martes, 21 de agosto de 2012

La sorpresa de Aurelia . Parte 9.III






La vuelta y desenlace del caso



En contra de lo que Héctor pensaba Asunción se despierta sin dolor de cabeza pero un poco confundida. Al abrir los ojos no sabe dónde está ni tiene idea de la hora que puede ser pero el reloj de la Plaza Mayor acude a su ayuda.
Son las 8 de la mañana y a su lado se encuentra su marido aún durmiendo; al intentar sentarse en la cama ve sobre una silla su vestido del revés entre la ropa de Héctor y la confusión se evapora... las imágenes borrosas de la noche anterior se vuelven nítidas y  mirando a su marido se dice<< Estamos en Salamanca y me tuvo que ayudar anoche porque había bebido demasiado, ¡menos mal que María y Dani no han viajado con nosotros!>> e intenta retirar con cuidado el brazo de su marido para poder sentarse mejor pero cuando está a punto de hacerlo oye decirle con voz somnolienta y sin abrir los ojos:

-       Buenos días sra. Perea ¿ha dormido bien?¿Le duele la cabeza?
-       Buenos días sr. Perea, he dormido fenomenal, como una niña pequeña a quien la acuestan con mimo en la cama y no, no me duele la cabeza... ahora en serio, ¿estaba muy pesada anoche?- pregunta Asunción un poco preocupada
-       No, estabas preciosa- dice Héctor abriendo los ojos y regalándole la primera sonrisa del día-  la bebida no te sienta mal pero yo te prefiero sobria, me gusta que sepas lo que haces y que lo recuerdes- contesta Héctor sentándose en la cama y dándole un beso.
-       Gracias por ayudarme anoche y por no enfadarte.
-       ¿Enfadarme? ¿Por?- pregunta extrañado.
-       No pude cumplir lo pactado..ya sabes..lo de los masajes- contesta Asunción intentándo levantarse para ir al servicio.
-       El día acaba de empezar cariño y aún tenemos tiempo antes de bajar a desayunar..tu eliges ¿en la cama o en la ducha?
-        A la noche lo discutimos, ahora me voy a duchar yo solita...estoy hambrienta y no quiero que se nos pase la hora del desayuno- dice Asunción corriendo hacia el baño.
-       Es muy pronto, tenemos tiempo – dice Héctor tratando de convencer a su mujer sin conseguirlo- ¡Qué pena! ¡resignación!.

A las nueve ya están en el comedor del hotel degustando el desayuno y hablando de las visitas que van a hacer en el día de hoy y recordando el caso que les llevó hasta allí.

-       Hemos tenido mucha suerte ayer – reconoce Héctor- ahora nos toca averiguar (tarea para Bonilla) el mutismo sobre su infancia y ¿por qué Luis utiliza el apellido Cebrián en Madrid y en Salamanca y ahora se presenta como García?
-       A mi eso no me parece tan raro, a Jaime le llamaban Salvatierra cuando en realidad era Hernández Prado- comenta Asun antes de beberse su zumo de naranja.
-       Probablemente....de todos modos hay que tratar de averiguar el motivo del silencio sobre su origen y Vallejo quizá nos pueda ayudar en lo del expediente disciplinario de la expulsión.
-       A mi me cae bien Luis sin conocerle. Una de las chicas, la italiana coincidió con Marijke y dice que fue amor a primera vista. El entró con Carlos en el café, les presentaron y ya no se separaron hasta que él tuvo que volver a Madrid. No creo que vaya trás el dinero de ella.
-       Yo tampoco lo creo pero como deciamos en comisaria, desconfía de todo lo que encaja de maravilla a la primera, hay que examinar bien todos los ángulos.....antes de presentar el informe tenemos que estar bien seguros de que Luis es de fiar.

A las diez salen del hotel cogidos de la mano, Héctor lleva el plano en su mano derecha, cruzan la Plaza del Corrillo y comienzan a andar por la calle de Meléndez hasta encontrar La Casa de las Conchas y la Universidad Pontificia, después de admirar los dos edificios siguen andando hasta la Catedral Nueva anexo Catedral Vieja pero no pueden visitar su interior pues en ese momento están oficiando misa.
Salen y se sientan en un banco en la plaza de Anaya frente a la facultad de Filología y Asunción dice:





-       ¿Dónde crees que podría estar la casa de Melibea con su huerto?
-       ¿Estás hablando de la Celestina? – dice Héctor un tanto sorprendido sin saber muy bien el motivo de la pregunta.
-       Sí, del huerto en el que Calixto vio por primera vez a Melibea y se quedó prendado de ella; amor a primera vista al que no quiso renunciar y contrató a la Celestina para que Melibea se enamorara locamente de él.
-       Ni idea, nadie dice que hayan existido de verdad ¿ a qué viene eso ahora?
-       Al caso que nos ha traído aquí...Luis y Marijke, no es lo mismo, pero es esta ciudad el origen de su amor, donde se escribe su historia y...
-       Vale, pero nosotros no somos la Celestina de nadie y además, el romance, la historia de Luis y Marijke no tiene porqué acabar en tragedia.
-       No, su historia va a terminar bien, lo presiento pero...¿sabes? todas estas historias de amor acabadas en tragedia me parecían irreales hace unos años, no podía imaginarme que eso de morir por amor fuera posible aunque mi padre perdió el interés tras la muerte de Chelo yo sabía que había que seguir para adelante y...
-       ¿Y ahora has cambiado de opinión? – pregunta Héctor mirando a Asunción a los ojos.
-       Sí, creo que si te pasara algo a tí yo quisiera morir contigo y que si con mi vida salvara la tuya lo haría gustosamente – contesta Asunción aguantado su mirada sin pestañear.
-       Muchas gracias amor.. pero no lo hagas, piensa en nuestros hijos ¿qué serían de ellos?. Si me pasa algo yo prefiero que vivas por ellos, que juntos  me recordéis con cariño pero sin poneros tristes, sin luto y sobre todo que sigáis con vuestra vida así habrá valido la mía para algo...No, no digas nada todavía, déjame terminar..te confieso que mi vida sin ti no tendría sentido pero por nuestos hijos seguiría adelante, ¿ Me lo prometes?- pregunta Héctor tomando las manos de Asunción entre las suyas.
-       Sí, te lo prometo – contesta con lágrimas en los ojos y enjugándose el llanto dice - pero no pensemos en eso ahora mi amor, celebremos que estamos bien y que la vida nos sonríe aunque a veces me entre miedo tanta felicidad.
-       A mí también –contesta Héctor acercando las manos de Asunción a su boca – a mi también me da miedo tanta felicidad pero tu mirada y tu sonrisa me dan la fuerza para desterrar el miedo...¿Continuamos el camino?

El paseo por las calles y monumentos de Salamanca se alarga hasta la hora de comer y por la tarde vuelven a quedar con algunos de los estudiantes para despedirse, pero esa noche Asunción bebe con moderación y a la mañana siguiente pueden empezar el camino de vuelta a Madrid sin problemas. A la altura de Ávila hacen una parada en un restaurante de la carretera y llaman a Madrid. Héctor sujeta el auricular de forma que Asun también pueda oir y decir algo. Irene, María y Dani ya están en casa de la abuela y a juzgar por lo poco que han podido hablar con ellos,  tanto las chicas como los chicos lo han pasado de maravilla. Dani, el último en ponerse al teléfono les ha dicho:

-       Os quiero mucho, no tardéis en llegar a casa.
-       Nosotros también a ti diablillo, ya vamos para allá.

      




El domingo termina en Madrid, en casa de los padres de Asun, alrededor de la mesa contando todos sus aventuras y vivencias de estos dos días. El pijama-party fue una pasada según Irene, estuvo pipa según María y tienen ganas de repetir la experiencia. Dani se lo pasó la mar de bien con Javi, sus padres les llevaron al recién inaugurado parque de atracciones en la Casa de Campo y otro que quiere repetir experiencia. Asun y Héctor dicen que habían tenido mucha suerte y que el caso ya estaba muy avanzado y Trino comenta:

-       Pues nosotros os hemos echado a todos mucho de menos pero ahora estamos superfelices por este momento tan bonito que nos estáis regalando ¿verdad Felisa?
-       Verdad, marido- dice Felisa que no encuentra, por una vez, palabras para decir más.

A la mañana siguiente y ya en el despacho de los detectives, Vallejo llama a la puerta con puro en mano y saluda dando palmaditas a Bonilla que es quien le ha abierto.

-       Buenas Bonilla, exquisitos los puros que me vendió tu mujer el viernes. Hola Héctor ¿qué tal el viaje? ¿hay algo para mi?
-       Hola Vallejo - saluda Héctor-  siéntate, llegas a tiempo para oir mi informe.

Cuando Héctor termina de leer Bonilla es el primero en hablar:

-       Muy bien Héctor, mañana mismo voy a Ávila y Segovia a ver si encuentro algo.
-       Para Bonilla, no hay tanta prisa, puedes esperar al jueves si quieres y te llevas a Matilde contigo, nosotros nos quedamos con Javier. Es mejor que junto con Vallejo tratéis de corraborar el paso de Luis por la universidad de Madrid . La de Salamanca está confirmada, hemos visto la foto de la orla en la casa de Carlos del Moral cuando pasamos a despedirnos.
-       Esa idea tampoco está mal – dice Bonilla – muy bien, me daré una vuelta por la facultad de Filosofías y Letras.
-       Yo me daré una vuelta por la comisaria de Moncloa – dice Vallejo.

El miércoles por la tarde y en la terraza del café Comercial Vallejo le da un sobre a Héctor:

-       Muy interesante. Según este informe Luis García Cebrian fue fichado como simpatizante de FLP, es decir, del frente de liberación popular ...¿no sé acaba de disolver este partido legalmente? – pregunta Héctor.
-       Sí, ironicamente si..un partido que nunca ha sido legal se disuelve legalmente y democraticamente por sus “simpatizantes”. Digamos que les han ganado la partida a pesar de la muerte de su compañero.
-       Tienes razón, el  caso del estudiante de quinto de derecho, a quien la politico social detuvo el 20 de enero de este mismo año y murió al lanzarse al vacío desde el séptimo piso mientras registraban su casa...¿Cuántos defenestrados van ya Vallejo?- pregunta Héctor con rabia contenida
 -     No lo sé Héctor, me repugna tanto como a ti y ojalá este país pueda conocer de nuevo lo que es vivir en democracia.
 -  Una nueva república – apunta Héctor
 -  Una nueva monarquia parlamentaria- dice Vallejo- pero en paz y en democracia. Volviendo al caso ...te das cuenta que en la ficha apuntan: conducta moral sospechosa, razón de expulsión de la facultad.
 -  Sí, ya me he dado cuenta...los muy cabrones le acusan de invertido, para morirse de risa si la cosa no fuera tan seria...a ver que nos trae Bonilla – dice Héctor viendo como su asociado cruza la plaza y se acerca a la mesa.

-       Hola Vallejo, Jefe lo tenemos – Bonilla siempre le dice Jefe cuando tiene buenas noticias.
-       Estupendo, asi me gusta, cuenta, cuenta – contesta haciendo una seña al camarero pidiendo que traiga tres cervezas.
-       En la Universidad no he conseguido gran cosa asi que he ido al círculo Siglo XXI a ver si encontraba al catedrático de historia que era amigo de mi tío .
-       ¿ Y lo conoce? – pregunta Vallejo
-       Sí, bastante. El ilustre sr. Serna Villaverde, catedrático ya retirado de la facultad de filosfía y letras de la Complutense de Madrid es socio de este nuevo club cultural y suele frecuentarlo con mucha regularidad. Mañana hay una conferencia y él va a ser uno de los ponentes.
-       Interesante pero desembucha de una vez, ¿qué te han contado? ¿y tú que le has dicho?
-       Yo no le he podido dar muchos detalles, sólo que el nombre del catedrático sale en un caso y como no tenemos referentes pues nos gustaría que nos hablara de él antes de hacerle una visita. Don Alejandro es un hombre muy prudente y de fiar asi que no creo que se vaya de la lengua.
De la vida familiar de su colega Serna Villaverde no sabía mucho, sólo lo que se comentaba.... No ha tenido hijos y se decía que su mujer estaba enferma y pasaba meses en una clínica de reposo. Unos decía que era cleptomana y otros que padecía manía persecutoria. Hace tres años falleció  de muerte natural, en la residencia donde estaba ingresada por demencia senil en el Escorial.
-       Muy bien y ¿qué reputación tiene el catedrático Serna Villaverde?
-       Buena, tiene muchos amigos en muchos sitios. Tiene fama de ser muy justo,  abierto a pesar del panorama familiar y generoso pues ha costeado o costea las carreras de algunos jóvenes sin recurso pero con talento. Si queréis uno de vosotros puede venir conmigo mañana, como socio que soy, aunque sólo he asistido a una conferencia, puedo llevar un  introducé y asi podemos ver al ilustre catedrático.
-       Un qué?- preguntan a duo vallejo y Héctor
-       Un acompañante como posible aspirante a ser socio ¿Quien se viene?
-       Mira Bonilla, mejor que sea Vallejo tu “introducé”’ que a mi esos clubs sólo para hombres no me gustan nada por muy ilustres y cultos que sean sus socios.
-       No es sólo para hombres, las mujeres también pueden asistir a las conferencias, a lo mejor es una idea para Aurelia y Asunción.
-       Quien sabe, quedamos en qué va Vallejo y mucho tacto. Nos vemos mañana, me voy que me toca recoger a las chicas del colegio.








Dos días más tarde el informe está casi concluido. Bonilla llama a Héctor desde Avila y le relata lo que han descubierto en Segovia.
En el ayuntamiento de esa ciudad, primera ciudad a la que se han desplazado, pueden averiguar que el Luis Garcia Cebrian nace como hijo natural de Fernanda García Cebrián el 7 de julio de 1937. Según el censo Fernanda reside en Segovia hasta 1943. La dirección  que consiguen se corresponde con la de la familia Sotogrande que habitan en una gran casona en una bocacalle de la plaza de la catedral. En ella residen dos ancianas quienes confirman que Fernanda trabaja para la familia hasta que regresa a Avila. Unas vecinas comentan que según las malas lenguas el padre del hijo de Fernanda era el señorito Sotogrande que fallece en la batalla de Brunete días después del nacimiento de Luis.
Las hermanas Sotogrande solo confirman que se hacen cargo de Luis al fallecer su madre en 1952 y el joven regresa a Segovia. Ellas costean sus estudios y como era muy listo y le gustaban mucho los libros le mandan a la Universidad pero el joven  les sale rana en Madrid, es expulsado de la facultad por inmoral y rojo y desde entonces no quieren saber nada de él.





En Ávila la huella de la familia de Fernanda se pierde, los padres fallecen, la madre en 1944 y el padre en 1945  y el único hermano que la madre de Luis tenía marchó para Argentina al fallecer Fernanda en 1952.
Una vez finalizado el relato, Bonilla cuelga el teléfono y pasa el resto del día con Matilde disfrutando de Alvila como un turista.

El sábado por la mañana el Sr. ter Horst recibe el informe completo:

-       Muchas gracias, trabajo bueno, muy detallado.. creo en el joven y en ellos como pareja,  ahora ya piedo hablar con él y mi con hija Marijke.
-       ¿Les va a contar que les hemos investigado? y perdón por mi curiosidad ¿la diferencia de edad no le importa?-pregunta Héctor
-       Sí, tieenen derecho a saberlo. Mi hija quiza perdona, quizá no pero tengo que ser sincero. No, la edad no es problema. Yo tambien soy mayor que madre de Marijke. Ahora problema es catedrático, tener que hablar seriamente con él.
-      Entiendo. ...Mucha suerte y si nos necesita para otro caso ya sabe donde encontrarnos, ha sido un placer trabajar para usted.
-       El placer es mío. Muchas gracias, mi secretario ha ingresado dinero acordado en banco esta mañana.

Por la tarde Bonilla y Héctor con sus respectivas mujeres y con el matrimonio Vallejo celebran con una cena, en un restaurante madrileño en la Cava Baja, el éxito del caso y por la noche, ya en la cama Asunción con el caso ya cerrado, intenta pagar la apuesta “masajes de una hora” que ha perdido pero Héctor insiste que los masajes sean mutuos pues algo de razón tenían la los dos.

-       De acuerdo- dice Asunción- pero no hagas daño ni cosquillas.
-       Descuída, lo que tengo en mente no duele.


Fin.










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