domingo, 19 de agosto de 2012

La sorpresa de Aurelia. Parte 9 II





Salamanca.







Tras la comida Héctor y Asun suben a la habitación con la intención de reposar un poco. El hotel en el que se hospedan está muy cerca de la Plaza Mayor y desde la ventana se ven los tejados de algunos de los edificios. Asun abre la cortina y mira por la ventana, trata de localizar el local en el que ha quedado siguiendo las indicaciones del  recepcionista: << es el tercer edificio>> pero los tejados no la dicen nada, todos se ven iguales y quitándose los zapatos se tumba en la cama, apoya su brazo derecho sobre la almohada y se reclina sobre su marido. Héctor, cansado del viaje se ha quedado traspuesto  y  Asunción que no tiene sueño, aprovecha el momento para contemplarle, con mucho cuidado enreda sus dedos en su pelo, le llena la frente de besitos suaves y vuelve a levantarse para refrescarse un poco antes de que Héctor se despierte. De camino al baño saca de la maleta el vestido que se va a poner junto con el pantalón, camisa y chaqueta de sport de su marido. Lo suyo lo deja en el respaldo del sillón y lo de Héctor lo coloca en la percha que hay al lado del armario.
Cuando ella ya está casi vestida despierta su marido y le manda a cambiarse de ropa. A las cinco en punto el matrimonio Perea entra en el café Novelty, el café más antiguo de toda la plaza según el recepcionista, un café literario que reune a gran número de estudiantes durante todo el año.
Nada más entrar Asun reconoce al profesor con el que ha hablado por teléfono, aunque el << llevo pelo largo, barba y gafas estilo John Lennon>> podría valer para varios estudiantes a esa hora, afortunadamente, el local no está lleno y sólo hay un hombre de unos treinta años sentado a la barra que responda a esa descripción y al verles entrar sale al encuentro:

-       Ustedes deben ser los periodistas de Madrid si no me equivoco. Soy Carlos del Moral.
-       Sí, lo somos. Soy Asunción de “A media voz” .
-       Yo soy Héctor, el fotógrafo que hoy acompaña a Asunción y también su marido.

Tras las presentaciones de rigor y estrecharse las mano salen a sentarse fuera, la tarde es preciosa y el tibio sol de otoño aún no ha abandonado la Plaza Mayor.

-       Así que están interesados en escribir sobre los cursos de español para turistas en Salamanca, ¿puedo preguntar que les ha despertado la curiosidad?
-       Puede – dice Asunción, haciendo una pausa pues la pregunta le ha pillado sorbiendo un granizado – en realidad fue un pequeño teletipo que nos llegó haciendo mención de un robo a una estudiante: una chica belga que había venido a hacer unos cursos y por culpa de lo sucedido se había vuelto de inmediato a su país.
-       Esa situación no se da muy a menudo, normalmente no se asustan por el robo del bolso pero sí, recuerdo el caso, no llegó ni a empezar las clases cuando ya nos dieron el aviso de su retirada.
-       ¿Podría hacernos un perfil del extranjero medio que está interesado en los cursos, la duración de los mismo y las nacionalidades que más se repiten?
-       Suelen ser jóvenes, entre 18 y 25 años aunque también los hay mayores. Las mujeres parecen estar más interesadas que los hombres, éstos, en su mayoría, cuando vienen a hacer los cursos son por motivos laborales y los cursos varían, tenemos cursos acelerados de 3 meses, cursos de medio año y cursos de un año en diferentes niveles, desde principiantes hasta a avanzados. ¿Nacionalidades? Franceses, italianos,  ingleses, alemanes, belgas, holandeses, pocos nórdicos y últimamente también tenemos alumnos de Israel...por cierto ¿ Usted y yo, Asunción, no nos hemos visto hace años en Madrid, en la Universidad?
-       Lo dudo, no he estudiado en la Universidad de Madrid ni en ninguna otra. Empecé en la revista como mecanógrafa y poco a poco he ido aprendiendo el trabajo de periodista y...
-       Con mucho éxito , es una periodista en toda regla que acude a congresos en el extranjero– dice Héctor mezclándose en la conversación por primera vez sujetando en su mano su caña ya casi vacía haciéndole una seña al camarero.
-       Enhorabuena por ello pero insisto ¿ No formaba usted parte de Niebla? ¿no acudía usted a menudo con Jaime Hernandez Prado?- y mirando a Héctor le dice- Espero no ser indiscreto pero si le molesta el tema lo olvido, puedo estar equivocado.
-       No, nos molesta el tema, descuide, lo que hubo entre mi mujer y Jaime hace años no fue más que cosas de jóvenes. Todos tenemos un pasado con claros y oscuros y en el de mi mujer abundan los claros.- contesta Héctor.
-         Gracias cariño por el cumplido– le dice Asunción a Héctor y mirando a Carlos responde -  es cierto, ayudaba a Fede y a Jaime a pasar apuntes y notas a máquinas, no recuerdo haberle visto a usted. Jaime y yo eramos amigos y vecinos principalmente.
-       No lo dudo, éramos varios estudiantes los que nos acercábamos a Niebla, aunque ellos estudiaran derecho a los de literatura nos interesaba mucho. Yo solía acudir con Luis Cebrián un compañero que, al igual que yo y que Jaime y muchos otros terminamos siendo expulsados de la universidad de Madrid por incentivar y  propagar ideas subversivas además de intentar colar fotos amañadas que desformaban la realidad.
-       ¡Muy interesante!- dice Héctor- ¿Jaime se marchó a Zaragoza y usted vino aquí junto con su amigo?
-       Sí, solo teníamos tres opciones: Canarias, Zaragoza o Salamanca. Yo tengo familia aqui así que mi elección fue fácil.
-       Perdona Carlos, y perdón por el tuteo pero que yo recuerde en ese caso del que hablas el único que pagó el pato fue Jaime- dice Asunción muy sorprendida.
-       Cierto- dice Carlos- pero el decano tenía una lista con los “socios” de Niebla, nos vigilaban, estábamos fichados por el sindicato de estudiantes y a mi me pillaron organizando una asamblea para protestar contra la expulsión de Jaime. Resultado: detención  y  libertad gracias a los contactos de mi padre, con bronca de campeonato de por medio, como no podía ser otra.  Pude matricularme al curso siguiente en Salamanca, en fin....dejemos el tema, creo que nos hemos desviado mucho del motivo de este encuentro.
-       Como quieras Carlos – dice Héctor – aunque no creas que a mi mujer y a mi nos aburres o molestas, todo lo contrario nos interesa mucho todo lo que les pasa a los estudiantes, el que más y el que menos tiene un amigo o un conocido que ha pasado por un trance así o por muchos peores pero..en lo que a mi concierne, por mi reportaje gráfico, ¿a qué horas has quedado con los estudiantes que tenéis en este momento?
-       A las siete.  Van a venir cinco seguro, dos chicas alemanas y una italiana y dos ingleses también me lo han confirmado...no les importa que les hagas fotos pero dentro del aula no va a ser posible, no he conseguido permiso del director de la escuela pero...toma - dice sacando de su cartera dos fotos y entregándoselas a Héctor-  tengo aqui estas fotos de las aulas por si os sirve..por supuesto que la fachada del edificio donde está la escuela si se puede fotografiar.
-        Gracias Carlos nos arreglamos , ¿verdad amor? – pregunta Asunción a su marido mirándole a los ojos, un tanto divertida de la situación, pues parece que es ella la que lleva la voz cantante.
-       Por supuesto mi vida y si las publicamos mencionaremos que son cedidas por la escuela como manda el protocolo.




-       Gracias a los dos – dice Carlos- la verdad es que me habéis caido muy bien, inspiráis confianza y no sois el típico matrimonio aburrido, vosotros tenéis chispa y se os ve muy enamorado ¿Os habéis casado hace poco?
-       No, llevamos 8 años casados y unos cuantos viviendo juntos – contesta Asunción adelantándose a su marido y ante la cara que pone Carlos continua - ¿te extraña? ¿No tienes amigos o conocidos que vivan o hayan vivido juntos?
-       Sí claro, mi amigo Luis sin ir más lejos, vive junto con su novia holandesa, una ex-alumna mía,  en Madrid desde hace poco pero ahora son otros años, lo vuestro si que fue ponerse a la familia y amigos por montera..supongo.

Héctor y Asunción se miran intensamente a los ojos y se felicitan en silencio por la suerte que han tenido: el amigo de Carlos va a ser el Luis a quien quieren investigar y ambos tienen un déjà vu con la aseveración de Carlos... los fotogramas de los gritos, aspavientos, exclamaciones y de más de la madre de Asun junto a los de la cara de resignación de su padre, pasan por sus mentes como un flits asi como el apoyo que recibieron por parte de Marcelino, Manolita, Pelayo y hasta de Estrella, sin olvidar al fiel Bonilla, ya comprometido con Matilde y a Aurelia y Gustavo a punto de casarse tras haber solucionado sus diferencias. A partir de ese momento empezó el presente presagiando un futuro lleno de color como ha sido hasta la fecha. El pasado con los negros y grises ha quedado muy detrás de ellos pero no lo olvidan,  no lo evitan y   recurren a él para valorar más el presente.

-       Tienes razón Carlos – contesta Asunción reaccionando la primera buscando las manos de Héctor que están en ese momento sobre la mesa – Mi madre puso el grito en el cielo y pensó que nos íbamos al infierno pero las aguas volvieron en seguida a su cauce gracias a los amigos y resto de la familia. Por motivos que no vienen al caso, cuando Héctor consiguió la nulidad nos casamos y mi madre me sigue diciendo << y yo que no daba ni un duro por vuestra felicidad , qué equivocada que estaba>>.
-       Fuisteis muy valiente, de verdad os lo digo.
-       Como tu dices ahora somos un pocos más abiertos, supongo que la familia de tu amigo habrá recibido bien a la chica holandesa – aventura Asun.
-       El no tiene familia, creo...aunque no estoy muy seguro, quizá tenga unas tías en Segovia o en Ávila, no sé si el padre era de allí o la madre, pero el vivió de pequeño en las dos ciudades, de todos modos serán ya muy mayores y la familia de ella no ha puesto reparos.
-       ¡Qué suerte para tu amigo! Y ¿Cómo llegó Luis a Salamanca, si se puede preguntar? ¿También por “ subversivo”- pregunta Héctor con cara de inocente.
-       Esa es la excusa que utilizaron en su caso también pero no tenía nada que ver. Luis no estaba muy metido en política, en realidad huía de ella como el del diablo pero las actividades culturales de Niebla le interesaban y él interesaba demasiado a...(Carlos hace una pausa mirando a Asun como dudando si debe decirlo delante de ella) ejem, digamos que la mujer de cierto catedrático se encaprichó del típico empollón, tímido e inexperto..Supongo que me entendéis ¿verdad?
-       Creo que si y por mi no te cortes- dice Asunción
-       No Carlos, no te cortes, Asunción puede con muchas cosas y no se va a extrañar por que el chico fuese el amante de una mujer mayor.
-       Lo que os decía antes, me encanta ver la confianza y libertad que hay entre vosotros pero no Héctor,  no fue el amante de nadie. La mujer del catedrático de Filosofía violó a Luis, porque eso fue lo que pasó, él no había estado nunca con una chica y menos con una mujer pero llegó a la casa del catedrático en mal momento, la mujer era ninfomana o poco la faltaba y el marido les pilló infraganti...lo demás, os lo imagináis, trama política como excusa y el catedrático queriendo ser magnánimo con el pobre estudiante consigue que se matricule en Salmanca a cambio de que no vuelva nunca más a Madrid.
-       ¿Pero no vive en Madrid?- pregunta Asunción que tal desenlace no se lo había podido imaginar y ve su hora gratis de masajes peligrar.
-       Sí, en Salamanca nunca fue feliz. Terminó la carrera y al saber que la mujer del catedrático había fallecido regresó a Madrid. Encontró trabajo en un Instituto pero le despidieron de un día para otro y desde entonces no consigue trabajos fijos. Vive de sus clases particulares.
-       ¿Por qué no se va de Madrid?- pregunta Asunción de nuevo
-       El catedrático no va a vivir toda la vida..y a su muerte, el notario se encargará de limpiar su nombre según las instrucciones.
-       ¿Cómo puede estar tan seguro?- pregunta Héctor
-       Se lo ha prometido en una entrevista que tuvo hace unos años con él.

En ese momento ven venir a un grupo de estudiantes extranjeros y el tema se cierra. La tarde transcurre entre fotos y entrevistas y la noche les sorprende combinando algunas tapas con copas. Pasada las doce de la noche se despiden, quedan en mandarles aviso de la publicación del reportaje, porque el reportaje se ha convertido en encargo como le dijo Julio, cuando le pidió permiso para ir con Héctor y utilizar el nombre de la revista: << os cubriremos las espaldas si llaman pero a cambio quiero un reportaje de verdad con fotos y todo. De las clases, no del caso de Héctor...de momento>>
Cuando el matrimonio Perea entran en su habitación a Asunción el cuadro que hay sobre la cama, la lámpara de pie y todo en general comienza a darle vueltas. Las copas se la han subido un poquito a la cabeza y no atina a desabrocharse el vestido.
Héctor la ayuda a desnudarse, la pone el camisón y la va a meter en la cama cuando la oye protestar:

-       No, no, que tengo que lavarme los lientes, digo los dientes y llamar a Aurelia.
-       Mañana cariño, los dientes pueden sobrevivir una noche sin ver el cepillo y Aurelia ya estará durmiendo y tus padres también.
-       Bueno, pero la apuesta no la he perdido del todo, algo de razón tenía.
-       Los dos teníamos razón asi que nos cobraremos lo que nos debemos mañana cuando estés despejada.
-       No, no estoy borracha pero si no quieres hoy nada vale ¿qué vamos a hacer mañana?
-       Llamar a casa, hablar con Bonilla y Aurelia y recorrer la ciudad juntos y ...

Héctor no termina su frase, su mujer se ha quedado dormida, esa copa de más le ha pasado factura, mañana se levantará con dolor de cabeza, presume Héctor: <<necesitará una aspirina y un buen café cargado>> ...pero eso será mañana, ahora contempla a su mujer antes de taparla, con las piernas encogidas, el camisón subido dejando sus muslos al aire libre, la melena alborotada extendida sobre la almohada y una sonrisa de felicidad en la cara...Héctor respira hondo, la besa los labios suavemente, la tapa y se va a limpiarse los dientes para acostarse el también pero antes saca de la cartera de Asunción la guía sobre Salamanca, se sienta en el sillón  y comienza a apuntar en su bloc los lugares interesantes que aún tienen que visitar. El centro de Salamanca no es muy grande pero hay mucho más que ver que de la Plaza Mayor,  además quiere fotografiar la escuela de Idiomas, las facultades, La casa de las Conchas, las dos catedrales, el Tormes..y si tienen tiempo ir con el coche a visitar Alba de Tormes o Santa Marta de Tormes, según Bonilla merecían bien la pena y no están muy lejos de la ciudad.
Héctor se levanta del sillón y entra en el baño, cuando sale ya con el pijama puesto, apaga las luces, se mete en el lado derecho de la cama, se tumba y se da la vuelta de lado izquierdo reposando su cara en la espalda de su mujer y pasando su brazo derecho por la cintura de Asunción.


Continuará ....







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