Capitulo
1
Jueves,
20 de Septiembre 1973 .
Hace
un rato que las nubes no la permiten ver nada pero ella sigue mirando por la
ventanilla. En su cara se refleja su inmensa alegría y se pellizca para
asegurarse que no es un sueño sino una realidad. Sentada a su lado está
Paloma mirando la guía que ha comprado y delante de ellos Vallejo y su mujer.
Aún recuerda la cara que puso su padre cuando le contó el plan de ir a ver a
Tim a Londres, menos mal que su madre estaba de su parte y consiguió que su
padre no pusiera el grito en el cielo. A la vuelta de las vacaciones en
Italia se separaron por razones de estudios. La boda aniversario de sus padres
fue todo un éxito, asistieron todos los que pudieron y echaron en
falta a algunos familiares y amigos pero llegó el día de las despedidas y fue
un día triste. Mientras ella volaba a Madrid con su familia y
los padres de Tim con Suzanne a Houston, él lo hacía a
Inglaterra y aunque no fue ninguna sorpresa no se acostumbra, le
echa mucho de menos. Lo sabía desde hacía tiempo, compartía su
entusiasmo y lo habían hablado mucho pero una cosa es hablarlo y otra vivirlo.
Fue en diciembre del año pasado, a raíz de lo de Paloma y Alejandro, cuando Tim
se interesó por el curso que el joven Rivas iba a hacer en Birmingham. No
tuvieron oportunidad de conocerse en Madrid pero en enero viajó con su padre,
conoció la escuela , les interesó uno de los cursos y ahora está allí, junto
con Alejandro que repite la experiencia, en cursos diferentes pero compartiendo
apartamento y turnos telefónicos para hablar con Madrid, Alex con Paloma y Tim
con ella.
Fue
a Paloma a quien se le ocurrió la idea de pasar un fin de semana en Londres
antes de que ellas empezaran las clases en octubre. Ni que decir tiene que los
jóvenes apoyaron esa posibilidad y empezaron inmediatamente a hacer planes. A
María le pareció fantástico pero no quiso hacerse ilusiones, su padre jamás
lo permitiría y encontrar un adulto que les acompañase no iba a ser
fácil. Sorprendentemente a Laura le pareció una idea estupenda y
además, como no pudieron ir a Venecia, su marido le debía un viaje
y Londres bien podía ser ese primer viaje al extranjero en avión.
Costó un poco convencer a Vallejo, costó aún más convencer a Héctor de que su
princesa con ellos estaba segura pero entre todos se consiguió. María recuerda
el momento en el que su padre le dio el visto bueno
y ella casi se lo come a besos.
- Vale
ya zalamera, no sé de que sirve decir no y pedir mi consentimiento si al final
hacéis conmigo lo que queréis.
Le
dijo su padre mientras la apartaba cariñosamente, tratando de parecer serio y
un poco enfadado pero con una sonrisa de oreja a oreja y ella corrió a llamar
Tim.
Dentro
de unos minutos aterrizarán en Heatrouw, el contorno de la costa
sur de Inglaterra con sus islas se vislumbra muy bien desde la
ventanilla ahora que el avión ha descendido. Parece que hace sol y espera que
este les acompañe durante el fin de semana. Nota que Paloma le está dando con
el codo y se vuelve a su amiga dejando el paisaje de lado.
- Perdona
Paloma ¿qué decías?
- Yo no
decía nada era Laura la que te hablaba
Contesta
Paloma riéndose de su amiga quien se ha pasado todo el viaje mirando por la
ventanilla subida en una de esas nubes de las que sobrevolaban.
- Lo
siento tita Laura se me ha ido el santo al cielo
- Eso
es lo que pasa cuando se vuela tan alto - contestó Vallejo
- No
hagas chistes fáciles – respondió Laura a su marido – lo que le preguntaba a
María era si nos había dado su pasaporte porque no lo encuentro.
- No
tita Laura, lo tengo yo. No sé como será en Londres pero en Italia tuve que
pasar yo sola el control del pasaporte, sólo Dani lo pasó con mi padre, pero lo
llevo a mano asi como la autorización de mi padre.
- Pues
vamos bien como sea así – comenta Vallejo de nuevo- yo no les entiendo ni una
palabra y como nos pregunten algo no sé que decir.
- No te
preocupes tito que si necesitas ayuda me llamas, yo me pongo detrás de
vosotros.
Segundos
después sienten el roce de las ruedas al tocar tierra y las azafatas recuerdan
que permanezcan en sus asientos hasta que el avión llegue a su terminal y pare.
- ¡Qué
pesados! ¿por qué no nos podemos ir ya levantando para ganar tiempo?- comentan
Paloma toda impaciente por bajarse ya y ver a Alejandro.
- Son
medidas de seguridad Paloma.Poco puede pasar ya pero Tim dice que también hay
choques de aviones en tierra y en caso de mal tiempo se pueden salir de la
pista.
- Puedes
tener razón pero es un rollo y encima estamos en segunda ¿tenemos que dejar
salir a los de primera antes?
- No
creo, nosotros podemos salir por la puerta trasera, ¡mira hay están los
autobuses esperando para llevarnos a la salida!.
- ¿Nos
estarán esperando? ¿estarán tan impacientes como nosotras?
- Espero
que sí Paloma y quizá más que nosotras. Pronto lo sabremos.
Media
hora más tarde y sin problemas en el control de pasaporte ya no quedaba duda,
la recibida fue efusiva y reprimida al mismo tiempo por la presencia de Vallejo
y Laura a quienes saludaron muy cordialmente. Tomaron dos taxis hasta Regent
Street a unos metros del mismo Piccadylly Circus y una vez en el hotel, que los
chicos habían reservado, María llamó a su casa y pilló a su padre en casa por
casualidad al tener que subir a recoger el regalo que se habían
olvidado.
- Bueno,
entonces esta noche os llamo con más tiempo, se me había olvidado que os
ibais a la casa de Fernanda por lo del niño – dijo María
- Recuerda
que hay una hora de diferencia pero no importa, a partir de las ocho estaremos
en casa, Daniel tiene que ir al colegio y compórtate por favor, que
Vallejo y Laura no tenga quejas tuyas ¿de acuerdo princesa? Por cierto ¿ Tim y
Alejandro están en el mismo hotel que vosotros?
- No
papi, no te preocupes, ni están en nuestro hotel ni los titos van a tener
quejas de nosotras ¿tranquilo?
- Tranquilo
, tranquilo no sé yo, en Italia os tenía delante pero bueno, confiaré en ti
como dice tu madre. Un beso muy fuerte y recuerdos para todos.
- Un
beso muy fuerte también para ti y muchos recuerdos a todos, en especial a
Fernanda y díle a Clara e Irenita que las echo de menos. Pasarlo bien vosotros
también.
- Se lo
diré cuando las vea que no va a ser hoy y seguro que lo pasamos bien. Dani y
Javier ya estarán en la piscina, el tío Bonilla les ha recogido y yo voy ahora
a buscar a mamá a la redacción. ¿Hace allí tanto calor como aquí?
- Hace
sol pero menos calor que en Madrid y ¿Clara e Irenita no van a ir a la fiesta?
- No, a
Irene le han regalado unas entradas para el teatro, para la función de la tarde
de hoy y se han ido las dos solas. ¡Os habéis hecho mayor demasiado pronto!
- Pero
os seguimos queriendo igual. Un abrazo papá. ¡Hasta luego!.
María
cuelga el teléfono y sin molestarse en deshacer la maleta deja la habitación
junto con Paloma y llaman a la habitación de Vallejo y Laura.
- ¿Estaís
listos para patear Londres? –pregunta María
- ¿No
podemos descansar primero un poquito? – pregunta Vallejo
- Vamos
Domingo, no seas aguafiestas, los chicos están esperando y Londres es muy
grande cuanto antes empecemos antes volveremos al hotel.
- Está
bien, ya voy pero yo ya no estoy para estos trotes.
- Tito
– dice María – estás como en tus mejores años de inspector asi que no busques
excusas.
Mientras
ellos se preparan para bajar Héctor y Asunción van camino de la casa de
Fernanda y Martín. El niño nació tres semanas ante de tiempo y ayer se lo
pudieron llevar a casa y hoy quieren celebrarlo con sus amigos. La familia
Olavide y Bonilla ya están en la casa cuando ellos llegan y una radiante
Fernanda les recibe en la puerta. En el salón no hay nadie y la puerta al
jardín está abierta en cuya terraza se encuentra los mayores
mientras Dani y Javier están en la piscina como Héctor suponía y los
mellizos juegan con Sergio con cubos, palas y rastrillos, en una especie de
piscinita con arena de playa que Martín ha mandado construir con vistas a jugar
en ella con Andrés en cuanto sea un poquito más mayor. Una vez sentados y con
sus bebidas ya servidas comienzan a hablar animadamente entre ellos y Héctor le
dice a Martín:
- ¿ Y
cómo se porta Andrés, llora mucho?
- Un
poquito esta noche pero porque tenía hambre pero nada más. Es un niño muy
tranquilo.
- Espera,
espera un poco más, no hay niños tranquilo – contesta Héctor.
- ¡Qué
exagerado eres! – interviene Asunción – cualquiera diría que tus hijos no te
dejaban dormir.
- María
sí pero Daniel quería a toda hora la teta y después no había modo de dejarle en
la cuna, el listillo en cuanto lo dejábamos comenzaba a llorar. Dormía más con
nosotros que en su cuna.
- Las
primeras semanas pero después ya no y además, eras tú el que quería tenerlo con
nosotros.
- Las
primeras semanas son las peores y luego cuando les empiezan a salir lo dientes
y..
- ¡Otro
igual! – dice Matilde – No se de que os quejáis, se os cae la baba con ellos y
cuando se van haciendo mayores añoráis el tiempo en que eran niños de pecho.
- Bueno
es que crecen muy deprisa – dice Bonilla
- Y
vosotros no decís nada – pregunta Fernanda a Aurelia y Gustavo – No creo que
fuera fácil atender a dos a la vez.
- No
era fácil pero fue y sigue siendo una experiencia deliciosa – contesta Gustavo.
- La
verdad es que no me puedo quejar Gustavo era el primero en levantarse cuando
les tocaba las toma, hasta se adelantaba y los despertaba – comenta
Aurelia- y Clara también nos ayudaba mucho y lo sigue haciendo.
- Y
ahora ya vuela sola – dice Héctor un poco sombrío.
- ¿de
quien hablas de Clara o de María? – pregunta Fernanda
- De
las chicas en general , se han hecho unas mujercitas sin darnos cuenta. María
en Londres para ver a Tim, Clara e Irenita solas al teatro y Daniel ya empieza
a querer el también ir solo a los entrenamientos para después irse con los
compañeros.
- Javier
también pero ya le hemos dicho que espere un añito más. Por cierto, mañana el
sábado les llevo yo al partido pero no me puedo quedar y no sé si llegaré a
tiempo para recogerles.
- No te
preocupes Bonilla, ya iré yo antes de que finalice el partido y si no te veo me
llevo yo a Javier.
La
tarde se pasó enseguida, Olavide recordó la boda de Asun y Héctor a la que
Fernanda y Martín no pudieron acudir y ellos les contaron como les fue en la
clínica y la carrera en el coche por llegar a ella. Aurelia recordó su aventura
en el seiscientos de Asun y la falta de gasolina y la tristeza que la
embargó cuando tuvo que irse a casa sin los niños algo que comparte con
Fernanda pues a ella también le ha pasado.
En
Londres y como unos turistas más María y Tim pasean de la mano por Trafalgar
Square seguidos de Domingo y Laura y a su vera Paloma con Alejandro. Domingo ya
va renegando de la caminata desde el hotel hasta la plaza donde el almirante
Nelson parece contemplar a los turistas y los turistas le captan en
sus fotos.
- ¿No
podemos buscar un bar y tomar algo? – pregunta Vallejo a Alejandro
- Podemos
entrar en un pub pero a estas horas estará lleno pero cerca del metro en
Charing Cross hay una especie de cafeteria y podemos probar.
- Buena
idea Alex – le dice Tim – alli mismo podemos tomar el metro a Westminster Abbey
y asi no andan tanto.
- ¿A
dónde? – pregunta Vallejo de nuevo
- ¡Ay
Domingo! Qué paleto que eres, a la Abadía de Westminster ¿a que sí? – dice
Laura
- Vale,
vale, pero de paleto nada, qué culpa tengo yo de que estos ingleses hablen tan
raro.
- Desde
allí podemos ver el Parlamento con su reloj y pasar por la calle dónde el
primer ministro tiene su residencia.
- ¿Hay
que andar mucho?
- NO
–dicen los dos al mismo tiempo provocando la risa de María y Paloma.
A
las nueve de la noche en Londres María llama a su casa, habla con sus padres
pero no con Daniel quien ya se ha ido a dormir . El primer día en Londres,
mejor dicho, la primera tarde en Londres les ha cundido mucho y a las nueve y
media se mete en la cama , charla con Paloma y se queda dormida con la imagen
de la llegada y el beso que se dieron ella y Tim pese a que Vallejo, al igual
que hiciera su padre, comenzó a carraspear y a meterles prisa.
Al
jueves le siguió el viernes y el tour por Londres continuó con pausas y sin
prisas ya que Vallejo y Laura no podían aguantar el rítmo de los jóvenes.
Pasearon por los parques más emblemáticos de Londres y en Hyde Park, mientras
Laura acompañada de Paloma y Alejandro entraban en algunas de las tiendas de
Oxford Street, María y Tim junto con Vallejo se sentaron en sus famosas
tumbonas a esperar a que Laura y Paloma se cansaran de hacer compras.
Vallejo se quedó medio traspuesto y María y Tim aprovecharon para tener un
momento para ellos solos, después, tras pasar por el hotel para dejar las compras,
fueron a comer, visitaron algunos museos y por la tarde dieron un paseo en
barco por el Támasis hasta el Tower Bridge dónde se bajaron y pasearon por la
otra orilla del río. El programa para el sábado también venía cargado.
El
Museo Británico por la mañana temprano y Madam Tussauds por la
tarde después de comer en un restaurante chino del Soho pero el
destino les estropearía los planes precipitando su vuelta a Madrid.
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-
¡Ay, ay, ay...! ¿qué ocurrirá para que tengan que volver a Madrid con urgencia...? ;)
ResponderEliminarMuy bien, Rodas, me ha gustado mucho, ese viaje de María por primera vez sola al extranjero para ver a Tim... me gusta que vayan despacio en su relación y que Héctor y Asun estén tranquilos porque tienen una niña muy lista que no se precipitará en las decisiones importantes... :)
Ese viaje a Londres me ha gustado porque me recuerda a mis primeras estancias allí con mis padres cuando tenía 7 años... aunque mi primer viaje al extranjero sola fue con 14 años en Dublín... ;) Un beso fuerte... :)