sábado, 18 de agosto de 2012

La sopresa de Aurelia. Parte 9. I.


Otoño y lo extranjero






Los árboles comienzan a ver como sus hojas se tornan cobrizas, poco a poco van cayendo, dejándolos desnudos y los rayos de sol se vuelven más tímidos. En las casa, los armarios son testigos de como las prendas de verano van guardándose y las de abrigo o de entretiempo ven de nuevo la luz. En la calle se nota el cambio de humor de muchos viandantes, la relajación del verano ha dado paso al otoño, al fin de los puentes y días libres, a excepción de la fiesta del Pilar.
Muchas historias de amor, amor de vacaciones de verano, han escrito ya la palabra fin con la llegada del otoño pero la historia de Marijke y Luis continua y hasta tienen planes de bodas.
Esa boda es la que lleva al señor Ter Horst a visitar la agencia de detectives Héctor&Bonillas. sl. No va solo, este industrial holandés domina varios idiomas pero aunque entiende el español no lo habla o no se atreve y por eso le acompaña el director de su filial en Madrid, Peter Jansen, otro holandés afincado en España desde hace tiempo.

-       Siéntense por favor ¿les apetece un café? – pregunta Héctor después de saludarles.
-       Gracias – dice el sr. Ter Horst- para mi con crema, por favorrrrrr
-       Con leche – corrige su acompañante- para mi otro, por favor
-       Ahora mismo los trae mi mujer – contesta Bonilla aprovechando que Matilde ha venido a coger el teléfono mientras ellos despachan con los clientes sin interrupción.
-       Ustedes dirán pero antes, me gustaría saber ¿por qué nos han escogido a nosotros?
-       Muy sencillo – dice el Sr. Jansen-  Diana les ha recomendado, siempre habla muy bien de ustedes y les tiene buena estima.
-       Y nosotros a ella, aunque hace tiempo que no la vemos, dele nuestros recuerdos si la vuelve a ver pronto.
-       Lo haré, llevamos unos meses viviendo juntos y quizá sea una buena idea quedar una vez con ustedes y sus respectivas esposas, si a ellas les parece bien.
-       Sí, es una idea muy buena..pero pasemos al asunto que les trae aqui.

Peter Jansen expone el caso y el Sr. Ter Horst asiente con la cabeza como si entendiera cada una de las palabras y al término de la exposición dice :

  -       Por la honorarios no preocupar , solo tengo Marijke, mi mujer ya muerta, ¿ustedes también padres?
  -       Sí, también somos padres. Le entendemos. Váyase tranquilo que nos pondremos cuanto antes a trabajar.
  -       Discreción por favorrr- repite el sr. ter Horst
  -       Descuide – asegura Bonilla – seremos muy discretos.

Cuando los clientes se marchan entra Matilde y los tres comentan el caso.

-       Entiendo al hombre pero creo que su hija no se lo va a perdonar- comenta Matilde sentándose en el sofá al lado de su marido.
-       ¿Por qué no? Y si resulta que el tiene razón y sólo va detrás de ella por el dinero...la ha dejado embarazada, el hombre tiene derecho también a saber que clase de persona es el padre de su futuro nieto- contesta Bonilla.
-       ¿Por qué no se lo pregunta a él directamente o invita a los padres para conocerse?- insiste Matilde
-       Esa era su intención cariño, según nos han dicho pero el tal Luis parece no tener familia, su madre, según el mismo dice murió cuando era pequeño y de su padre no habla para nada. – dice Bonilla
-       ¿ Pero algo sabrán de él, o no?- sigue insistiendo Matilde.
-       Sí, que conoció a su hija en la Universidad de Salamanca cuando hacía un curso de verano  de español y él estaba pasando unos días allí – contesta de nuevo Bonilla.
-       Vive en Madrid y se dedica a dar clases particulares, parece que ha estudiado en la Universidad pero no encuentra trabajo de profesor en ningún colegio- continúa Héctor tomando parte de la discusión.
-       ¿En qué Universidad? – pregunta Matilde
-       Primero en Madrid, según dijo, pero tuvo que terminar en Salamanca- contesta Bonilla
-       ¿Y de dónde es?- vuelve a preguntar Matilde
-       Creen que de Ávila o Segovia, el sr. Jansen no está seguro..parece que Luis se contradice mucho- responde Héctor
-       Vamos a tener que salir de Madrid para el caso.- dicen los dos a dúo como si se hubieran puesto de acuerdo.
-       Parecéis siameses a veces – ríe Matilde – bueno,  avisad a tiempo, no hagáis como siempre, en el último minuto os ausentáis y os vais con lo puesto  y ahora os dejo. Hasta la noche cariño – le dice a Bonilla dándole un beso en los labios.

A la hora de la comida Héctor comenta el caso con Asunción y le pregunta si quiere ir con él a Salamanca y hacer como que ella está escribiendo un reportaje sobre los cursos de verano y Héctor es su fotógrafo.

-       ¿ Y las preguntas las piensas tú y yo las repito como un papagayo?
-       No necesariamente, yo te hago una lista con posibles preguntas y tu vas hilando según veas las contestaciones ¿te parece mejor?
-       No está mal pensado pero hay un problema ¿ Quién es el que no quiere ni pasar un día sin sus hijos?
-       Yo, me confieso culpable pero esta vez es mejor que se queden, no es un viaje de placer sino trabajo.
-       ¿Seguro que solo va a ser trabajo?
-       Trabajar contigo es siempre un placer mi amor y si encima...
-       Creo que Asun ha entendido lo que quieres decir – comenta Felisa tras haber interrumpido a su yerno con una tosecita seca al ver como Trino estaba a punto de reír.
-        Nosotros nos quedamos con los dos con todo el placer del mundo ¿verdad Felisa?
-       Verdad,  marido.
-       Gracias – dice Héctor- sabemos que podemos contar con ustedes en todo pero yo había pensado que su nieto se quedara con Javier. Bonilla tendrá que ir seguramente a Segovia o Ávila cuando yo regrese, Matilde le puede acompañar y entonces Javier se queda con nosotros.
-       Y puestos a pensar, yo creo que sería la oportunidad que las chicas están esperando y seguro que Aurelia y Gustavo están de acuerdo- dice Asunción.
-       ¿Qué estas tramando, hija? – pregunta Felisa.
-       En la clase de Clara y María hay una chica americana, su padre trabaja en la embajada y Suzanne, asi se llama, les ha hablado del pijama party que allí organizan y....
-       ¿y éso que carajo es? – suelta Felisa.




-       Party es algo así como fiestecita, y éso, las niñas se quedan a dormir y tienen una fiestecita en pijama en el salón y duermen en sacos de dormir todas juntas en el salón.
-       ¡Qué locura es esa! ¡Esos americanos deben aburrirse mucho para pensar esas tonterías! Y...
-       ¡Vale mujer, vale!- dice Trino tratando de calmar a su mujer- son cosas modernas y nosotros ya somos viejos, si a los padres no les importa y las chicas se divierten a mi no me parece mal.
-       Aurelia y yo lo comentamos ayer cuando la madre de Suzanne habló con nosotras para invitarlas, a Irenita también; quedamos en que lo hablaríamos con nuestros maridos..¿tú estás de acuerdo Héctor?
-       No estoy muy seguro de que a mi me entusiasme la idea pero seguro que a ellas sí y dormir en el salón de un diplomático no lo van a hacer cada día.
-       Eso es verdad- dice Trino

Después de comer y ya en la redacción Asun le cuenta la conversación y Aurelia llama a su marido para preguntar si Clara podría ir a la fiesta..

-       Amor, la madre de Suzanne dijo que era el viernes por la noche y que las podíamos recoger el sábado al medio día ¿ qué te parece?
-       Y Héctor que dice – pregunta Gustavo un poco receloso
-       Está de acuerdo por una vez. Asunción y él se van el viernes por la mañana a Salamanca y vuelven el domingo por la parte. El sábado llevamos a las niñas a casa de Felisa. El diablillo se queda hasta el domingo con Javier.
-       Bueno, pero nosotros no nos vamos de esa casa sin haber hablado antes con los padres, diplomáticos o no son extraños y no me gusta que mi hija duerma en casa de extraños.
-       ¡Por supuesto mi vida! ¿Te he dicho alguna vez que eres un tesoro?- pregunta Aurelia de forma divertida
-       Sí, siempre que te sales con la tuya, pero no me importa, me gusta oírlo. Luego hablamos más en casa. Un beso.
-       Y un beso muy grande de vuelta- contesta Aurelia colgando el teléfono.





La mañana del viernes se despierta en casa de los Pera soleada y alborotada. Maria está entusiasmada con su “’party” y su hermano no para de querer meter cosas en su mochila para los días que va a pasar con Javier. Asun tiene que poner un poco de orden porque Héctor no hace nada, sólo contempla con cara de bobolicón el entusiasmo y alegría de sus hijos, quizá no sea tan mala idea el estar unos días sin ellos, a la vuelta estarán cargados de historias y quiza le digan  :<< papá te hemos echado de menos>>.

A las 10, después de haber dejado a los niños en sus respectivos colegios y de pasar por el despacho para hablar con Bonilla,  Asun y Héctor suben por Bravo Murillo hasta llegar a Cea Bermudez  y ya en Moncloa  toman la N VI dirección  a La Coruña.  213 kilómetros que Héctor cree que puede hacerse en menos de cuatro horas si el Simca 1000 no le deja en el camino. Asun lleva el mapa de carreteras sobre sus rodillas y a sus pies la bolsa con las tarteras, bocadillos, fruta y bebida que le ha preparado su madre.

-       Héctor, pasando Avila podríamos hacer una pausa y comer al menos los bocadillos ¿ te parece?
-       Me parece bien aunque quizá tenga que parar antes para repostar gasolina o para que tu vayas al servicio o quieres hacerlo entre los árboles de la zona de descanso, si encontramos una.
-       Tienes razón, mejor buscar primero una gasolinera y luego ya veremos donde paramos aunque me gustaria que pudiéramos sentarnos sobre la manta y hacer pic-niqui.
-       ¿No lo dirás en serio, verdad?- pregunta Héctor riéndose ante la ocurrencia de su mujer- Te recuerdo que vamos en viaje de trabajo y si me siento sobre una manta contigo no sé a qué hora vamos a llegar, eso si la guardia civil no nos detiene primero.
-       ¡Qué exagerado que eres! ¡siempre piensas en lo mismo!
-       ¿y tú no?
-       Bueno, no tanto como tú...¿no te lo crees?
-       No mi vida, como tu madre dice, tú no sabes mentir, no te crees tus propias mentiras.
-       Tú ganas, pero dejemos éso ahora . Resumen el caso de nuevo para comprobar si concuerdan con mis notas.
-       Marijke conoce a Luis en junio, en Salamanca. En la plaza mayor, en unos de los bares donde se reunen los estudiantes, Luis y ella pasan muchas horas juntos el primer día y durante el resto de la semana se harán inseparables. Cuando el curso de 2 meses acaba Marijke se presenta en la pensión madrileña de Luis y le dice que se queda en Madrid. Su padre tiene en Madrid, en la avenida de América, un pequeño apartamento y le propone irse con ella a vivir allí.
El sr. Ter Horst no se opone al principio pues piensa que es una cosa pasajera, aunque no le haga gracia pero Marijke ya tiene 19 años y es mayor de edad. Desde primeros de agosto viven juntos y Marijke está embarazada de 6 semanas y quiere casarse con Luis. Su padre quiere saber la razón de que Luis sea tan reservado, no dice nada de su familia, no tiene trabajo fijo siendo licenciado en literatura y dice que no puede pedir un pasaporte pero no da explicaciones. Parece un buen chico pero hasta que no esté seguro o casi convencido de que se quieren de verdad y que no tiene antecedentes penales graves Marijke no verá ni un florin ( esa es la monedad holandesa) hasta que no cumpla los 25 años.
-       Seguro que se metió en algún partido y por eso no pudo terminar sus estudios en Madrid como le pasó a Jaime, quizá esté fichado y un pasaporte legal lo pueda olvidar y quizá también sea esa la razón por la cual no encuentra trabajo.
-       Muy bien mi querida asistente Asun, acaba usted de solucionar el caso en menos de un minuto.
-       No seas tonto pero ¿ que te apuestas a que llevo razón?
-       Una hora de masajes ¿vale? Si tienes razón en lo de la política, prepárate para recibir los mejores masajes de tu vida durante toda una hora, en caso contrario los masajes los recibo yo.
-       Acepto – dice Asunción riéndose.




A las 3 de la tarde llegan a Salamanca y afortunadamente ecuentran el hotel en seguida. Dejan el coche en el garaje y ya en la habitación Asunción llama al colegio mayor y habla con uno de los profesores con los que ha quedado para el reportaje. Quedan a las 5 de la tarde en una cafetería de la Plaza Mayor y bajan a comer pues apenas han probado nada de lo que les ha preparado Felisa.

Continuará....














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