domingo, 2 de enero de 2011

Madrid, mayo del 68 Capítulos XXIII y XXIV


Capítulo XXIII

Son las 6 de la tarde y una somnolienta Sandra se incorpora en el sofá, mira a su alrededor un tanto despistada y en seguida se da cuenta de que está en casa de su madre; recuerda como se quedó dormida después de hablar con Ramón y como esa misma mañana fue al médico. Su madre le acompañó e insistió para que se quedase a comer con ella. El embarazo progresa muy bien – había dicho el médico- todo marchaba fenomenalmente y a finales de noviembre creía que podría nacer la criatura.
Sandra se levanta perezosamente y pasa al cuarto de baño a asearse un poco y allí se sorprende mirándose en el espejo, contemplando su tripita de cinco meses que ya no pasa desapercibida y la causante de que sus viajes de trabajo hayan terminado pero ilusionada por la causa.Hace unos días que ha vuelto de Egipto y sin Ramón; las mini vacaciones que habían planeados se han estropeado gracias al golpe de estado en Irak. Mientras ella regresaba a Madrid su marido volaba a Bagdag . “”El Consejo Revolucionario cuenta con el apoyo de la mayoría de los militares y del partido Ba’ah, este partido va ganando adeptos en todo  Irak - le ha comentado Ramón en la breve charla que mantuvieron antes de quedarse dormida- el lunes puedo estar ya en Madrid, la revolución se ha hecho sin sangre y no se esperan problemas””.
.- ¿Ya estás despierta? – dice su madre desde la puerta de la terraza sacándola de sus recuerdos.
.-Eso parece, perdona que me haya quedado dormida, en los últimos días tengo sueño y hambre a todas horas.
.-Es normal Sandra, recuerda lo que te ha dicho el médico, el calor rinde a cualquier y a las embarazadas aún más, no tienes porque disculparte, al revés, aprovecha ahora que puedes para hacerte la holgazana, después no vas a tener tanto tiempo libre. ¿Te apetece un refresco? En la terraza se está ahora muy bien,
Sandra se reune con su madre en la terraza y se pone cómoda en un gran butacón.
.- Cuéntame ¿qué te ha dicho Ramón?- pregunta su madre.
.- No hemos hablado mucho, la comunicación no era muy buena pero el lunes vuelve. Ha llamado para saber lo que el médico había dicho y sobre la situación en Bagdag no hay mucho que contar, todo está bajo control y el pueblo parece aceptar al nuevo presidente y a su vicepresidente un tal Sadam. De este último ya habíamos oído hablar mucho en Egipto como una joven promesa y además es un buen amigo del presidente Nasser.
.- El tiempo nos dirá si el cambio ha sido para bien o para mal. Me temo que Oriente Medio siempre será una preocupación para Occidente pero lo importante es que Ramón vuelve el lunes y volvéis a estar juntos.
.- Sí aunque quizá por poco tiempo, la situación en Praga se agrava cada vez más y quizá tenga que ir dentro de poco para allá.
.-¿No te cansas de que viaje tanto?
.- Hasta hora casi siempre íbamos juntos pero la contestación es: no. Lo entiendo perfectamente y además ya  sabía antes de casarme que Ramón no era un periodista de despacho y redacción. El necesita vivir la noticia, palparla, analizarla en primera línea y divulgarla tal y como es; sería un crimen pedirle que hiciera otra cosa,  no todo el mundo tiene la suerte de trabajar y disfrutar con su trabajo como él lo hace.
De todos modos ya ha dicho en el periódico que a partir de octubre y hasta el nuevo año no va a salir de España, no se quiere perder el nacimiento de su bebé por nada del mundo y hasta dice que quiere estar presente en el parto.
.- Entiendo y ¿Có...mo has dicho? ,¿presente en el parto?. ¿Cómo se le ocurre esa idea? Me temo que no va a ser posible, aqui no es costumbre.
.- Ya lo sabe pero lo va a intentar y a mi también me gustaría. Un corresponsal holandés le contó la experiencia con su primer hijo y le ha contagiado su entusiasmo.
.- ¿Es normal en Holanda?
.- Se está poniendo de moda pero la mayoría de los partos suceden en casa y no en el hospital aunque ya hay hospitales que permiten la presencia del padre en el alumbramiento.
.- No me imagino a Agustín en un parto, cuando tu te empeñaste en salir una semana antes de la que el médico había dicho, era un manojo de nervios, no daba pie con bola y ni tan siquiera cerró la puerta del piso, menos mal que la vecina vio la puerta abierta y la cerró- ríe Amanda y continúa- luego en el hospital estaba él más blanco que las mismas paredes y en la sala de espera, según me dijo, se unió a los paseos de otros padres y aceptó todos los pitillos que le daban.
.- Nunca me habías contado nada de esto y me gusta oírlo... supongo que no fue fácil, no teníais familia y las circunstancias tampoco eran las adecuadas pero..¿Te imaginas a Carlos en una sala de parto?
.-¿A Carlos? Ahora que lo dices sí, pero no en un hospital, en un parto casero sí, creo que sabría controlar perfectamente sus nervios y hacerse dueño de la situación aunque después de que la criatura hubiera nacido se viniera abajo pero ¿por qué se te ocurre pensar en él ahora?
.- Por algo que me ha escrito en la carta. Sabes que mandó una carta a través del periódico a Egipto, ¿ o no?.. creo que te lo he dicho, al menos a papá se lo dije antes de que se fuese de vacaciones.
.- No, a mi no me has dicho nada Sandra. Carlos me lo comentó antes de regresar a París, pensaba en contestar a tu carta pero no estaba segura de que la hubiese escrito. ¿Cuándo la has recibido?
.- Perdona mi olvido pero como siempre todo pasa al mismo tiempo aunque no sea una excusa muy válida. La recibí el 13 de julio justo cuando volvíamos de recoger los billetes para volar el 16 de julio. Me quedé un tanto sorprendida cuando la vi, no me lo esperaba y no la abrí hasta unos días más tarde. La guardé en mi bolso junto con los billetes y el mismo día 16 llegó la noticia del golpe en Irak, Ramón tomó otro avión y yo tuve que esperar en el aeropuerto una hora hasta que el mío saliera y allí abrí la carta..de verdad que creía habértelo dicho en el taxi cuando fuiste a recogerme.
.- No tiene importancia Sandra, se te olvidó con todo lo que tienes encima pero ¿Cuándo se lo dijiste a tu padre?
.- El 15 de julio hablé con él, me llamó para desearme buen viaje, su vuelo a Nueva York también salía el 16 y me aseguró que a principios de septiembre ya estaría de vuelta, volvió a repetirme que no nos preocupasemos por buscar una vivienda a toda prisa que podíamos quedarnos en el piso todo el tiempo que quisieramos y que me echaría cada lunes una carta por correo urgente para matenerme al corriente de su viaje de costa a costa y no me perdiese nada. ¿No has hablado con papá antes de irse?
.- Sí, claro, pero no estaba muy comunicativo y tenía mucha prisa....le noto muy cambiado, no entiendo la urgencia por hacer este viaje y además Patricia le está acaparando mucho en las últimas semanas, no sé, pero no termina de gustarme esta mujer.
.- Yo sólo la he visto una vez y aunque me hizo varias preguntas prefiero no juzgarla todavía..¿por qué no entiendes el viaje de papá?
.- Si ha tenido que esperar tanto años  ¡que más le daba esperar hasta que naciera su nieto!
.-Mamá no eres justa ahora con él...ese viaje lo tenía preparado cuando te conoció y lo aplazó por ayudarte y he sido yo la que le ha animado a hacerlo ahora. Necesita cambiar de aires y conectar con otra forma de vivir. El viaje de costa a costa quizá no le dé tiempo pero estoy segura que al Gran Cañón si va a ir.
.- Quizá tengas razón pero ¿qué puede tu padre aprender de los hippies y de ese Kerouac?
.- Quizá nada porque la cultura hippy no es su objetivo, la naturaleza y la cultura india es lo que le fascinaba y sigue fascinando. Mamá creo que le va a venir muy bien y de paso quizá se encuentre consigo mismo por un lado y por otro, Patricia le dejará en paz durante unas semanas....por cierto ¿cuándo regresan de Francia?
.- Patricia la semana que viene creo y Carlos aún tardará un poco.
.- ¿Tienen un congreso o las cosas no marchan bien?
.-No lo sé Sandra, creo que hay una corriente a favor de que la URSS termine con la primavera de Praga y la corriente que se opone a los tanques soviéticos, pero no me hagas mucho caso, no estoy dentro del partido.
.- Sí, algo así me ha dicho Ramón de ahí que tema que tenga que ir a Praga...hay rumores de que Rusia no tardará mucho en enviar los tanques, en fin..creo que contestaré a Carlos y le enviaré la carta al poste restante que me ha dado.
.-También puedes hablar con él por teléfono cuando quieras, yo tengo un número de contacto.
.-No, prefiero la correspondencia, me gusta analizar la forma que tiene de expresar sus sentimientos y estudiar su caligrafía.
.-¿Y qué te dice su caligrafía? Si se puede saber
.- No soy ninguna experta en ese tema pero tengo una compañera que es muy aficionada y me ha explicado algunas cosas y..según el rasgo de algunas letras es una persona muy lógica, práctica y cautelosa; según los rasgos de otras letras reprime su espontaneidad y su emotividad pero también es una persona muy relajada y afable...¿no te ríes?
.-No, algunas cosas son aplicables a Carlos, sin duda alguna, pero espera a conocerle personalmente y entonces vuelve a analizar su caligrafía ¿vale?
.- ¿ A quien echas más de menos ahora, que no están ninguno de los dos?-pregunta Sandra evitando contestar a su madre.
.- A los dos Sandra. A tu padre porque le quiero y le estimo mucho y además estoy muy acostumbrada a su compañía y a Carlos, para que te voy a engañar, porque su presencia me llena plenamente y...
.- Vale, vale, ya lo entiendo, no necesito saber todos los detalles. Te entiendo pero me duele oir ciertas cosas, perdona mi brusquedad.
.-, No cariño, perdona tú,  me he dejado llevar... cada vez que hablo contigo siento que puedo hablar de todo y que además de ser mi hija eres mi mejor amiga.
.-Gracias mamá por tu confianza – dice Sandra levantándose del butacón de la terraza y disponiéndose a despedirse- ¿quedamos mañana de nuevo?
.- ¡Por supuesto! Me encanta la idea de ir a comprar ropa de bebé y mirar cunitas, ¿estás segura que no te quieres quedar aqui? El piso de General Mola es muy grande para estar sola.
.-Segura mamá.-contesta Sandra dándole un beso y un abrazo a su madre.


Capítulo XXIV

Al llegar a casa de su padre Sandra abre el buzón y recoge una tarjeta postal que había en él. La tarjeta es de Patricia, una imagen del Sacré Coeur y no dice gran cosa. Al subir se pone cómoda y se prepara algo ligero para cenar. Regresó a casa andando y  la caminata le ha abierto el apetito; el paseo le ha servido para seguir recordando el breve encuentro que tuvo con Carlos y piensa en la carta.
Sobre la mesa del salón ha dejado la postal de Patricia y allí también está la carta que su padre le había dejado a ella y al lado, la de Carlos. Con el plato de la cena en la mano se sienta en el salón y pone la televisión, las noticias en el canal UHF están a punto de empezar. Después de las noticias y mientras espera a que empiece el programa Luces en la noche  con Los Canarios, lee la carta de Carlos.

Madrid 11 de julio de 1968


Querida Sandra,


Permíteme que te llame así, que yo si empiece llamándote así. Te aseguro que no es un encabezamiento convencional o al uso sino una palabra muy sentida porque desde que me enseñaron, hace ya unos meses, un recorte de la noticia de tu boda y vi tu foto ya sentí que había perdido otra batalla, la segunda de mi vida, la primera al poco tiempo de conocer a tu madre y la segunda nada más ver tu foto. No me digas ¡qué exagerado! porque es la verdad..empecé a soñar con un imposible sabiendo que no tenía derecho a nada y no esperaba que pudiera conocerte en persona.
Gracias por tu carta, gracias por darme esta oportunidad de escribirte pero por carta no puedo contarte casi nada de lo que quisiera contarte. ¿lo entiendes?
Desde que tu madre confirmó mis sospechas no he dejado de dar vueltas una y otra vez al pasado, no paro de pensar si hice bien con la decisión de dejar a tu madre en Madrid, si no hubiese habido otra manera de traerla conmigo sin correr riesgos, sin poner su vida en peligro y siempre me digo lo mismo: no la había.
Sandra, no sé si alguna vez podrás entenderlo pero la vida de tu madre era más preciada que la mía, jamás me hubiese perdonado que le  pasase algo y mi vida en ese momento colgaba de un hilo;  Agustín era la única persona que podía ayudarnos, él también la amaba y la protegería, sabía que podía confiar en él . Lo que pasó después te lo contaré en persona si me das esa oportunidad.
Sandra, cuídate mucho, no sabes lo que me gustaría poder ver nacer a mi nieto, ¡mi nieto!, la palabra comienza a sonarme a música pero no se lo digas a nadie, guardame el secreto, no quiero que se sepa que soy más blando que un pan recién horneado. Lo digo en serio, futura mamá, sé que no va a ser posible pero ya que no pude estar junto a tu madre me gustaría estar contigo ...me pondré en la lista que encabezará tu marido, Agustín , tu madre y yo.
Recuerdos a tu marido a quien también me gustaría conocer en persona pues sus reportajes me los sé ya casi hasta de memoria.
Sandra si hablas con tu pequeñín díle que este abuelo vagabundo le manda un besito y otro a su mamá.
C.S.R

Las primeras notas de Get on your knees comienzan a sonar cuando Sandra deja la carta y se concentra en la pantalla de la televisión y piensa en Ramón, a él le gusta mucho este grupo y recuerda como lo descubrieron en la película de Carlos Saura, aunque ya habían oído hablar de ellos durante su viaje de novios por Canarias, lugar al que tienen que volver porque aún quedan islas por conocer.
Cuando el programa acaba, apaga el televisor y vuelve a la mesa del comedor, todavía no tiene sueño y tiene dos cartas que contestar, la de Carlos y la de su padre.
La de este último tiene como destino la mesilla de noche de la alcoba de su padre y la segunda un buzón de correo en una oficina francesa. Antes de empezar vuelve a leer la carta de su padre:


Madrid 15 de julio de 1968

Querida hija,


Acabo de hablar contigo y ya te escribo la primera carta de las acordadas. Gracias por no declararme loco de remate  y animarme a realizar este viaje sin que me sienta culpable. Tenías razón, quizá todo ha llegado cuando todos estábamos más preparados y a tiempo de retomar las ideas o sentimientos que habíamos aparcardo por las circunstancias.
Aprovecha bien estas semanas sin tu viejo para conocer bien a Carlos y no la hagas por nosotros, hazlo por ti misma, es decir, porque sientas la necesidad de conocerle y estés dispuestas a quererle.
No te inquietes por Patricia, no hay nada entre nosotros y no creo que yo le interese tanto, sólo busca compañía fuera del partido, una compañía con la que no tenga que estar siempre disimulando, se siente sola y la soledad es muy mala consejera.
No te cuento en que caso hemos trabajado juntos porque Montse quería contártelo personalmente a la vuelta de sus vacaciones.
En cuanto a tu madre tampoco te preocupes, ya no es la jovencita por la que decidimos y tiene el camino libre. A mi regreso, si lo desea, podemos arreglar nuestra separación jurídicamente.
Sandra, tú y Ramón podéis quedaros en el piso, en realidad es tuyo puesto que era de mis abuelos y tu eres mi única heredera, no busquéis más, ya buscaré yo algo más pequeño y cerca de vosotros.
Te quiero mucho y sigues siendo mi niña pequeña, no lo olvides,  aunque ya casi seas madre. Te prometo cuidar de tu cámara y utilizarla para inmortalizar el Gran Cañón como me has pedido y la reserva india que hay cerca de allí.
Un fuerte beso y hasta la próxima, ya desde América.
Tu padre, casi abuelo,que siempre piensa en ti.
Agustín.

Sandra mira el reloj que marca las dos de la madrugada, el tiempo ha pasado volando escribiendo las cartas, está contenta y llena de buenas vibraciones, es hora de irse a la cama, se levanta y con el vaso de leche en la mano va a su cuarto, pone el despertador y fantasea con la carita de su niño. Está convencida de que va a ser un varón y mañana irá a comprar las primeras cositas junto con su madre.




En el jardín de la casa del Viso están todos reunidos para celebrar el cumpleaños de Beatriz, cumple 35 años  y es su primer cumpleaños en España, primer cumpleaño con Leonor, Serafín y Mario,y entre todos han querido organizarle una fiesta sorpresa, de Bélgica han venido sus primos, de Venezuela su hermano  y de Italia  Danielle y Giovanni. Casi todos ellos ya han leído algún capítulo de su nueva novela menos sus primos, su español no les da para tanto. Mario les promete hacerles un buen resumen en inglés y la fiesta continúa entre risas, recuerdos y anédoctas mientras Teresita, con su primera cámara digital, intenta captar estos momentos para su libro de recuerdos.








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