Capítulo 4
14.40 horas , domingo 23 septiembre. 1973
Glen White y Manuel Romero se conocieron en la Embajada de los Estados
Unidos nada más llegar a España el primero; enseguida congeniaron y se hicieron
amigos pese al cargo que tenía Glen. Manuel, propietario de un quiosco de
prensa en una calle esquina a Serrano, tuvo el honor, como él mismo dice, de
que la Embajada eligiese su quiosco para suministrarles la prensa
española. Cuando Glen dejó su cargo, para irse a la empresa privada,
Manuel puso su nombre en la lista de clientes fijos y desde entonces le lleva
todos los días la prensa nacional y la internacional.. Hace dos años,
la hija mayor de Manuel quedó embarazada y su novio la dejó por otra, a pocos
meses de dar a luz. Desde hace un año trabaja en las oficinas de la fábrica
americana de Torrejón, tiene horarios muy flexibles que puede compaginar con el
cuidado de su niña y Manuel no ha tenido oportunidad de pagarle el favor al
padre de Tim, ahora quizá pueda hacerlo mediante su hijo. Su mujer se retrasa
un poco más de lo normal y cruza un momento para decírselo a los chicos.
- Lo
siento Tim, Carmela se retrasa, está al llegar ¿podéis esperar?
- Sí, Manuel, no se preocupe, acabamos
de pedir unos bocadillos, no tenemos tanta prisa.
Cuando Manuel regresa al quiosco Alejandro
retoma la conversación que el hombre ha interrumpido.
- ¿Y tú
que harías? ¿debo contarle a Paloma la razón de su secuestro? Ahora
que María y tu lo sabéis creo que le debo a Paloma una explicación, contarle la
verdad.
- Yo que tú lo hablaría con Héctor
primero. Supongo que Paloma no le diría nada a Vallejo y a Laura pero no es
algo que sólo afecte a tu madre y a tu tía, también le afecta a Héctor. María
lo descubrió ella sola, ya te lo dijimos, al ayudar en el archivo en la
redacción. Encontró las fotos de los almacenes y la del entierro de tu abuelo,
las mismas que tu habías estado mirando. A perspicaz no hay quien la
gane, al ver en ambas fotos como Teresa miraba a tu madre, ató cabos y ya la
vas conociendo, no deja crecer la hierba,le faltó tiempo para a hablar con su
padre. A ella se le quitó un peso de encima, desde que sabe la verdad ya
no teme que su madre se vaya de casa si sucede una desgracia.
- Sí, yo también me alegro por ella y
tienes razón, su entereza en esta crisis se debe, en parte, al estar
segura de que pase lo que pase, su madre no va a dejar a Héctor. Es una chica
muy despierta para su edad, me gusta mucho y para mí es como si fuera una prima.
- ¿Echas mucho de menos el no tener más familia?
- Uno se acostumbra, no creas pero a mi me gustaría
formar una familia numerosa y...
La llegada del camarero con los bocadillos y
la bebida vuelve a interrumpir a los chicos y a los pocos minutos Manuel se une
a ellos.
- Bueno
chicos, aqui estoy. Le he dicho a la parienta que uno de los chicos es el
hermano de tu amiga y me ha dicho que te lo cuente todo y que no me olvide de
lo que comentó Candela.
- ¿Candela? ¿quién es? – pregunta
Alejandro
- Una muchacha que vive aqui, en el
portal de aquí al lado y las dos veces que sacó a su perro el sábado nos
comentó algo mucho antes de que todo pasara. Ahora creo que tiene
sentido, entonces pensamos, tanto mi mujer como yo que era
una tontería.
- Explíquese Manuel, por favor- dice Tim.
- Tienes razón , tened paciencia
conmigo, como dice mi mujer siempre me voy por las ramas.
- ¿Vio algo sospechoso Candela? –vuelve
a preguntar Alejandro.
- Verás, hace unos días que unos tipos
extranjeros llevan haciendo footing o como lo llaméis por aqui. El jueves se
pararon ante mi quiosco y me preguntaron por la prensa extranjera que
tenía. Bueno, me lo preguntó el que hablaba español porque el alto,
el rubio con la nariz de boxeador creo que ni jota de castellano.
- ¿Eran los mismos hombres del
secuestro? – pregunta Tim echando mano de su bloc dónde ha anotado lo
que Vallejo decía y el dibujo que él ha hecho - ¿ Reconoce en este
esbozo al rubio?
- Sí, ese es, el mismo ¡chico que bien
dibujas! ¿cómo lo sabes?
- Un amigo nuestro , excomisario, nos ha
contado lo que los testigos vieron. A uno nadie le pudo ver bien la cara pero
en el rubio todos se fijaron. ¿Cómo era el otro?
- ¿El bajito que se llevó a los chicos
junto con el rubio? No lo sé, no le vi la cara bien pero no era el que me
preguntó por la prensa internacional. El que iba con el rubio ese día no era
bajito, no era tan alto como el rubio pero poco se llevaban.
- ¿Podría ser el que se quedó en el
coche con el motor en marcha?
- Eso es lo que pienso pero no lo puedo
asegurar porque no se le veía bien. Como sea no di ninguna importancia al coche
con sus ocupantes, la verdad es que no recuerdo si llevaba mucho tiempo
aparcado o no pero cuando se bajó el rubio no pensé nada extraño, como ya le
había visto antes pensé que quería el diario italiano para su amigo, el que
hablaba español con acento italiano pero que no lo es, el mismo me dijo que era
de Yugoslavia , de Croacia y por eso hablaba italiano y a mi me dio lo mismo,
no sé que idioma se habla en Yugoslavia ni por qué al ser de Croacia tenía que
hablar italiano..!ay que voy otra vez por las ramas! perdona, lo que quería
decir es que la otra vez le habló al rubio en un idioma muy raro, sonaba como a
ruso y...
- Sería serbo-croata, el idioma oficial
de Yugoslavia – apunta Tim- y creo que la península de Istria, que está en
Croacia, perteneció a Italia hace años y por eso allí hablan también el
italiano, pero ¿podrías describirme al que hablaba italiano para hacer un
esbozo?
- Sí claro.
Tim esboza al croata siguiendo las indicaciones de Manuel y este le
reconoce enseguida.
- Exacto
chico, así es ese tipo ¿ te va a servir de algo?
- Eso espero, se lo enseñaré a nuestro
amigo Vallejo, el excomisario y quizá venga la policía de nuevo a hacerle más
preguntas, lo siento Manuel.
- No te preocupes hombre, quizá debiera
haber dicho algo cuando vinieron pero como ellos no preguntaron si había visto
algo sospechoso en días anteriores no dije nada y además, yo estaba tan aturdido,
todo pasó tan deprisa que no coordinaba palabra.
- Comprensible – dice Alejandro – pero
después cuando lo recordó tenía que haberlo comunicado, en fin ¿y Candela ¿
¿qué vio o que le comentó y cuándo fue eso?
- Creo que será mejor que os lo cuente
ella, veo que es muy importante y es mejor oírlo de primera mano que por mi ¿no
os parece ?
- A mi me parece bien – dice Tim – pero
no podemos subir a su casa así por las buenas.
- No, hombre no, ya lo he pensado pero
si no me equivoco dentro de 10 minutos bajará al perro. Es como un reloj y es
más joven que yo asi que su memoria funcionara mejor. ¿Os he ayudado hasta
ahora?
- Sí hombre, al menos sabemos que dos
extranjeros, probablemente yugoslavos, han estado corriendo por aqui durante
unos días, tenemos su descripción, uno participó en el secuestro y
del tercero no sabemos nada. El coche era un seat 1500 azul y ¿la matricula?
¿se fijó en la matrícula?
- Pues mira en eso se fijó Carmela y se
lo dijo a la policía, tenía matrícula de Málaga.
- Hay dos testigos que coinciden con lo
de la matrícula según tus notas – comenta Alejandro.
- ¡Candela! ¡Candela! Ven un momento
mujer – grita Manuel de repente al ver salir del portal a una mujer de unos 30
años con un pastor alemán.
La mujer se acerca a la mesa dónde está
Manuel y conversa un momento con él. Mira a los chicos bastante sorprendida
pero al final se sienta en una silla con el perro a sus pies.
- No me
puedo entretener mucho, Sacha tiene que hacer sus necesidades – dice la mujer
- Sólo le llevará unos minutos –
responde Tim – creemos que usted se fijó en algo que no le pareció o
normal el sábado por la mañana según Manuel.
- Sí, se lo comenté a Carmela y a él . A
las 9 de la mañana saqué a Sacha y unos metros más a bajo , a la altura de la
panadería se bajó una mujer de un Ford Fiesta, vestida con un mono de
mecánico pero limpio, como si fuese nuevo , sacó unas gafas y una gorra de una
bolsa del Corte Inglés que tiró a la papelera, encendió un cigarrillo y
al tiempo que Sacha hizo su pipí ella tiró el cigarrillo y se sentó
en el coche. Yo di la vuelta a la manzana asi que no se si se fue o se quedó
pero, a la una de la tarde volví a bajar y entonces vi como el mismo Ford
Fiesta aparcaba detrás de un Volkswagen vacío sólo que ahora la mujer llevaba
las gafas de sol puestas y una gorra con que se cubría su media melena.
- ¿Por qué le pareció raro? ¿Cómo puede
estar tan segura que era la misma?
- Porque la primera vez me pareció raro
que llevara un mono con un zapatos de tacón superfinos y altísimos, fue lo
primero que pensé, no pegaban para nada y la segunda vez, volvió a bajarse del
coche, de nuevo a fumarse un cigarrillo pero llevaba unas zapatillas de
deporte, tenía los guantes en la mano y casi nada de maquillaje. Yo seguí mi
camino con Sacha y al llegar a la altura de la panadería se me ocurrió mirar en
la papelera y allí estaban los zapatos, los tacones los tenía como arrancados
pero eran los mismos zapatos de por la mañana. ¿ No es raro?
- Podrían habérsele roto los tacones –
se aventuró a decir Alejandro.
- ¡Ni hablar! ¿Los dos a la vez? No, era
como si los hubiese roto contra el bordillo, pero bueno, yo di mi vuelta a la
manzana con Sacha y al llegar al quiosco lo comenté con Carmela. Media hora más
tarde sucedió lo de los chicos pero yo no lo vi porque ya estaba en mi casa, en
la cocina y la ventana da a un patio interior.
Al igual que hiciera con Manuel, Tim le pide
a Candela que describa a la señora. Una vez hecho el esbozo y dado su
aprobación, Tim y Alejandro pagan las consumiciones y acompañan a Candela en su
paseo con Sacha por el mismo sitio. Al llegar a la altura de la panadería miran
en la papelera y los zapatos ya no están los tacones todavía se adivinan entre
los papeles y restos de una manzana. Candela comenta que la mendiga que sienta a
la puerta de la iglesia los sábados suele revolver en las papeleras,
seguramente pensó que los zapatos podrían servirla.
A las cuatro menos cuarto se despiden de Manuel y su mujer asi como de
Candela quien ya sabe que quizá tendrá que volver a contarlo a la policía.
Veinte minutos más tarde los chicos se encuentran ya en casa de la familia
Perea y lo primero que oyen es que han llamado para comunicar la cantidad que
exigen por los niños, que estos están bien y las palabras de Daniel.
- ¿Tienes una idea de lo que significa? - pregunta Héctor casi sin darle tiempo
a sentarse.
- Yo no encuentro la agenda de Daniel y no me atrevo a decir nada no sea
que meta la pata -añade María
- Tengo una ligera idea pero no puedo estar seguro. Veréis - comienza Tim
mirando a Paloma - la tarde en que Asunción pasó por la redacción con Alejandro
y que no sabía a que hora iba a regresar, María y yo fuimos a recoger a los
chicos y en el camino, aunque no les explicamos mucho si les dijimos
que habían secuestrado a una chica joven. Más tarde cuando estábamos
preparando la cena, en vista que Javi y Dani no hacían nada más que preguntas
les conté lo que mi padre nos había enseñado a Suzanne y a mi. Afortunadamente
a nosotros no nos ha pasado nunca pero a los hijos de un compañero de mi padre
si le pasó en Filipinas.
- Y tu padre ideó una especie de código para vosotros - dice Julio
- Exacto, era un código muy fácil, a base de números del uno al diez. Cada
número estaba por algo muy global pero que podía dar una pista. Normalmente siempre
se exige una prueba de que los niños están bien, un mensaje de ellos o unas
palabras al teléfono y gritar un número es lo más fácil.
- ¿El número tres es un almacén?- pregunta Vallejo
- Sí, pero en sentido muy amplio, puede ser un almacén, una nave industrial,
una fábrica abandonada, algo que no tiene nada que ver con una vivienda. Pero
con lo que ha dicho no tenemos mucho. Cuando vuelvan a llamar mañana para las
instrucciones de la entrega de dinero tienen que pedir que se pongan los niños
de nuevo, quizá hayan podido observar u oír algo e incluso haber olido algo en
especial y tendríamos otra pista.
- Muy bien pensado - contesta Vallejo - ahora cuando vayamos lo hablaré con
el comisario.
- Nosotros también tenemos avances - comenta Alejandro mirando a Tim -
Manuel, el del quiosco, nos ha contado cosas muy interesantes lo mismo que una
vecina del barrio y Tim tiene dos esbozos más.
Las palabras de Alejandro hace que todas las miradas se concentren en Tim y
este relata lo de los dos extranjeros y lo de la mujer con el mono. Cuando les
enseña los dibujos, la cara del extranjero con acento italiano no les
dice mucho pero ya no hay duda de que lo habían planeado y llevaban unos
días estudiando el lugar. El dibujo de la mujer hace fruncir la frente de Vallejo
y Héctor, la cara les resulta familiar pero no consigue ubicarla en el tiempo.
Será Julio quien tiene la idea de rejuvenecer a la mujer basándose el
dibujo de Tim y entonces el semblante de los dos hombres cambiará .
- !Cielos! !No es posible! no puede ser ella después de tanto tiempo -exclama
Héctor
- La pelandrusca esa, lo que faltaba, pues la tengo ganas – dice Asunción
que parece no haber olvidado su episodio particular.
- Pienso igual que tú - dice Vallejo sin comentar lo que Asun acaba
de decir- pero al menos ahora podremos mirar un caso en específico y averiguar
cuando ha salido de la cárcel.
- Han pasado varios años - dice Héctor - ¿por qué ahora?, ¿qué pintan en
todo esto unos extranjeros?.
- Pronto lo sabremos y ya te dijimos que juró que pasara el tiempo
que pasara, llegaría el día de su venganza.
- Buen trabajo chicos y muchas gracias, a ti también Julio por la idea -
vuelve a decir Héctor - ahora hay que resumir todo lo que tenemos y es mejor
hacerlo en casa de Bonilla.
- Nosotros podemos aprovechar para ir a casa de Fernanda - dice María sin
entender muy bien a quien se refieren- y llevarle a Irene lo que nos ha pedido.
- En cuanto al dinero ya sabe que entre los cuatro lo podemos reunir.
- Gracias - dice Asunción con los ojos llenos de lágrimas- no sabéis como
os lo agradecemos, díselo a Fernanda, Maria, no se te olvide.
- ¿Nos vemos después en casa de Bonilla? - pregunta Tim
- No, mejor venís a casa directamente. Antes de las diez ya hemos vuelto.
Tu padre tiene que descansar, aunque no quiera.
- Volveremos antes de la diez pero lo de descansar eso ya lo veremos.
Por un lado me gusta que Maria sepa la verdadera historia de Teresa, la razón por la que dejó a Héctor... ;) :) y ahora la intriga aumenta... ¿una mujer misteriosa que tanto Héctor como Vallejo y Asun conocen del pasado..? ¿y que acaba de salir de la cárcel...? mmmm... no tengo ni idea de quien podrá ser... esperamos más pistas en el próximo episodio... ¡muchas gracias guapa por adelantar tu capítulo...! :)
ResponderEliminarVamos avanzando, y parece que una mujer es la sospechosa del secuestro de los niños, mujer que conocen tanto Héctor como Vallejo y Asun. Tim ha desvelado la posible pista que dió Daniel y en una próximam llamada intentarán averiguar al go más sobre el paradero de los niños.
ResponderEliminarEsto se pone cada vez más interesante.