domingo, 31 de octubre de 2010

Madrid, mayo del 68 Capítulos V y VI

capítulo V

Agustín espera en casa pacientemente a que regrese Amanda, sigue confiando en ella,  pero sabe que el tema de Sandra algún día tendrá que ser tratado al igual que la decisión que ambos tomaron. Desde que supo que Carlos había vuelto, presintió que más tarde o más temprano Amanda querría hablar con él y quizá pedirle cuentas.
Amanda llega a casa de mal humor y prefiere no comentar con Agustín su conversación con Carlos. Ella misma no sabe lo que espera de él y tampoco quiere dar un vuelco radical a su pacífica vida de los últimos años.
Carlos siempre despertó en ella el ansia de lucha y de perseguir lo imposible porque era lo justo. Con él siempre se había sentido viva y activa, con Agustín se siente comprendida y protegida en todas las situaciones. Sin el apoyo de su marido no hubiera llegado nunca a terminar la carrera, Agustín se ocupó y cuidó de Sandra mientras ella acudía a clase o tenía que estudiar y la niña ha crecido en un verdadero hogar con un padre ejemplar. Tiene mil razones para estar contenta con lo que tiene pero en su fuero interno sabe que algo le falta, que siempre le ha faltado y esa sensación comienza a aflorar de nuevo. “Tienes una asignatura pendiente y hasta que no la superes no encontrarás a la verdadera Amanda””- le dice su subconsciente.


Patricia se pasa por el piso de Luchana e informa a los compañeros del resultado de la operación “‘Al vent” . Se ha conseguido ganar, en parte, la confianza de Pedro y de sus amigos así como, inesperadamente, la admiración de sus alumnas, aunque esto no estuviera planeado. Carlos ha podido abandonar sin problemas el sitio gracias a Amanda y el concierto ha sido muy interesante. Las noticias que llegan de Francia siguen siendo prometedoras y, por lo que concierta a Madrid, la consigna no ha cambiado y las mismas órdenes siguen en pie: precaución y seguid los pasos iniciados. Horas después, Patricia abandona el piso y se dirige a su casa, tiene dos clases que preparar y mucho que pensar. No está muy segura de que haya sido una buena idea que Amanda y Carlos hayan tenido tiempo para estar solos. Además de las órdenes generales, a ella le han dado otra muy particular: Carlos y Amanda deben verse sólo lo necesario.                                                                            
A Patricia no le termina de gustar Amanda, reconoce su valía y sabe que su lealtad a las ideas de sus padres y a las de Carlos sigue viva en ella y, sin embargo, presiente que puede ser un peligro para Carlos.  


Pedro lleva a su hermana a casa y por el camino hablan de Montse.

- Hace año y medio que nombraron a su padre agregado cultural en un país asiático- le dice - y Montse tuvo que cambiar Barcelona por Madrid. Aquí vive con su abuela y su tío, un coronel de la Guardia Civil con quien no se llevaba muy bien. Seguramente ya estará en su casa, su tío la habrá sacado y mañana la veremos. No es la primera vez que se mete en líos, pero si es la primera que la detienen. Probablemente esta vez su tío le imponga arresto domiciliario por unos días, según Montse es su castigo favorito.
Cristina, a sus 16 años, es una joven muy madura para su edad y está muy unida a su hermano. Comparte con él las ideas democráticas y también quiere hacer derecho como su hermano y ser abogada como lo fue su abuelo.
- Pedro, ¿estás seguro de que puedes confiar en una chica que vive con un coronel de la Guardia Civil ?- le pregunta sin rodeos.
- Sí, estoy absolutamente seguro. Montse es de la nuestras. No tiene más remedio que vivir con su abuela, pues sus padres se niegan a pagarle una residencia. Si por ella fuera, buscaría una habitación particular y si fuese necesario trabajaría para pagarse sus gastos, pero desgraciadamente es menor de edad y no puede hacer lo que quiere. Está en desacuerdo con su tío en todo, no le aguanta ni como persona y menos aún como autoridad.

- No, si a mí me cae bien, pero su tío me da escalofríos. Recuerda lo que nos decía el abuelo y lo que le pasó a papá.
- No lo he olvidado, no te preocupes. Recuerda que para mamá has estado en el cine con unas amigas, ¿de acuerdo?
Cuando llegan a casa, su madre les dice que Montse ha llamado para decir que ya tenía el libro en casa y que lo comentarían al día siguiente en la facultad. Pedro mira a su hermana y esta le dice:
- Menos mal, según tú era un libro que os hacía mucha falta ¿no?
- Sí, al menos dormiré más tranquilo, mañana nos pondremos al día.


Beatriz está sentada en el jardín de la casa del Viso pensando en su relato. Espera poder contar con los recuerdos de Serafín, Leonor y Mario, aunque este tendría por aquel entonces unos 14 años, pero puede que recuerde algo que viera o que su padre le contara. A Bonilla padre le acababan de nombrar comisario por esa fecha y  ¿cómo se vivió desde dentro?, ¿cómo reaccionaban sus amigos?
Junto a Beatriz, se encuentra Teresita y juntas terminan de completar la lista de las amiguitas que vendrán a su cumpleaños. !6 añitos ya! ! y su primer cumpleaños en España y, aunque el fallecimiento de la tía está aún muy presente en todos ellos, van a celebrar el cumple de la niña y la fiesta hippy el mismo día. Beatriz piensa en ella: ¡Ojalá viviese la tía Ana!. ¿Qué recuerdos tendría ella de ese año? ¿Lo habría visto como principio de cambio en todo el mundo?. Una cosa es segura, ella no quería  duelos y la mejor forma de recordarla es disfrutando cada momento de la vida, como era su deseo y como lo llevan haciendo.

Capítulo VI


Montse se despierta esa mañana con un enorme dolor de cabeza. El día ha amanecido soleado, pero ella lo ve todo nublado. Le duele mucho la cabeza y tiene un enorme chichón. El policía que la golpeó con la porra cuando estaba caída en el suelo pegó con buen tino. La cabeza le da vueltas y está mareada, es como si su habitación se hubiese transformado en el camarote de un barco y estuviesen en medio de una tormenta.
Apenas ha podido dormir, pero el dolor no le impide reconocer la suerte que ha tenido. No la llevaron a Gobernación, sino a la comisaria de Moncloa y ahí se encontró con un comisario que, asombrosamente, trató a todos los detenidos con mucho respeto. Después de comprobar sus datos la dejó en libertad sin llamar a su tío. Tuvo que aguantarse una buena tirada del comisario pero al menos se libró de la de su tío, que hubiera sido cien veces peor.

- ¿Creéis que un par de mocosos como vosotros, váis a poder cambiar nuestro régimen, nuestras leyes y nuestras creencias morales con unos cuantos conciertos en lenguas subversivas? !Sois unos rojos de pacotilla! Eso es lo que sois y merecéis un escarmiento. Ándate con cuidado porque el nombre de tu familia no te va a librar siempre de pasar una noche en Sol. Elige mejor a tus amigos, es un consejo.

Todavía recuerda cómo recogió sus cosas mientras otros compañeros eran llevados a Sol y se siente culpable. Lo primero que hizo al salir de comisaría fue llamar por teléfono a Pedro y dejar el mensaje. Antes de entrar al portal de su casa se arregló la ropa un poco y se retocó el pelo. Quería evitar que su abuela notase algo raro en ella. Cuando abrió la puerta se encontró con su tío que salía de casa, se saludaron y nos se dijeron más. La comunicación entre ellos era escasa o nula. Su tío no sabía hablar, sólo dar órdenes.
Al entrar en el salón, su abuela estaba hablando por teléfono con una amiga, le dio un beso y se metió en su cuarto. Cuando poco después su abuela entró en la habitación la encontró tumbada en la cama con la luz apagada. Montse le dijo que le dolía mucho la cabeza y que no quería cenar. Su abuela le dio unos calmantes y la dejó dormir.
Hoy, aunque quisiera quedarse en la cama tiene que ir a la Universidad, sus amigos y Pedro la están esperando y su abuela llamaría al médico si se quedara. Antes de salir al comedor para desayunar vuelve a mirarse en el espejo, gracias al maquillaje, la imagen que ve no refleja cómo se siente por dentro y decidida se reune con su abuela en el comedor.

- Buenos días abuela- dice sentándose a la mesa a desayunar.

- Buenos días cariño ¿se te ha pasado el dolor de cabeza?

- Sí abuela, no te preocupes pero se me ha hecho tarde ¿te importa que solo me tome el café? Prometo comerme un buen bocadillo en la facultad.

- Sabes que no me gusta que salgas con el estómago vacío.

- No volverá a suceder, abuela. Eres un sol, hasta luego.
Cuando Montse llega a la facultad se encuentra con Pedro que está hablando con Amanda. Cuando la ven, Amanda la saluda y enseguida se retira para que los jóvenes puedan hablar de sus cosas.
- ¿Qué quería? pregunta Montse

- ¿Ella? nada, he sido yo quien la ha parado para hablar. Ayer estaba con la profesora de literatura de mi hermana y con el periodista que quiere hacer un reportaje con nosotros. Patricia sacó a Cristina y a sus amigas de la facultad y el periodista se quedó con la profesora Sepúlveda. Salieron sin problemas, me dijo. No le he dicho nada de ti, no te preocupes. Cuéntame lo que pasó y por qué no podía llamarte a casa.

Montse le puso al corriente de todo y de cómo llegó a casa.

- ¿Seguro que el comisario no le ha ido ya con el cuento a tu tío?

- No lo sé, anoche nos cruzamos en la puerta y no dijo nada  y esta mañana ya se había ido cuando yo salí a desayunar. No creo que le diga nada, me dio la impresión de que, aunque parezca raro, estaba de nuestro lado o que nos entendía. Cuando se quedó a solas conmigo me dijo que él temía que un día su hijo también hiciera lo mismo y que correr delante de la policía no iba a solucionar nada.

- Ya es raro, sí, pero no me fio de ningún policía. ¿No te preguntó con quién estabas o algo parecido?

- No, no me interrogó. Cuando llegamos nos metieron a todos en una celda, nos pidieron la documentación y al rato vinieron a por mí. Me llevaron al despacho del comisario mientras a unos cuantos se los llevaban a Sol. No sabes lo mal que lo pasé. Pensaba que me iba a hacer miles de preguntas o a intimidar como hace siempre mi tío, pero no, sólo me dijo lo que ya te he contado y cuando salió el inspector que estaba con él me dijo lo de su hijo. ¿Sabes si han soltado ya a los demás?

- De nuestro grupo sólo te cogieron a ti y he oído que algunos de segundo ya están libres y que el decano les ha citado.

- Ahí vienen lo otros, vamos para el aula.


Patricia se entera por Cristina de que Montse está libre y, aunque no conoce los detalles, se alegra por ella. Le recomienda a Cristina que tenga cuidado y entran en la clase.
Al salir del instituto, Carlos la está esperando y se van a comer juntos a un restaurante cerca de Sol. Sentados a la mesa le cuenta la charla con Cristina y Carlos le habla de Amanda y le resume la conversación que tuvieron y la duda que tiene sobre la paternidad de Sandra.

- Cuidado Carlos, no se te ocurra preguntárselo. Quizá tengas razón pero no estás en posición de reclamar nada y menos aún de ofrecer algo.

- No hace falta que me lo recuerdes Patricia. Sólo me gustaría saberlo. No pienso reclamar nada ni creo que Sandra necesite un nuevo padre.

- Bien, volviendo a nuestro cometido. Anoche me aseguraron que hoy mismo tendría la información que pedimos sobre la familia de Pedro. Nos falta la de Montse, pero por lo que me ha dicho hoy Cristina, hay que tomar precauciones extra. Su padre es diplomático y su tío, con el que vive, coronel de la Guardia Civil.
- Lo tendré en cuenta. Mañana buscaré a Pedro y hablaremos de la entrevista.

- Estupendo.

Después de comer, Patricia regresa al instituto, porque hoy tiene un grupo de repetidoras de reválida, mientras que Carlos va a la agencia de noticias para la cual trabaja.


Leonor y Serafín han acudido a casa de Ana y Mario para ayudarles en los preparativos de la fiesta. Serafín ha traído su viejo tocadiscos y sus elepés preferidos de la época. Leonor ha llegado cargada con pantalones de campana, faldas largas de flores y blusas de todos los colores. Todos tienen ganas pero primero tendrá lugar la fiesta de Teresita. El cumpleaños lo han planeado de 2 a 5 de la tarde y,  aprovechando que es sábado y que hace buen tiempo, lo harán en el jardín. Han invitado a una cuentacuentos y tienen pensados unos cuantos juegos para la prole.








                                 
                                         


 

1 comentario:

  1. Una duda: Leonor y Serafín ¿Son los de la serie? ¿Quién es ese Mario que por entonces tendría 14 años? ¿quién es Bonilla?
    Creo que debería haber visto la 5ª para entender algunas cosas ¿no?
    Me está encantando, Rodas. Muchas gracias por decirdirte a escribirlo.
    Un beso.

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