarero.

.- No sé si ella podría ayudar, quizá sería mejor preguntarle a Don Agustín, creo que su mujer podría asesorar mejor en estos casos.

 .- ¿Qué tenéis que consultar?-pregunta Miguel acercándose a la mesa.

 .- Hola, ¿y tú de dónde sales?- dice Montse

.- De la nada, es broma..he entrado casualmente a hacer una llamada y al darme la vuelta os he visto. Estaba predestinado que iba a acabar la tarde con vosotros- ríe Miguel.- bueno, ¿ de qué hablabais tan seriamente?

 .- Montse te lo puede contar- dice Pedro

 .- !Se va a cometer una injusticia  y mi familia es la responsable!- suelta Montse

- ¡Montse, chica, para, para! Como no te expliques mejor, no me entero de nada- dice Miguel

 .- Tienes razón, perdona...Pues resulta que la chica que tenemos en casa tiene un novio que está hacienda la mili y todavía le faltan 9  meses para acabarla. El joven está en Melilla pero hace dos meses tuvo un permiso y ahora Conchi ha descubierto que se ha quedado embaraza y mi abuela le ha dicho que se vaya buscando a donde ir porque a finales de mes tiene que dejar nuestra casa. La joven solo tiene unas tías en un pueblo de Extremadura y no quiere regresar al pueblo porque sabe que todo el mundo le va a señalar con el dedo. Mi abuela ha pedido a mi tío que le arregle un permiso al chico para que se casen cuanto antes, así podrá regresar al pueblo como una mujer casada en lugar de como una posible madre soltera y mi tío está dispuesto a ayudar a la infeliz, como él mismo dice.
.- ¿Y cual es el problema? –pregunta Miguel que sigue sin entender
.- El problema es la injusticia que se va a cometer,¿ por qué una chica embarazada no puede seguir trabajando como hasta ahora? , ¿ de qué van a vivir si el chico todavía está en la mili?, ¿ quién va a correr con los gastos de los médicos si se queda sin trabajo?. Mi familia no quiere, la despiden y adiós, no es problema nuestro,que se lo hubiera pensado mejor antes de meterse en la cama con el novio, dice mi abuela. No sabéis la que armó, con lo católica y apostólica que es ella. Invocó a todas las vírgenes y santo que conocía, no podía dar crédito ¡la chica de servicio embarazada! ¡qué pecado! ¡qué vergüenza! Etc, etc...y luego la tuvo conmigo porque me opongo a su despido.

.- Visto así quizá tengas razón ¿pero que piensas que un abogado puede hacer?
.- Defender los derechos de Conchi , ¿te parece poco?
.-¿Cómo?
.-Demandando a mi familia.
.-¿En qué país y en qué siglos te crees que vives Montse? No sé  si en alguna parte del mundo un abogado podría hacer algo pero en España seguro que no. ¿Tenía Conchi un contrato de trabajo con tu abuela?
.- No, las chicas de servicio no tienen contrato.
.-¿Entonces? ¿ que argumento vas a utilizar para la demanda? Me temo que incluso el quedarse embarazada puede ser causa de despido teniendo incluso un contrato de trabajo,máxime cuando la chica es soltera.
.- Así que tú lo ves igual que Pedro. !Menuda conciencia social que tenéis los dos!. No hay derecho a que pasen estas cosas. La culpa es siempre de las chicas  y…
.- Calma Montse, no estamos contra ti y yo no pienso que las chicas tengan siempre la culpa de los embarazos. Tu tío se va encargar de casarles y seguro que en el pueblo la familia la ayudará y será solo por unos meses hasta que el novio regrese y se ponga a trabajar.
.- No me convences, tiene que haber algo que pueda hacer.
.- Pues habla con Patricia, quizá ella te pueda orientar.
.- Tú también con Patricia-dice Pedro
.- Sí, me parece una chica muy preparada y además es feminista. Un abogado no puede hacer nada pero entre las feministas seguro que habrá alguien que pueda aconsejar a Montse.

.- También lo es la mujer del profesor Sepúlveda y además es abogado

.- Es cierto pero me parece que la sra. Sepúlveda tiene ahora otras preocupaciones.
¿No os habéis dado cuenta de que ya no vienen juntos?

En ese momento se hace el silencio en la cafetería, los clientes y camareros miran a la pantalla de la televisión que reposa en una repisa en lo alto, sobre el mostrador de bar.
“ Según una noticia de última hora, a las 12 y 10 de la mañana, hora de Los Angeles, el senador por Nueva York y candidato a la presidencia Rober Kennedy ha sufrido un atentado cuando abandonaba  el Hotel Ambassador. El hombre que le disparó varios tiros con un revólver ha sido detenido. Robert Kennedy ha sido trasladado al Hospital donde ha ingresado con vida pero en estado muy grave....””
Todo el mundo escucha atónito la noticia y se miran perplejos

.- !Qué horrible!, dice Pedro. En Abril Martín Lutero King y ahora Bob Kennedy. !qué primavera que tenemos!

.- Ni que lo digas. El otro día oí en la televisión que 1968 había sido declarado Año Internacional de los Derechos Humanos, y mira por donde, a los pocos meses matan  al más carismático defensor de los derechos de los negros, y hoy  al segundo de los Kennedy’s  y quién sabe a quien matarán mañana , dónde y por qué.

.- No ha muerto- dice Montse tímidamente.

.- No, aún no pero seguro que mañana nos despertamos con la noticia de su muerte.

.- Vamos a pagar, quiero irme a casa, no me encuentro bien, dice Montse.

.- Ya pago yo, dice Miguel. Nos vemos mañana.

.- Gracias, hasta mañana
Los chicos sale de la cafeteria y andan en silencio hasta la glorieta de Bilbao donde Montse vive y allí en el portal se despiden con un beso y un buenas noches. Montse está realmente afectada con el atentado y con todo lo que está sucediendo en lo que va de año y por vez primera, en muchos meses, echa de menos realmente a su madre.



Carmen sigue leyendo los capítulos según los va escribiendo Beatriz como habían acordado y no sabe si la idea de que Patricia se quede con Carlos le gusta mucho, a ella en particular le cae mejor Amanda...Beatriz tendrá sus argumentos, piensa finalmente y recuerda la conversación que tuvieron con Mario y su madre sobre la repercusión de los asesinatos de estas figuras históricas. Ellos eran muy conscientes de que sus muertes sembraron en los jóvenes de entonces muchas inquietudes y ayudaron a cambiar, paradójicamente, muchos estereotipos y clichés sobre el pueblo americano....pero ¿ y la generación de sus abuelos? ¿tuvieron ellos conciencia de lo transcendental que podían ser a lo largo de la historia?. Preguntas en el aire pues la última de esa generación no hacía mucho que les había dejado.

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