Examen y otros nervios.
20 de mayo de 1970
Como todos los días, desde hace
dos meses, Aurelia sale de casa para ir a la autoescuela en la calle Joquin Costa. Al estar cerca va andando y hoy lo hace con el ánimo un poco bajo a pesar de que hora y media de clase, cuatro días a la semana ya han dado su fruto.
Según el instructor es buena alumna pero bastante impaciente, sobre todo en los atascos ya que Aurelia no quiere perder ni un segundo, va con el tiempo justo, cronometrado hasta el último minuto para que todo encaje en su esquema.
Según el instructor es buena alumna pero bastante impaciente, sobre todo en los atascos ya que Aurelia no quiere perder ni un segundo, va con el tiempo justo, cronometrado hasta el último minuto para que todo encaje en su esquema.
Gustavo suele quedarse
con los niños salvo los días que tiene alguna vista oral y es entonces cuando
Aurelia se inquieta, como hoy.. no importa que Encarna, la mujer de Ignacio,
cuide perfectamente de los mellizos y que Matilde esté con ella y es que,
aunque Aurelia sólo se sienta tranquila cuando es su esposo quien está con los
mellizos, hoy tiene dos motivos extras para estar nerviosa perdida...aunque es
justo lo que no debiera, como ya le ha dicho su marido esta misma mañana y
anoche mismo.
Ayer sacó el
examen teórico pero sabe que el práctico es otra cosa. Apenas ha pegado ojo
pensando en ello: Gustavo ni puede acompañarla ni va a poder quedarse con los
niños, y encima, a la hora del examen llega a Madrid el jefe del gobierno de
Portugal, en visita oficial y la avenida de América estará cortada al
tráfico..Joaquin Costa no queda muy lejos pero es que Cea Bermudez tampoco y la
comitiva tendrá que ir por esas calles para dirigirse al Pardo y tiembla
pensando que la va a pillar el atasco y que va a suspender.
A la misma hora
Asunción aparca el coche frente a una iglesia de Vallecas. Una vez dentro va
derecha a la sacristía. Allí habla con el párroco y juntos pasan a la
dependencia donde se hayan las familias que hoy son noticia.
Anoche llegaba a la redacción el teletipo, a las 3 familias
desahuciadas del Pozo del tío Raimundo, que se habían refugiado en esa iglesia les
acababan de conceder una vivienda en tres barriadas distintas : Orcasitas,
Leganés y Villaverde Alto.
Aparentemente es una buena noticia, Asunción sigue el caso desde que les dejaron
en la calle, ya escribió un reportaje entonces y ahora quiere conocer su
reacción para la próxima edición aunque presiente que el fallo no les va a
gustar.
Les separan y eso es
justamente lo que estas familias querían evitar, no rechazaban ninguna oferta
sólo pedían que les realojasen en un mismo barrio y ahora el fallo es
definitivo, la próxima semana tienen que firmar el contrato y no hay vuelta
atrás.
Desde la primera
entrevista Asunción sabe, que la relación
que mantiene estas tres familias, guarda mucha similitud a la de ella con
Aurelia y Matilde. Las situaciones personales son muy distintas pero la
interrelación entre ellas va más allá de que los hijos sean amigos como les
pasa a ellos.
De camino a casa
intenta no pensar en el escalofrío que ha sentido mientras hacía la
entrevista. Aparca el coche un momento para serenarse, el nudo en la garganta y
los ojos nublados no son buenos compañeros en el tráfico madrileño y menos hoy
que los atascos son mayúsculos. Definitivamente no quiere pensar que a ellos
algún día les llegara a pasar lo mismo pero ya sabe cómo se va a sentir.
Desgraciadamente el destino no está en nuestra manos y adelantarse a él no
tiene sentido, mejor es volver al presente y ese presente la recuerda que
Aurelia estará examinándose o quizá ya habrá terminado.
En la calle en la que
ha aparcado ve una cabina telefónica en la acera de enfrente y decide llamar a
casa de su amiga.
Matilde acaba de colgar el teléfono cuando vuelve
a sonar y lo coge diciendo:
- ¿Sí ? ¿Ya lo sabes?
- Matilde, soy yo Asun ¿quien creías que
era?
- Hola, Asun, perdona, creía que era
Aurelia, acabo de hablar con ella– contesta Matilde
- ¿Acaba de llamarte? ¿Ha aprobado?
- Todavía no lo sabe, el examen ha
terminado y está esperando que el instructor y el examinador la llamen...lo
bueno es que Gustavo está con ella, acaba de llegar.
- ¿Pero no te ha comentado nada, no sabes
que impresión tiene ella.?
- Que estaba más nerviosa que un flan, que
ha sudado la gota gorda y le ha pillado el atasco aunque lo iban
evitando...según ella lo ha hecho fatal, tanto el instructor como el examinador
no han hablado nada, solo le daban las órdenes pero los dos más fríos que un
témpano.
- Seguro que no habrá sido para
tanto..bueno, te llamo más tarde, voy para la redacción..hasta luego.
María está escuchando lo que Clara está contando mientras espera a que Irene salga al recreo. Suzanne y ella están sentadas en un banco y Clara está de pie, delante de ellas comentado las últimas nuevas sobre Cristina, una compañera que acaba de dejar el colegio.
- ¿Sabes de que me he enterado? A Cristina
la han sacado del colegio porque sus padres se separan y su madre se la lleva a
Barcelona.
- ¡Qué pena! A mi me caía bien ¿Y la deja
su padre? – pregunta Suzanne
- ¿Por qué no? – quiere saber María
- Bueno, yo no sé las cosas en España pero
en los Estados Unidos es un juez quien decide quien se queda con los hijos
aunque normalmente es la madre pero creo que hay muchos problemas, según mi
madre hay que seguir pidiendo permiso al padre para todo.
- ¿Quieres decir que encima que te separan
de uno de los dos se siguen peleando entre ellos? – pregunta María de nuevo
- Eso es lo que he oído comentar a mi
madre, al menos en caso de divorcios.¿vosotras no?.
- Ni idea Suzanne, aqui no hay divorcio
aunque ya veo que hay separaciones y sé de casos de anulaciones. Encima que los
hijos no tenemos la culpa pagamos el pato ..¿por qué no nos preguntan a
nosotros lo que queremos?
- En Estados Unidos lo hacen a veces pero
a mi no me gustaría tener que elegir entre mi padre o mi madre...me da pavor
sólo pensarlo – dice Suzanne
- A mi también – dice María – aunque mis
padres ya me han asegurado que ellos no se van a separar nunca y ¡ay! ¡cómo
duele!
- ¡María! ¿qué te pasa? – pregunta las dos
amigas al ver como María se lleva las manos a su tripa y su cara refleja
gestos de dolor.
- Me duele muchísimo la tripa, ya llevo
unos días que me duele de vez en cuando, pero se pasaba enseguida pero ahora es
horroroso y me siento como mojada hasta tengo ganas de devolver ¿ creéis que me
estoy poniendo mala, qué me ha venido la regla?
- Probablemente, a mi me pasó algo así
pero afortunadamente estaba en casa - dice Suzanne
- A mi también y no hace mucho pero no me
dolía tanto como a María...creo ¿ y ahora que hacemos? ¿se lo decimos a sor
Francisca?
- No, no, espera.. creo que voy a ir al
servicio y asi salgo de duda .
Al llegar a la redacción Asunción no necesita
llamar a su amiga, Julio ya sabe que ha aprobado el examen, Matilde ha llamado
para confirmarlo y Gustavo ha convencido a su mujer para celebrarlo comiendo
fuera de casa.
- ¡Qué buena noticia!, la felicitaré
cuando lleve a Clara a su casa aunque me extraña que haya aceptado comer fuera
de casa, tantas horas sin los mellizos no es para ella.
- Lo mismo que he pensado yo – ríe Julio –
lo de Aurelia comienza a ser un poco preocupante pero según Matilde hay
suficiente biberones en la nevera y las tomas ya no son tan seguidas.
- Es cierto pero ahora cada vez que les
toca toman casi el doble...han crecido una barbaridad en estos meses. Al mes
que viene ya tendrá un poco más de libertad, si quiere, ya puede empezar
altenar el pecho con las papillas y...
En ese momento suena el
teléfono y Asunción no termina su frase al oir que Julio dice :
- Sí está aqui, ahora mismo se pone - y
dirigiéndose a Asunción anuncia – es el colegio de María.
Asunción coge le
teléfono asombrada, no está acostumbrada a que la llamen del colegio, las
notificaciones las suelen hacer por cartas y por eso dice:
- Con
Asunción Muñoz, la madre de María Perea ¿qué le ha pasado a mi hija?
- Nada grave señora de Perea – dice la voz
serena de sor Francisca tranquilizándola - pero nos gustaría que viniera a por
ella, le acaba de llegar su primera regla y además de estar muy nerviosa tiene
muchos dolores.
- Ahora mismo voy a por ella – dice
Asunción saliendo de la redacción sin colgar el teléfono y dejando a Julio todo
sorprendido.
Cuando Asunción llega a la puerta del colegio ve como su
marido está aparcando el coche y se dispone a bajar, sin pensárselo dos veces
toca el claxon , Héctor la ve y se
acerca a ella.
- ¿Qué haces aqui Héctor? ¿Te han llamado
a ti también? ¿dónde narices aparco yo ahora?...!me acabas de quitar mi sitio!
– dice Asunción un tanto nerviosa.
- Tranquila Asunción – dice su marido
abriendo la puerta del coche y subiéndose a él – tuerce a la izquierda, en esa
calle suele haber sitios libre y no , el colegio a mi no me ha llamada, ha sido
Julio quien me ha contado que has salido corriendo hacia aqui y no sabe el
motivo..y por eso estoy aqui..¿no pensabas llamarme o qué?
- Héctor, por favor, no me hagas reproches
ahora, lo siento...he venido corriendo para llevarme a María ....le ha venido
la regla y tiene muchos dolores..pensaba llamarte cuando estuviéramos en casa ¿comprendes?
- ¿La regla? – repite Héctor
incrédulo- ¿cómo es posible?
Asunción ha conseguido
aparcar el coche y mira entre divertida
y enfadada a su marido.
- Típica pregunta y observación de un
hombre, cariño. Dentro de 4 días tu hija cumple 13 años y no es raro que la regla venga con 12
años, depende del desarrollo de la persona y María ya lo está..ya lleva
sujetador por si no lo habías notado y por favor, vete al despacho, ven luego a
comer a casa ¿vale?. No quiero excluirte pero suele dar corte, sobre todo la
primera vez y más ante el padre de una.
- Está bien, si tu lo dices haré eso –
contesta Héctor no del todo convencido besando a su mujer.
Cuando Aurelia y
Gustavo llegan a casa, los mellizos están despiertos, tumbados en unas sillas
mecedoras en el salón , riéndose con las caras que su tía Matilde les está
poniendo.
Aurelia corre al salón
al oir las risas y besa a sus hijos quienes al reconocerla quieren que les coja
en brazos, Gustavo que entra detrás de ella contempla la escena y decide que
los mellizos tienen razón y mientras toman en brazos a Raúl, Aurelia coge a
Marta y se vuelven a Matilde.
- Gracias Matilde y perdona que hayamos
abusado tanto de tí, te has pasado toda la mañana aqui ¿has comido algo? – dice
Gustavo
- No ha sido nada Gustavo, me lo he pasado
muy bien y claro que he comido, cuando Aurelia llamó la mujer de Ignacio bajó
corriendo a por un plato de carne guisada para mi. Ahora estarán comiendo
ellos, se acaba de bajar.
- ¡Menos mal! – dice Aurelia- he sido una
egoista, no he pensado en tu estado y luego le daré las gracias a Encarna
también.
- Vale ya de tantas gracias y déjame
felicitarte por aprobar a la primera el carné con lo difícil que lo han puesto-
dice Matilde..
- ¡Y lo caro que es! – comenta Gustavo –
menos mal que lo ha sacado a la primera como esperaba, para que voy a mentir.
- Gracias Matilde y Gustavo, no sigas por
ahí que te veo venir, ya te he dado las gracias por tus clases particulares
además de las de la autoescuela ¿que más
quieres?
- ¿Yo?, nada mujer, nada, dejemos el tema
para cuando estemos solos ¿vale?
- ¿Lo dices por mi? – pregunta Matilde
riéndose.
- No, por los mellizos son muy pequeñitos
para oir ciertas cosas – contesta Gustavo tumbando a Raúl de nuevo en la
mecedora.
En ese momento suena el
teléfono y es Aurelia quien lo coge.
- Gracias Boni, si ha sido una suerte,
creía haberlo hecho todo mal pero al final me han aprobado ¿quieres hablar con
Matilde?
- Sí claro, no la he visto hoy el pelo
desde esta mañana pero llamaba para otra cosa. Héctor se acaba de ir a su casa
y me ha dicho que no van a poder ir a recoger a Clara ni a Irenita..quería
saber si Gustavo podría pasarse- dice Bonilla
- Supongo que si, Gustavo se ha tomado el
resto del día libre pero ¿ha pasado algo?- pregunta Aurelia.
Bonilla les cuenta lo
de María y cuando cuelga el teléfono llama a Asunción para confimar que Gustavo
irá a por Irene y Clara. Las felicitaciones se intercambia, Aurelia propone reunirse
pronto, hay que celebrar el que tanto Clara como María se hayan hecho
mujercitas con tan poca diferencia de tiempo y lo de su carné ¡por supuesto!.
Cuando Asunción cuelga
el teléfono se reune con Héctor que está en el salón con María quien, reclinada
en el sofá, la cabeza apoyada sobre varios cojines y los pies sobre sobre las rodillas de su
padre, respira un poco más tranquila gracias al té y la aspirina que le ha dado
su madre.
- Era Aurelia – dice Asunción entrando en
el salón – Gustavo irá a por Irene y Clara. De paso la he felicitado por su
carné.
- ¿Ya sabe lo mío la tía Aurelia y la tía Matilde? –
pregunta María
- Es inevitable María –dice su madre – y
además quiere que nos reunamos todas las chicas para celebrar lo tuyo y lo de
Clara y lo de su carné ¿qué te parece?
- ¿Una clase de fiestas con regalos? –
vuelve a preguntar María
- ¿Por que no? Me parece buena idea y
ahora señorita ya que la sonrisa y el color han vuelto a su cara ¿no le
gustaría comer algo? – pregunta Asunción
- La sopa del cocido de tu abuela está
riquísima María, yo que tu no dejaría pasar esta oportunidad..en el colegio no
vas a comer nunca una sopa como esta – dice Héctor intentando animar a su hija.
- No tengo mucha hambre pero bueno, un
poco de sopa para darle el gusto a papá – contesta María guiñando un ojo a su
madre.
- ¡Hija!, cada vez te pareces más a tu
madre, me preocupo por vosotras y hala, vosotras me tomáis el pelo – contesta Héctor haciéndose el enfadado.
- ¡Pobrecito! – dicen María y Asunción
besándole cada una en una mejilla como si se hubieran puesto de acuerdo y
Asunción va a calentar la sopa para María.
A las cinco y media de
la tarde sube Irene con Clara y entran directamente a la habitación de María
mientras Gustavo se reune con Asunción y Héctor en el salón.
- ¡Menudo día! – dice Gustavo – ha venido
cargadito de sorpresitas.
- Explícate – dice Asunción dándole una
cerveza – lo de María si ha sido una sorpresa pero lo de Aurelia entraba dentro
de las posibilidades.
- He ganado la vista oral..con lo del
examen de Aurelia y lo de María no he tenido tiempo de deciros nada.
- ¡Felicidades Gustavo! – dice Héctor – asi
que las pistas que nos facilitó la madre de Luis te han servido al
final...habrá que darle las gracias a Matilde.
- En efecto y me he olvidado de hacerlo,
la pobre se ha pasado casi todo el día en casa y me olvidé de felicitarla por
su trabajo...aunque la idea fue de Bonilla.
- Pero si Matilde no hubiese hablado con
Luisa dudo que nosotros hubiésemos podido llegar a las otras chicas.. y la
declaración la has conseguido tú solito.
- Brindemos con la cerveza que nos queda
por el caso de Gustavo, el carné, la regla de María- dice Asunción
- Y por las tres familias del Pozo – dice
Héctor – al fin y al cabo ya tienen una casa.
- Por lo de las casas no sé si brindar,
Héctor. El sistema ha ganado y en este caso creo que han sido my injusto y
ojalá esta separación forzosa no acabe con esa relación de familia-amistad que
hay entre estas familias – dice Asunción
- Entiendo lo que quieres decir – dice
Gustavo- pero si la amistad es verdadera no creo que la distancia les separe
Asunción, quizá se vean menos pero encontrarán la forma de seguir apoyándose
como hasta hora.
- ¡Ojalá Gustavo! – contesta Asunción.
Después del brindis
Héctor va a recoger a Dani quien tenía entrenamiento y salía más tarde. En el
colegio se encuentra con Bonilla y le cuenta que el caso de Gustavo se ha
resuelto favorablemente. Por la noche, Bonilla comenta con su mujer a la hora de la cena el éxito de Gustavo en
el caso del estudiante y recalca que su participación ha sido de vital
importancia. Matilde lo toma como un cumplido pero no le da mayor importancia.
- Me gusta ayudaros y lo haría otra vez
pero el trabajo de campo prefiero dejarlo en vuestra manos, ¿llevas tú a Javier
a la cama? – contesta Matilde retirando
las cosas de la mesa.
En casa de la familia
Olavide también están cenando.
- Y ¿cuándo va a tener mamá su propio
coche? – pregunta Clara
- Muy pronto, yo ya he visto dos modelos,
este sábado podemos ir a verlos y de paso
compramos el regalo para María ¿vale?
- Si , vale y papá..¿te puedo preguntar
una cosa?
- Sí claro, díme hija
- ¿Por qué cuándo unos padres se separan
los hijos no pueden elegir con quien quieren irse si ya son mayores?
- ¿A que viene eso Clara? –pregunta
Aurelia sin entender nada.
- ¿Te acuerdas de Cristina mamá? La chica
pelirroja que vino a San Ginés por mi
cumpleaños.
- Sí claro ¿qué le pasa a Cristina?-
pregunta Aurelia
- Que ya no está en el cole, que su madre se
la lleva a Barcelona. Sus padres se han
separado y de eso estábamos hablando en el recreo cuando María se puso con la
regla. Suzanne decía que los padres tienen que ponerse de acuerdo con un juez
para llevarse a los hijos y que sólo, a veces, los hijos mayores pueden decir
con quien quieren irse ¿ En España pasa igual, papa?
Aurelia y Gustavo se miran entre ellos,
Asunción no les ha comentado nada pero una cosa es cierta, sus hijas tienen
conversaciones más serias de lo que ellos podían imaginar, atrás quedaron las
charlas de párvulos o primaria, ahora en segundo de bachiller los temas son más
variados y más profundos.
- ¡Vaya por Dios!, lo siento por Cristina
– dice Gustavo – solo la he visto dos veces
y como abogado te puedo decir que en España, oficialmente, no se separan
muchas parejas y cuando lo hacen, la mayoría están de acuerdo y sólo en casos
especiales se acude a un juez..por supuesto que la edad de los hijos se tiene
en cuenta y por supuesto las decisiones importantes las tiene que tomar el
padre asi como la firma de los documentos oficiales de los hijos.
- No me parece justo... y si el padre de
Cristina no quiere que ella siga participando en las pruebas de natación ¿no
puede seguir?
- ¿Es que su padre no quería? – pregunta
Aurelia
- No estaba muy contento, decía Cristina,
pero ella quiere entrenar para ir a unas olimpiadas como hizo su madre...¿se
habrán separado por eso?
- No lo sé Clara ..si fuera ese el caso la
madre de Cristina puede solicitar un abogado...y de pago además, por dinero no
será, la familia materna de Cristina es muy conocida en Barcelona por sus
fábricas textiles.
Poco después y tras
ayudar a recoger la mesa Clara se acuesta y los mellizos reclaman su última
toma del día...desde hace unas semanas ya duermen toda la noche y sus padres se
lo agradecen.
En casa del matrimonio
Perea tanto Dani como María ya hace tiempo que duermen y en el salón, con la
televisión encendida, sus padres esperan las noticias del último telediario
para irse ellos también a la cama y entre tanto, hablan de los preparativos del
cumpleaños de María.
- ¿Entonces ya está todo preparado para
este domingo? – pregunta Hector- ¿No se nos olvida nada?
- Creo que no, la familia y nuestros
amigos vienen el sábado a comer y el domingo lo hemos dejado para las amigas y
amigos de María, además de la merienda tradicional quieren escuchar música y
bailar si se tercia, como en el cumple
de Suzanne.
- A veces me pregunto si a María le
conviene la amistad con Suzanne.
- ¡No me lo puedo creer Héctor!, conoces a
María perfectamente y sabes que ella no hace nada que no quiera..Suzanne puede
darle ideas pero tu hija no las pone en práctica sin estar convencida de ellas
y además, cuando no es Suzanne es Clara la de una idea o Irene ¿qué esperas? ¿tanto
te cuesta verla crecer.
- Tienes razón cariño, perdona..pero es
cierto, no lo puedo remediar, parece que fue ayer cuando estábamos esperándola
salir de su primer día de cole, cuando los reyes le trajeron su primera bicicleta
y no se lo creía ¿recuerdas como nos miraba? o el día de su comunión y hoy, hoy nos
llaman del cole para decir que nuestra hija ha dejado de ser una niña y que ya es
una mujer....y a ti te parece bien que celebre su cumple con un guateque..estoy
muy contento por ella y por nosotros, por poder ver como está creciendo, se
está convirtiendo en toda una señorita pero sé que poco a poco voy a tener que
aceptar que vuele sola y duele Asun, duele.
- ¡Para Héctor, mi amor, para! no exageres
tanto.. Falta mucho para que María vuele
sola, tenemos mucho tiempo aún para guiarla y prepararla para el vuelo y sobre
todo para que siga confiando en nosotros y no se corte a la hora de tratar
ciertos temas..ya has visto esta tarde, nada más oir que entrabas te ha llamado
y te ha dicho lo que la estaba pasando...con la misma naturalidad con que habla
conmigo y eso Héctor es precioso, a mi me ha emocionado, depende de ti, mi
amor, el que tu hija siga confiando en ti o comience a evitar tratar ciertos
temas contigo.
- Sigues teniendo razón, mi vida....no
quiero ser un extraño para mi hija, eso si que no lo podría soportar, la quiero
tanto que no quisiera verla sufrir nunca. Y supongo que no seré el único padre
con este dilema ¿verdad?...gracias por tener tanta paciencia conmigo. Te quiero
¿lo sabes?
- Lo sé cariño – dice Asunción terminando
el poquito vino que aún quedaba en la copa que su marido mantenía en la mano-
sé lo que me quieres y lo que quieres a tus hijos y por supuesto que no eres el
único padre del mundo con ese dilema...aunque eran otros tiempos puedes
preguntárle a mi padre..ya verás si te entiende o no...¿nos vamos a la cama o
quieres ver las noticias?
- ¿Pero no han terminado? no sé ni para qué hemos comprado este aparato, no la hacemos caso, prefiero
hablar contigo – contesta Héctor apagando la televisión y las luces del salón.
- Ahora eres tu quien tiene razón, salvo
cuando hay partido de fútbol entonces prefieres que te deje la casa para ti
solo o te vas a verlo al bar de mis tíos.
- Mujer no compares por favor, no es lo mismo
un telediario que un partido de fútbol – se defiende Héctor.
Minutos más tarde se
acuestan y abrazados, como siempre, se quedan dormidos.
Fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario