domingo, 13 de febrero de 2011

Madrid,mayo del 68. Capítulos XXXV y XXXVI


Capítulo XXXV

A las once de la mañana del 3 de septiembre vemos a Montse salir del portal de su casa, cruzar la calle Carranza y comprar el periódico en el quiosco, al lado del Café Comercial, donde se sienta a esperar a sus amigos. A esa hora de la mañana todavía hay sombra y se agradece, pues el día promete ser tan caluroso como el anterior. Mientras el camarero le trae su coca-cola echa una ojeada a las noticias: el terremoto en Irán en la portada, en las páginas centrales los ecos y consecuencias del fin de la primavera de Praga.
Entre las noticias locales destacan el incendio en la Casa de Campo y en noticias nacionales hay una que, como catalana que es, le gusta mucho: La universidad autónoma de Barcelona ya es una realidad.

Los chicos se retrasan y no tiene muchas ganas de seguir mirando la prensa; el nuevo curso escolar está a la vuelta de la esquina y Montse reflexiona sobre ello,
va a ser su segundo año universitario en Madrid, un año que comienza con un cambio importante : a finales de octubre, el profesor Sepúlveda dirá a diós, dejará su cátedra, la Universidad y emprenderá otro camino. Sin querer se acuerda de su hija, de Sandra; tienen casi la misma edad y sin embargo ella va a ser madre dentro de poco, está casada y ejerce una profesión que le permite gozar de su libertad e independencia y a Montse aún le falta mucho para todo ello. Recuerda la charla que tuvieron en agosto; charla que coincidió, por desgracia,  con el día en que el mundo se despertó con la noticia de los tanques rusos y alemanes en Praga. Sandra no quiso salir de casa, no quería perderse la llamada de su marido que se encontraba en medio del suceso y Montse fue a visitarla. Allí charlaron sobre Conchi, la chica de servicio de la familia de Montse y aún se ríe al recordar la cara de sorpresa que puso Sandra al oir el papel que su padre había tenido en el futuro inmediato de Conchi.

-Perdona, Montse, no corras tanto, todavía no tengo muy claro cómo involucrasteis a mi padre en el asunto. Entiendo que tu abuela quería poner de patitas en la calle a la chica de servicio por estar embarazada, que tu tío quería casarla con su novio que está haciendo la mili en Ceuta y que la chica no quería regresar al pueblo y tu te oponías al despido.¿Me equivoco?
-No
-Pues sigo sin entender que pinta mi padre en todo esto, jurídicamente ni mi madre hubiera podido hacer nada para evitar el despido.
- Exacto, jurídicamente no se podía hacer nada y fue una pura casualidad que tu padre se enterase del asunto. Verás, Miguel era partidario de que hablase con Patricia y Pedro con tu madre; descarté a tu madre porque no tenía con ella mucha confianza además  tu acababas de regresar y la veía muy ocupada. Quedé con Patricia en el bar de la facultad y cuando se lo estaba contando apareció tu padre, oyó las últimas palabras y se interesó por el caso. Tu padre había conocido en Valencia, en una de sus conferencias, a la fundadora de una asociación de ayuda a la mujer, aunque para obtener los permisos estaban regristradas como asociación de ama de casas. La asociación funcionaba bastante bien en Valencia y querían abrir otra en Madrid. Buscaban a alguien que les ayudase con los estatutos y le preguntaron a tu padre si tenía intereses.Como fuere, uno de los cometidos, no escritos,de dicha asociación iba a ser ayudar a jóvenes embarazadas y mujeres maltratadas, tu padre nos dio un teléfono.

-Montse, perdona de nuevo- interrumpe Sandra- abrevia un poco, lo siento, estoy un poco nerviosa porque aún no ha llamado Ramón pero... continúa, por favor.
-Lo entiendo. Conseguimos una cita y nos presentamos, acompañando a Conchi, Patricia y yo. Les contamos lo que pasaba; la persona con la que hablamos nos dijo que existía la posibilidad de ofrecerle un trabajo pero al ser menor de edad no podría firmar el contrato y sin contrato no tendría la sanidad cubierta. Ahí entró tu padre a ser parte activa, fue al pueblo a hablar con sus tías maternas, quienes se alegraron mucho de perder a Conchi de vista, según ellas era igual que su madre, una descarriada. Las tías le firmaron un poder a tu padre y  pasó a ser el tutor de Conchi hasta que fuese una mujer casada. Habló con mi tío para ver como iba ese permiso especial para la boda, firmó el contrato para que la chica trabajase en la cocina de un restaurante, y otra futura colaboradora le alquiló una habitación en su casa. A primeros de noviembre será la boda y cuando su marido acabe la mili buscarán un piso en Madrid y Conchi podrá seguir trabajando, al menos hasta el parto

.-Asombroso, nunca lo hubiese imaginado pero empiezo a comprenderlo. ¿Eso era todo lo que querías contarme?
-Sí, pero también quería pedirte tu colaboración. Las dos estáis embarazadas, ella está de menos meses, es más joven que tú y tiene muchas dudas ¿no podrías quedar una día con ella?
-Lo pensaré Montse, te lo prometo, mañana te llamo pero ahora preferiría quedarme sola si no te importa. El tema me interesa mucho pero hoy no es el día para hablar de ello.
-Comprendo Sandra, me imagino que no es lo mismo vivirlo, estar juntos en mitad de las contiendas que estar en casa esperando pero ¿en la redacción del periódico tampoco han oído nada de él?
-No, tampoco. A la 6 de la mañana mandó su crónica, a las 7 me llamó para decirme que todo estaba bien y que telefonaría más tarde. Probablemente esté intentando llamar y las líneas en Praga estén colapsadas; seguramente no le pase nada pero, tienes razón, no es lo mismo vivir la noticia juntos que estar en casa esperando.

Montse recuerda que a eso de la una bajó a comprarle el pan y la leche a Sandra y al subir estaba hablando con Patricia para decirle que no podían verse y ella se marchó. Ramón logró comunicarse  a las cinco de la tarde ¡por fin! y una Sandra más relajada llamó por la noche para quedar de nuevo e ir a hablar con Conchi. La visita fue muy fructífera, Sandra se comprometió a trabajar en la futura “asociación de amas de casa””, con objetivos muy claros, como el ayudar a las mujeres con problemas. Montse también se había ofrecido como voluntaria para aconsejar en temas sociales a las más jóvenes y Patricia iba a impartir clases de cultura general.La asociación empezaría a funcionar, formalmente el 15 de octubre.

-¡ Aqui la Tierra llamando a Montse!- dijo Pedro poniendo sus manos en forma de bocina.
Montse estaba tan ensimismada que no se dio cuenta que los chicos se habían sentado a la mesa.
-Para tonto- le dice Montse- jolines, ¿no puede una pensar en sus cosas?
-¿Y que cosistas son?-remata Miguel- A ver, déjame adivinar ¿la asociación?
-Pues sí, has acertado de pleno; en ella estaba pensando y no quiero cachondeo sobre este proyecto.
-No lo estamos haciendo, palabra de honor y además sabes que puedes contar con nosotros. Hablando de otra cosa ..¿has podido averiguar algo de Carlos?-pregunta Pedro
-No, nada. Patricia no suelta prenda, dice que aún está en Francia y no sabe si la revista le mandará de nuevo a España y Sandra tampoco parece saber mucho. Creo que se conocieron en París cuando estuvo con su marido y poco más.
-Si pertenece al PC , como yo sospecho y según mi tío - dice Miguel- va a tener que decidirse por el modelo de la Unión Soviética o por los que rechazan ese modelo.
-¿Cómo? ¿Tu tío conoce a Carlos?
-No, no personalmente pero su nombre suena entre los militantes del partido. Tampoco tiene nada de raro, si es periodista puede tener relaciones o simpatizar con Carrillo y sus directrices. Mi tío no tiene confirmación pero cuando el río suena, agua lleva.
-Supongo que algún día lo sabremos – dice Pedro- y ahora cambiando de tema ¿Habéis pensado ya que vamos a regalarle a Agustín Sepúlveda cuando deje la cátedra? ¡Le voy a echar mucho de menos!
-¡Todos, creo yo!-dice Miguel- todos estamos de acuerdo en que es un gran catedrático.
-  Para eso hemos quedado aquí. Por si no lo sabíais, pasado mañana hay una asamblea programada, con permiso del rector, para discutir posibles regalos y hacer la votación-comunica Montse- están invitados los alumnos que cursaban tercero y cuarto el curso pasado.

Los chicos siguen cambiando impresiones hasta que  Montse se despide de ellos al ver entrar a  su tío en el portal,no tiene ganas de broncas por llegar tarde a comer. Desde que ha vuelto de veraneo la cosa está más tranquila pero no quiere tentar a la suerte.


Capítulo XXXVI

En la Comisaría de Moncloa,el comisario Juan Ramón Cortijo está mirando unas fotos junto con unos partes médicos.No cabe duda que las fotos hablan por si solas y los informes del hospital así lo confirman: la mujer en las fotos ha sido brutalmente apaleada por su marido. El comisario piensa que por desgracia, bien poco van a poder a hacer, a lo sumo meter al marido unas horas en una celda por borracho y alborotador. No,decididamente no pueden hacer nada y siente mucho tener que decepcionar a su visitante: a Sandra, la mujer de su ahijado y sobrino, Ramón Cortijo Muñiz.

-¿Dónde está ahora?- pregunta el tío de Ramón.
-De momento en casa de un familiar pero tiene miedo de que el bestia de su marido venga a buscarla de nuevo para rematar lo que ha empezado. ¿De verdad no podéis impedirlo? ¿No se le puede arrestar aunque sea por otra cosa? ¿Hay que esperar a que la mate para que se le pueda detener?
-Comprendo tu alegato Sandra, pones tanto ímpetu como tu madre y no os falta razón pero no se puede hacer nada y nuestra comisaría menos aún. Tendría que denunciar a su marido en la comisaría de su distrito o en el distrito de vuestra asociación, y ésta aún no es oficial y te recuerdo que hoy por hoy la mujer no puede denunciar sin permiso del marido. Lo siento, si te sirve de consuelo te diré que no eres la única que está interesada en este caso.
-¿No?
_¿A cuantas personas conoces ya de vuestra futura asociación?
-A casi todas las colaboradoras hasta ahora  y en el plano administrativo al tesorero. Tampoco llevo mucho tiempo con ellas, solo unas semanas ¿Por qué lo preguntas?
-No sé si Madrid es un pañuelo o es pura casualidad pero según la lista que tengo, una de sus colaboradoras es Encarna de Santamaría, la esposa del comisario de Cuatro Caminos . Tanto ella como su marido vivieron en primera persona el maltrato y posterior muerte de su única hija a manos de su marido, un funcionario del estado. Aunque mi compañero se llevó a su hija a su casa, y le puso una escolta , el desalmado del marido encontró el modo de darle una paliza de muerte, a consecuencia de la cual falleció horas más tarde. Encarna, como comprenderás está muy interesada en el caso, sabe que tú has hecho foto  de este nuevo caso, es más sabe que eres la mujer de mi sobrino y me ha llamado para informarme.
-Pues no me ha dicho nada. Me dejas boquiabierta  Juan Ramón; gracias por la información.
-Ten cuidado con Encarna, está muy motivada por lo de su hija pero es muy afín al regimen; no dejes que note las simpatías que compartes con mi sobrino por cierto partido prohíbido en España y avisa a Montse también.
-¿Cómo? ¿Conoces a Montse también?-pregunta Sandra
-Dale recuerdos y pregúntale a ella. Tened cuidado con lo que habláis.¿de acuerdo?-le dice con una amplia sonrisa ídéntica a la de su sobrino y que Sandra conoce muy bien. 
-Sí, claro, gracias por el aviso y por el tiempo que te he robado.
-No digas eso Sandra, es para mi un verdadero placer verte. Te aprecio muchísimo al igual que a tus padres. Siento que se hayan separados pero parece que es de mutuo acuerdo ¿no?
-Sí, no es una separación traumática, los dos han preferido separase como dos buenos amigos antes que acabar como dos infelices que no tenían nada que decirse. El cariño siempre les unirá pero el amor es otra cosa.
-Comprendo, ya ves, de tus padres no me extraña. Han sido una pareja muy singular. Tu madre, la primera mujer casada licenciada en derecho en España y tu padre uno de los catedráticos más jóvenes de la Complutense de Madrid a quien no le importó que su mujer, a pesar de haber sido madre, volviese a las aulas. Realmente son dos personas muy especiales.
-Lo son y los dos se merecen ser felices a su manera. Mamá está ahora disfrutando de unos días de vacaciones en Francia y papá acaba de regresar de su viaje por Estados Unidos con un nuevo objetivo en peto. No pude tener mejores padres y van a ser unos abuelos fantásticos.
-No lo dudo y yo voy a ser un tío abuelo a quien vais a ver muy a menudo.

Sandra se despide del tío de Ramón con un cariñoso beso,sale de la comisaria dirección al periódico donde ha quedado con su marido y por el camino va pensando que no sólo Montse debe tener cuidado,Patricia  mucho más, aunque sus actividades se resuman a dar clases de cultura general y alfabetización, no puede bajar la guardia.
Al llegar al número 92 de General Pardiñas ve que su marido ya está en la calle esperándola.El matrimonio se saluda con un amoroso beso y se apresuran a entrar en el restaurante más cercano ya que Ramón tiene que volver a la redacción.
-No te desanimes Sandra- le dice su marido- Mi editor está de acuerdo en tratar el tema, vamos a publicar un artículo, pero sin fotos por ahora, y ya veremos como reaccionan los lectores.
Ya sabías que mi tío no iba a poder hacer nada, aunque sea una vergüenza que estas cosas pasen; quizá siempre sigan pasando pero algún día, al menos, habrá una ley o medidas para condenar a los maltratadores y la mujer no necesitará el ridículo consentimiento del marido para obrar en nombre propio.
-Quizá tengas razón pero no veo el día en que eso suceda mientras tengamos las leyes del movimiento- contesta Sandra y tras una breve pausa continúa diciendo- A veces me cuesta entender a tu tío, sus pensamientos y sus acciones, en muchas cosas, van en caminos opuestos. ¿Sabes que muchos casos de jóvenes que son detenidos en manifestaciones o con propaganda subversivas  y que pasan por su comisaría, terminan teniendo a mi madre como abogado?
-Me lo imagino. No creas que lo tiene fácil, ya ha pensado varias veces en abandonar el cuerpo. El no se hizo policía para detener a gente que no pensaran como él,sino para detener a delincuentes y casos como el que le has dejado ver hoy son de los que más le frustran; estos tipos tienen la ley de su mano,mientras no maten a la mujer, y los pobres estudiantes por defender y exigir derechos terminan en la cárcel.
-Lo sé muy bien y a veces me gustaría vivir en otro país, sobre todo por nuestro hijo, me gustaría que pudiera crecer en un país libre.Con tu familia no puedo ni hablar de Carlos y esto va a complicar las cosas cuando nazca. Ojalá, además de vivir en otro país fuésemos protestantes.
-¿Protestantes? ¿Por qué? Ninguna religión termina de convencerme aunque tengamos que colmugar con la católica.
-Lo digo porque en la iglesia reformista los niños pueden tener hasta 4 padrinos, me gustaría que Carlos fuese uno de ellos pero eso es imposible, ni legamente podríamos nombrarle tutor en caso de que nosotros faltásemos ni con su verdadera identidad ni con la actual.
- Tienes razón,Carlos sería la última persona a la que legalmente podríamos citar en un testamento

Mientras Sandra y Ramón terminan de comer, Amanda acaba de bajarse en la estación de Burdeos donde Carlos la está esperando para coger el próximo tren a la ciudad de Royan en el estuario de la Gironda, allí podrán disfrutar de unos días de vacaciones, de un buen vino de Médoc y si el tiempo lo permite hasta bañarse en algunas de sus playas.


Carmen y su madre, al igual que Leonor han leído unos cuantos capítulos que tenían atrasados y al ponerse al día reconocen el guiño de Beatriz al padre de Mario y a Héctor.
No fueron tiempos fáciles para nadie dice Leonor y como siempre pasa, en todos los estratos y oficios había gente con más escrúpulos que otros.
Ana comenta que el tiempo sigue detenido en muchos países del mundo y en cuanto al tema de los malos tratos,según Carmen, el informe de este año en curso demuestra que a pesar de ministerios y leyes siguen muriendo mujeres en España y en los paises Caribeños el número duplica al de España.
Leonor prefiere quedarse con la parte más romántica e imaginarse ya las mini vacaciones de dos amores que no pudieron ser y que vuelven a estar juntos al tiempo que entona por los bajines  " que 20 años no es nada, que es....."






2 comentarios:

  1. Muy bueno el gesto de Agustin con la chicad e servicio, haciéndose tutor suyo.
    Y por otro lado, muy triste (y muy real, por desgracia), la historia de la mujer maltratada. A ver qué hacen por ella.

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  2. Gracias, ahora iré a por el tuyo.
    Habrá que esperar unos capis, la posible abogada está de vacaciones aunque el desenlace será un poco complicado.

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