Salamanca.
Tras la comida Héctor y Asun suben
a la habitación con la intención de reposar un poco. El hotel en el que se
hospedan está muy cerca de la Plaza Mayor y desde la ventana se ven los tejados
de algunos de los edificios. Asun abre la cortina y mira por la ventana, trata
de localizar el local en el que ha quedado siguiendo las indicaciones del recepcionista: << es el tercer
edificio>> pero los tejados no la dicen nada, todos se ven iguales y
quitándose los zapatos se tumba en la cama, apoya su brazo derecho sobre la
almohada y se reclina sobre su marido. Héctor, cansado del viaje se ha quedado
traspuesto y Asunción que no tiene sueño, aprovecha el
momento para contemplarle, con mucho cuidado enreda sus dedos en su pelo, le
llena la frente de besitos suaves y vuelve a levantarse para refrescarse un
poco antes de que Héctor se despierte. De camino al baño saca de la maleta el
vestido que se va a poner junto con el pantalón, camisa y chaqueta de sport de
su marido. Lo suyo lo deja en el respaldo del sillón y lo de Héctor lo coloca
en la percha que hay al lado del armario.
Cuando ella ya está casi vestida
despierta su marido y le manda a cambiarse de ropa. A las cinco en punto el
matrimonio Perea entra en el café Novelty, el café más antiguo de toda la plaza
según el recepcionista, un café literario que reune a gran número de
estudiantes durante todo el año.
Nada más entrar Asun reconoce al
profesor con el que ha hablado por teléfono, aunque el << llevo pelo
largo, barba y gafas estilo John Lennon>> podría valer para varios
estudiantes a esa hora, afortunadamente, el local no está lleno y sólo hay un
hombre de unos treinta años sentado a la barra que responda a esa descripción y
al verles entrar sale al encuentro:
- Ustedes
deben ser los periodistas de Madrid si no me equivoco. Soy Carlos del Moral.
- Sí, lo
somos. Soy Asunción de “A media voz” .
- Yo soy
Héctor, el fotógrafo que hoy acompaña a Asunción y también su marido.
Tras las presentaciones de rigor y
estrecharse las mano salen a sentarse fuera, la tarde es preciosa y el tibio
sol de otoño aún no ha abandonado la Plaza Mayor.
- Así que
están interesados en escribir sobre los cursos de español para turistas en
Salamanca, ¿puedo preguntar que les ha despertado la curiosidad?
- Puede –
dice Asunción, haciendo una pausa pues la pregunta le ha pillado sorbiendo un
granizado – en realidad fue un pequeño teletipo que nos llegó haciendo mención
de un robo a una estudiante: una chica belga que había venido a hacer unos
cursos y por culpa de lo sucedido se había vuelto de inmediato a su país.
- Esa
situación no se da muy a menudo, normalmente no se asustan por el robo del
bolso pero sí, recuerdo el caso, no llegó ni a empezar las clases cuando ya nos
dieron el aviso de su retirada.
- ¿Podría
hacernos un perfil del extranjero medio que está interesado en los cursos, la
duración de los mismo y las nacionalidades que más se repiten?
- Suelen
ser jóvenes, entre 18 y 25 años aunque también los hay mayores. Las mujeres
parecen estar más interesadas que los hombres, éstos, en su mayoría, cuando
vienen a hacer los cursos son por motivos laborales y los cursos varían,
tenemos cursos acelerados de 3 meses, cursos de medio año y cursos de un año en
diferentes niveles, desde principiantes hasta a avanzados. ¿Nacionalidades?
Franceses, italianos, ingleses,
alemanes, belgas, holandeses, pocos nórdicos y últimamente también tenemos
alumnos de Israel...por cierto ¿ Usted y yo, Asunción, no nos hemos visto hace
años en Madrid, en la Universidad?
- Lo dudo,
no he estudiado en la Universidad de Madrid ni en ninguna otra. Empecé en la
revista como mecanógrafa y poco a poco he ido aprendiendo el trabajo de
periodista y...
- Con
mucho éxito , es una periodista en toda regla que acude a congresos en el
extranjero– dice Héctor mezclándose en la conversación por primera vez
sujetando en su mano su caña ya casi vacía haciéndole una seña al camarero.
- Enhorabuena
por ello pero insisto ¿ No formaba usted parte de Niebla? ¿no acudía usted a
menudo con Jaime Hernandez Prado?- y mirando a Héctor le dice- Espero no ser
indiscreto pero si le molesta el tema lo olvido, puedo estar equivocado.
- No, nos
molesta el tema, descuide, lo que hubo entre mi mujer y Jaime hace años no fue
más que cosas de jóvenes. Todos tenemos un pasado con claros y oscuros y en el
de mi mujer abundan los claros.- contesta Héctor.
- Gracias cariño por el cumplido– le dice
Asunción a Héctor y mirando a Carlos responde -
es cierto, ayudaba a Fede y a Jaime a pasar apuntes y notas a máquinas,
no recuerdo haberle visto a usted. Jaime y yo eramos amigos y vecinos
principalmente.
- No lo
dudo, éramos varios estudiantes los que nos acercábamos a Niebla, aunque ellos
estudiaran derecho a los de literatura nos interesaba mucho. Yo solía acudir
con Luis Cebrián un compañero que, al igual que yo y que Jaime y muchos otros
terminamos siendo expulsados de la universidad de Madrid por incentivar y propagar ideas subversivas además de intentar
colar fotos amañadas que desformaban la realidad.
- ¡Muy
interesante!- dice Héctor- ¿Jaime se marchó a Zaragoza y usted vino aquí junto
con su amigo?
- Sí, solo
teníamos tres opciones: Canarias, Zaragoza o Salamanca. Yo tengo familia aqui
así que mi elección fue fácil.
- Perdona
Carlos, y perdón por el tuteo pero que yo recuerde en ese caso del que hablas
el único que pagó el pato fue Jaime- dice Asunción muy sorprendida.
- Cierto-
dice Carlos- pero el decano tenía una lista con los “socios” de Niebla, nos
vigilaban, estábamos fichados por el sindicato de estudiantes y a mi me
pillaron organizando una asamblea para protestar contra la expulsión de Jaime.
Resultado: detención y libertad gracias a los contactos de mi padre,
con bronca de campeonato de por medio, como no podía ser otra. Pude matricularme al curso siguiente en
Salamanca, en fin....dejemos el tema, creo que nos hemos desviado mucho del
motivo de este encuentro.
- Como
quieras Carlos – dice Héctor – aunque no creas que a mi mujer y a mi nos
aburres o molestas, todo lo contrario nos interesa mucho todo lo que les pasa a
los estudiantes, el que más y el que menos tiene un amigo o un conocido que ha
pasado por un trance así o por muchos peores pero..en lo que a mi concierne,
por mi reportaje gráfico, ¿a qué horas has quedado con los estudiantes que
tenéis en este momento?
- A las
siete. Van a venir cinco seguro, dos
chicas alemanas y una italiana y dos ingleses también me lo han confirmado...no
les importa que les hagas fotos pero dentro del aula no va a ser posible, no he
conseguido permiso del director de la escuela pero...toma - dice sacando de su
cartera dos fotos y entregándoselas a Héctor-
tengo aqui estas fotos de las aulas por si os sirve..por supuesto que la
fachada del edificio donde está la escuela si se puede fotografiar.
- Gracias Carlos nos arreglamos , ¿verdad amor?
– pregunta Asunción a su marido mirándole a los ojos, un tanto divertida de la
situación, pues parece que es ella la que lleva la voz cantante.
- Por
supuesto mi vida y si las publicamos mencionaremos que son cedidas por la
escuela como manda el protocolo.
- Gracias
a los dos – dice Carlos- la verdad es que me habéis caido muy bien, inspiráis
confianza y no sois el típico matrimonio aburrido, vosotros tenéis chispa y se
os ve muy enamorado ¿Os habéis casado hace poco?
- No,
llevamos 8 años casados y unos cuantos viviendo juntos – contesta Asunción
adelantándose a su marido y ante la cara que pone Carlos continua - ¿te
extraña? ¿No tienes amigos o conocidos que vivan o hayan vivido juntos?
- Sí
claro, mi amigo Luis sin ir más lejos, vive junto con su novia holandesa, una
ex-alumna mía, en Madrid desde hace poco
pero ahora son otros años, lo vuestro si que fue ponerse a la familia y amigos
por montera..supongo.
Héctor y Asunción se miran
intensamente a los ojos y se felicitan en silencio por la suerte que han
tenido: el amigo de Carlos va a ser el Luis a quien quieren investigar y ambos tienen un déjà vu con la aseveración de Carlos...
los fotogramas de los gritos, aspavientos, exclamaciones y de más de la madre de Asun junto a los de la cara de
resignación de su padre, pasan por sus mentes como un flits asi como el apoyo
que recibieron por parte de Marcelino, Manolita, Pelayo y hasta de Estrella,
sin olvidar al fiel Bonilla, ya comprometido con Matilde y a Aurelia y Gustavo
a punto de casarse tras haber solucionado sus diferencias. A partir de ese
momento empezó el presente presagiando un futuro lleno de color como ha sido
hasta la fecha. El pasado con los negros y grises ha quedado muy detrás de
ellos pero no lo olvidan, no lo evitan
y recurren a él para valorar más el
presente.
- Tienes
razón Carlos – contesta Asunción reaccionando la primera buscando las manos de
Héctor que están en ese momento sobre la mesa – Mi madre puso el grito en el
cielo y pensó que nos íbamos al infierno pero las aguas volvieron en seguida a
su cauce gracias a los amigos y resto de la familia. Por motivos que no vienen
al caso, cuando Héctor consiguió la nulidad nos casamos y mi madre me sigue
diciendo << y yo que no daba ni un duro por vuestra felicidad , qué
equivocada que estaba>>.
- Fuisteis
muy valiente, de verdad os lo digo.
- Como tu
dices ahora somos un pocos más abiertos, supongo que la familia de tu amigo
habrá recibido bien a la chica holandesa – aventura Asun.
- El no
tiene familia, creo...aunque no estoy muy seguro, quizá tenga unas tías en
Segovia o en Ávila, no sé si el padre era de allí o la madre, pero el vivió de
pequeño en las dos ciudades, de todos modos serán ya muy mayores y la familia
de ella no ha puesto reparos.
- ¡Qué
suerte para tu amigo! Y ¿Cómo llegó Luis a Salamanca, si se puede preguntar?
¿También por “ subversivo”- pregunta Héctor con cara de inocente.
- Esa es
la excusa que utilizaron en su caso también pero no tenía nada que ver. Luis no
estaba muy metido en política, en realidad huía de ella como el del diablo pero
las actividades culturales de Niebla le interesaban y él interesaba demasiado
a...(Carlos hace una pausa mirando a Asun como dudando si debe decirlo delante
de ella) ejem, digamos que la mujer de cierto catedrático se encaprichó del
típico empollón, tímido e inexperto..Supongo que me entendéis ¿verdad?
- Creo que
si y por mi no te cortes- dice Asunción
- No
Carlos, no te cortes, Asunción puede con muchas cosas y no se va a extrañar por
que el chico fuese el amante de una mujer mayor.
- Lo que
os decía antes, me encanta ver la confianza y libertad que hay entre vosotros
pero no Héctor, no fue el amante de
nadie. La mujer del catedrático de Filosofía violó a Luis, porque eso fue lo
que pasó, él no había estado nunca con una chica y menos con una mujer pero
llegó a la casa del catedrático en mal momento, la mujer era ninfomana o poco
la faltaba y el marido les pilló infraganti...lo demás, os lo imagináis, trama
política como excusa y el catedrático queriendo ser magnánimo con el pobre
estudiante consigue que se matricule en Salmanca a cambio de que no vuelva
nunca más a Madrid.
- ¿Pero no
vive en Madrid?- pregunta Asunción que tal desenlace no se lo había podido
imaginar y ve su hora gratis de masajes peligrar.
- Sí, en
Salamanca nunca fue feliz. Terminó la carrera y al saber que la mujer del
catedrático había fallecido regresó a Madrid. Encontró trabajo en un Instituto
pero le despidieron de un día para otro y desde entonces no consigue trabajos
fijos. Vive de sus clases particulares.
- ¿Por qué
no se va de Madrid?- pregunta Asunción de nuevo
- El
catedrático no va a vivir toda la vida..y a su muerte, el notario se encargará
de limpiar su nombre según las instrucciones.
- ¿Cómo
puede estar tan seguro?- pregunta Héctor
- Se lo ha
prometido en una entrevista que tuvo hace unos años con él.
En ese momento ven venir a un grupo
de estudiantes extranjeros y el tema se cierra. La tarde transcurre entre fotos
y entrevistas y la noche les sorprende combinando algunas tapas con copas.
Pasada las doce de la noche se despiden, quedan en mandarles aviso de la
publicación del reportaje, porque el reportaje se ha convertido en encargo como
le dijo Julio, cuando le pidió permiso para ir con Héctor y utilizar el nombre
de la revista: << os cubriremos las espaldas si llaman pero a cambio
quiero un reportaje de verdad con fotos y todo. De las clases, no del caso de
Héctor...de momento>>
Cuando el matrimonio Perea entran en
su habitación a Asunción el cuadro que hay sobre la cama, la lámpara de pie y
todo en general comienza a darle vueltas. Las copas se la han subido un poquito
a la cabeza y no atina a desabrocharse el vestido.
Héctor la ayuda a desnudarse, la
pone el camisón y la va a meter en la cama cuando la oye protestar:
- No, no,
que tengo que lavarme los lientes, digo los dientes y llamar a Aurelia.
- Mañana
cariño, los dientes pueden sobrevivir una noche sin ver el cepillo y Aurelia ya
estará durmiendo y tus padres también.
- Bueno,
pero la apuesta no la he perdido del todo, algo de razón tenía.
- Los dos
teníamos razón asi que nos cobraremos lo que nos debemos mañana cuando estés
despejada.
- No, no
estoy borracha pero si no quieres hoy nada vale ¿qué vamos a hacer mañana?
- Llamar a
casa, hablar con Bonilla y Aurelia y recorrer la ciudad juntos y ...
Héctor no termina su frase, su
mujer se ha quedado dormida, esa copa de más le ha pasado factura, mañana se
levantará con dolor de cabeza, presume Héctor: <<necesitará una aspirina
y un buen café cargado>> ...pero eso será mañana, ahora contempla a su
mujer antes de taparla, con las piernas encogidas, el camisón subido dejando
sus muslos al aire libre, la melena alborotada extendida sobre la almohada y
una sonrisa de felicidad en la cara...Héctor respira hondo, la besa los labios
suavemente, la tapa y se va a limpiarse los dientes para acostarse el también
pero antes saca de la cartera de Asunción la guía sobre Salamanca, se sienta en
el sillón y comienza a apuntar en su
bloc los lugares interesantes que aún tienen que visitar. El centro de Salamanca
no es muy grande pero hay mucho más que ver que de la Plaza Mayor, además quiere fotografiar la escuela de
Idiomas, las facultades, La casa de las Conchas, las dos catedrales, el
Tormes..y si tienen tiempo ir con el coche a visitar Alba de Tormes o Santa
Marta de Tormes, según Bonilla merecían bien la pena y no están muy lejos de la
ciudad.
Héctor se levanta del sillón y
entra en el baño, cuando sale ya con el pijama puesto, apaga las luces, se mete
en el lado derecho de la cama, se tumba y se da la vuelta de lado izquierdo
reposando su cara en la espalda de su mujer y pasando su brazo derecho por la
cintura de Asunción.
Continuará ....
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